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Rechazan desfogue de aguas por temor a contaminación de pozos

Inundación en Tixtla enfrenta a pobladores y damnificados
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 11 de octubre de 2013, p. 35

Chilpancingo, Gro., 10 de octubre.

Nahuas del poblado de Atliaca estuvieron a punto de enfrentarse con damnificados del municipio de Tixtla, luego que los primeros impidieron ayer el desfogue de agua que inunda la mitad de esa cabecera municipal, en el punto conocido como Los Terreros.

La situación se complicó cuando policías municipales de Tixtla se llevaron a Victorino Iglesias, de los bienes comunales de Atliaca, y a otros ocho indígenas, acusados de ataques a las vías de comunicación y obstrucción del desfogue de la Laguna Negra.

Desde las 10 horas, nahuas de Atliaca llegaron a Los Terreros para impedir que personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desfogara el caudal que mantiene inundada la mitad de la ciudad de Tixtla.

Casi al mismo tiempo arribó el síndico procurador David Martínez Valadés, quien en un principio acordó reunirse a las 18 horas con los inconformes, encabezados por Victorino Iglesias Alarcón, quienes se oponían a que el agua contaminada cruzara su comunidad.

Victorino argumentó que en Atliaca hay pozos y manantiales, entre ellos los de Tierra Blanca, Las Huertas, y Alixtacán, que abastecen a unos 6 mil habitantes.

Después de una hora de alegatos entre el síndico y habitantes de Atliaca, y pese a que acordaron la reunión, decenas de damnificados de Tixtla exigieron que se permitiera el bombeo del agua, porque sus calles llevan más de 25 días inundadas.

El síndico prometió a los damnificados de Tixtla llegar a un acuerdo, lo que provocó una discusión con la gente de Atliaca, que rechazó firmar una minuta.

El director de seguridad pública municipal, Rubén Reyes Zepeda, acompañado de unos 40 policías armados, ordenó detener a los ciudadanos de Atliaca por negarse a firmar la minuta, y los llevó a la barandilla municipal.

Otros vecinos de Atliaca llegaron armados con palos, machetes, picos y palas para exigir la libertad de sus compañeros. Sin motivo, los policías municipales arremetieron contra los reporteros.

Dentro, el alcalde Gustavo Alcaraz Abarca, acompañado por Misael Medrano Baza, subsecretario de Asuntos Políticos, y su colaboradora Roxana Mora Patiño, convencieron a Victorino Iglesias de permitir el desfogue de aguas por los ríos y barrancas de Atliaca, rumbo a la cabecera municipal de Apango, y de ahí al río Balsas.

En entrevista colectiva, el edil Gustavo Alcaraz se comprometió a estudiar las aguas negras para demostrar que las desinfectaron desde que las sacaron de Tixtla. Garantizamos que no causarán daños a la población, dijo.

En tanto, tixtlecos aseguraron que Gustavo Alcaraz sembró tilapias en las márgenes de la Laguna Negra, cerca del vertedero principal, pero los peces murieron durante las inundaciones y, mezclados con el lodo, impidieron el desazolve de la laguna.