El primer reparto de tierras de la Revolución Mexicana, en la hacienda Los borregos, en Matamoros, Tamaulipas, realizada por el general Lucio Blanco y Francisco J. Mújica, el 30 de agosto de 1913, es tema de la exposición de pintura que fue inaugurada la noche del pasado miércoles en el Museo Casa de León Trotsky.

Integrada por 13 cuadros y con el título La fiesta del 30 de agosto de 1913, la muestra es un homenaje a 100 años del acontecimiento. Hecho que ha estado en el tiempo, entre la pérdida y el rescate, la ausencia y la afirmación, el olvido y la memoria, expresó el pintor y maestro Javier Padilla, sobrino-nieto, de Lucio Blanco, en la apertura de la misma.

“Ese acontecimiento que cimbró a México se gestó en una país atrapado en la servidumbre, como indica en su manifestó el general Blanco. La noticia se extendió en la prensa estadunidense y la ciudad de México. Jean Jaures, en una nota periodística en L’HUmanité, de París, al conocer del reparto de tierras en Matamoros, escribió: ‘Ahora ya sé por qué se pelea en México’”, recordó Padilla.

La exposición “alimenta las fuentes creativas del arte, al utilizar materiales iconográficos del pasado como documentos de referencia. Por Internet se consultaron imágenes de fotógrafos de la época, que capturaron los hechos y del Archivo Casasola de la Revolución Mexicana; también se recopilaron fotografías de archivos familiares.

El reparto de tierras, al igual que el material documental, cumplen 100 años. Con base en ello, este reconocimiento y homenaje a Lucio Blanco y Francisco J. Mújica se extiende a los fotógrafos de la época y a don Gustavo Casasola, fotógrafo y recopilador de uno de los acervos de imágenes más importantes de nuestro país, explicó el artista plástico.

Las obras son producto del trabajo que se realizó en el taller de dibujo y pintura del maestro Padilla, con su grupo de egresados más reciente: Anastasia Morales, Astrid Hernández, Axkaná Ramírez, Carla Zavaleta, Emilio Sosa, Jorge Salomón, Neli Alonso y Paulo Constantino Cruz.

Como arte documental, calificaron los autores de las obras, la exposición, pues, continuó Padilla, se trata de un reconocimientos de artistas a un hecho histórico y sus protagonistas. Es una muestra cuyas raíces y gestación están inmersas en las circunstancias del suceso y en la determinación de los realizadores de que cada pieza represente idea y semejanza con el hecho histórico.

Además de dichas referencias, la biografía La vida del General Lucio Blanco, escrita por Armando de María y Campos, publicada en 1963, por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), “fue el documento básico para la gestación de dicha exposición.

De dicho volumen, Padilla citó lo que decía la invitación formal que convocaba al reparto de tierras: Para la tarde del 30 de agosto de 1913, el general Lucio Blanco convocó a los soldados de su brigada, representantes del proletariado e individuos a quienes les fueron arrebatados sus terrenos, a la solemne entrega de títulos de propiedad de tierras.

La muestra se puede apreciar en el Museo Casa León Trotsky (Avenida Río Churubusco 410, colonia Del Carmen, Coyoacán).