Opinión
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Infancia y sociedad

Un niño tzotzil

C

omo desagravio amoroso a Feliciano Díaz Díaz, quien fue físicamente agredido y moralmente lastimado por un infame funcionario en las calles de Villahermosa, Tabasco, reproducimos el poema Canción, autoría de Armando Tejada (letra) y Ángel Ritro (música), y que en la voz de la gran Mercedes Sosa ha sido dedicada a todos nuestros niños latinoamericanos que –siendo nuestro tesoro– luchan solos en las calles para sobrevivir ( rap René Pérez, Calle 13).

A esta hora exactamente/hay un niño en la calle.... ¡Hay un niño en la calle!/Es honra de los hombres proteger lo que crece/cuidar que no haya infancia dispersa por las calles/Evitar que naufrague su corazón de barco/Su increíble aventura de pan y chocolate/Poniéndole una estrella en el sitio del hambre/De otro modo es inútil, de otro modo es absurdo/Ensayar en la tierra la alegría y el canto/Porque de nada vale si hay un niño en la calle.

“Todo lo tóxico de mi país a mí me entra por la nariz/Lavo autos, limpio zapatos, huelo pega y también huelo paco/pero soy buena gente, soy una sonrisa sin dientes/Lluvia sin techo, uña con tierra, soy lo que sobró de la guerra/Un estómago vacío, soy un golpe en la rodilla que se cura con el frío/El mejor guía turístico del arrabal: por tres pesos te paseo por la capital/Arroz con piedra, fango con vino, y lo que me falta me lo imagino”.

No debe andar el mundo con el amor descalzo/Enarbolando un diario como un ala en la mano/Trepándose a los trenes, canjeándonos la risa,/Golpeándonos el pecho con un ala cansada./No debe andar la vida, recién nacida, a precio,/La niñez arriesgada a una estrecha ganancia/Porque entonces las manos son inútiles fardos/Y el corazón, apenas, una mala palabra.

Cuando cae la noche duermo despierto, un ojo cerrado y el otro abierto/Por si los tigres me escupen un balazo, mi vida es como un circo pero sin payaso/Voy caminando por la zanja haciendo malabares con cinco naranjas/Pidiendo plata a todos los que pueda/Soy oxígeno para este continente, soy lo que descuido el presidente/Yo soy un elemento más del paisaje, los residuos de la calle son mi camuflaje/Como algo que existe que parece de mentira, algo sin vida pero que respira.

Pobre del que ha olvidado que hay un niño en la calle/Que hay millones de niños que viven en la calle/Y multitud de niños que crecen en la calle/Yo los veo apretando su corazón pequeño/Mirándonos a todas con fábula en los ojos/Un relámpago trunco les cruza la mirada/Porque nadie protege esa vida que crece/Y el amor se ha perdido, como un niño en la calle.

Oye, a esta hora exactamente hay un niño en la calle.