Por primera vez en sus 19 años de existencia, el Museo Dolores Olmedo ha desmontado gran parte de su colección permanente, incluida toda la obra de Diego Rivera y Frida Kahlo, para dar paso a Impulsos modernos: pintura en México 1840-1950, exposición de 65 obras de la autoría de 45 artistas.

La muestra, que revisa un siglo en el arte, será inaugurada el 1º de junio, a las 11:30 horas, en el recinto de avenida México 5843, La Noria, Xochimilco.

Esto ha sido posible, debido a que la obra de esos dos grandes artistas será exhibida en octubre próximo en el parisino Museo de l’Orangerie y, antes de viajar, los cuadros de Kahlo se volverán a enmarcar, informó Josefina García, directora de colecciones y servicios educativos del Museo Dolores Olmedo.

De hecho, nunca se había colgado una muestra temporal en las salas de exhibición permanente. Esto ha ocurrido dada la envergadura de la obra, la mayoría procedente de colecciones particulares, incluso, por sus dimensiones.

Josefina García estimó, en conferencia de prensa, que la obra de la colección permanente se reintegrará al museo en marzo/abril de 2014, ausencia que se aprovechará para dar un refrescada a la museografía.

Reflexión nacionalista

Miguel Cervantes, curador de Impulsos modernos, dijo que ésta surgió de una invitación que le hizo Carlos Philips, director del Museo Dolores Olmedo, para presentar un proyecto curatorial.

Si en primera instancia pensó en artistas contemporáneos de Rivera y Kahlo, esto mismo lo remontó a la pintura académica mexicana en la medida que muchos de los pintores mexicanos ilustres se formaron en la educación académica, a la vez que ésta era un impulso de modernidad, de un periodo de la ilustración y del pensamiento liberal.

Respecto del título, Cervantes expresó: Es evidente que la Revolución Mexicana crea un impulso de modernización del país. Por otro lado, las vanguardias europeas contemporáneas de este periodo en México no son del todo ignoradas por los pintores que trabajan aquí. No considero, o es una gran duda, si esta época en México fue de un arte moderno. La respuesta de las instituciones y de la crítica estadunidense fue que era el primer gran movimiento moderno en el continente americano producto de una revolución. Esto fue relevante para el prestigio e interés del arte mexicano más allá del hemisferio, un interés que también despertó en Europa.

La criolla del rebozo (El rebozo), 1916, de Saturnino Herrán, óleo incluido en la exposición que se abrirá en el Museo Dolores OlmedoFoto Cortesía del recinto

Impulsos modernos abarca hasta la llegada de los surrealistas al país en los años 40 del siglo pasado y la posguerra de los años 50. Es un periodo en el cual la reflexión nacionalista está presente en muchas de las obras. Sin embargo, la originalidad de cada quien logra impulsos sumamente relevantes en el proceso de la modernización de la pintura en México. Las ideologías nacionalistas, no obstante, sufren una decadencia quizá por la insistencia en la inspiración revolucionaria que en realidad ya no era un impulso de modernización para el país.

Por una revisión crítica

Miguel Cervantes hizo hincapié en la necesidad, sobre todo para los jóvenes generaciones de hoy, de la constante revisión crítica de nuestra historia y de la historia del arte en México, incluso, una redefinición del pasado. La significación de las obras permanece, pero es una constante hacerlas renacer ante el público con el lenguaje y la mirada críticos.

En la muestra se incluye obra de Leonora Carrington, Joaquín Clausell, Germán Gerdovius, María Izquierdo, Frida Kahlo, Alice Rahon, Diego Rivera, Manuel Rodríguez Lozano, Juan Soriano, Rufino Tamayo y José María Velasco.