Espectáculos
Ver día anteriorJueves 8 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Luciana Kaplan presentó La revolución de los alcatraces en Morelia

Eufrosina Cruz, indígena oaxaqueña que da la vida por su comunidad
 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de noviembre de 2012, p. a11

A la indígena Eufrosina Cruz Mendoza, de la Sierra Sur de Oaxaca, le negaron el derecho a ser presidenta municipal de su comunidad. Por ello comenzó una lucha personal para conseguir igualdad de género en las comunidades indígenas oaxaqueñas.

Ahora, el viaje de Eufrosina y su despertar social, que cambió radicalmente al aceptar un puesto en la Cámara de Diputados, son retratados en el documental La revolución de los alcatraces, dirigido por Luciana Kaplan, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica. La cinta se presentó en competencia en el décimo Festival Internacional de Cine de Morelia.

En entrevista con La Jornada, Luciana Kaplan devela el germen de la historia: “Conocí a Eufrosina Cruz en 2009. Me la presentó una amiga periodista que estaba haciendo una nota y me interesó mucho como personaje que me permitía hablar de temas como la paradoja entre tradición y modernidad en las comunidades indígenas, así como por retratar el viaje de alguien que quiere fomentar cambios a su alrededor pero acaba involucrada –un poco a su pesar– en la política; sobre todo, me interesó por el empeño que pone en lograr cambiar y da todas sus energías para transformar su comunidad y las condiciones en que vive”.

Kaplan, entre cuyos trabajos también figuran los documentales La decisión del presidente (2009), Armas bajo control (2007) y Trabajo sucio (2006), dijo: Cuando la conocí, inmediatamente me dediqué a filmarla porque pensé que, pasara lo que pasara, ella tenía una historia increíble, porque era una persona que genera cambios, además del contexto de elecciones que vivía Oaxaca en ese momento. Puse a trabajar la cámara con la interrogante de qué iba a pasar, y sin pensar mucho cuál iba a ser la estructura y de qué iba a tratar la historia.

Kaplan relató: La historia dio muchas vueltas mientras filmábamos; tuvimos mucha suerte, porque de alguna manera ésta se volvió más compleja ante nuestros ojos y nuestra cámara. Me encontré con una historia mucho más interesante de lo que pensaba; iniciamos con una luchadora social y acabamos con una diputada federal en un proceso de dos años.

La cinerrealizadora precisa: Testimoniar este proceso fue muy fuerte, porque por momentos Eufrosina era un ejemplo a seguir y de repente ya pertenece al Partido Acción Nacional (PAN), lo que hizo replantear la temática para hacer notar la voz de uno dentro de esta historia.

Una de las complicaciones para rodar esta historia, confesó la realizadora, es que “Eufrosina es de las personas más difíciles de seguir: un día estaba en una comunidad perdida en la sierra, al otro día en Oaxaca y después en el Distrito Federal, y nunca sabíamos si iba a llegar a la cita. Finalmente llegaba, pero siempre teníamos la angustia de que no íbamos a poder filmar. Por otro lado, su comunidad quedaba a seis horas de la ciudad de Oaxaca y el acceso era bastante difícil, por lo que la logística de filmación era complicada.

“Realmente logramos una especie de complicidad, de amistad, más allá del personaje del documental. Hubo una empatía; nos confió sus secretos, su familia y sus dudas; incluso antes de tomar la candidatura para la diputación nos preguntó si la aceptaba ‘porque los políticos no tienen credibilidad’. Más allá de los partidos políticos, ella sí tiene una fuerza y una convicción que es capaz de hacer cualquier cosa. Hoy en día las mujeres de su comunidad votan, pese a que en su lengua no existe la palabra mujer”.

La mayor complicación, confesó Kaplan, fue cuando aceptó al candidatura por el PAN, porque cambió toda la historia; ya no se trataba de la luchadora social pero tampoco quería dejarla a la mitad porque yo no sea militante del PAN, así que busqué la manera de contar lo que le ocurre a esta mujer; para ser justos entendí sus razones para haber aceptado y porque seguía siendo un personaje.

Desde el inicio del rodaje hasta su conclusión lo importante fue mostrar los orígenes de ella, cómo es despertarse diariamente en su comunidad Santa María Quiegolani, mostrar su mundo, que ella sí es de veras... además, vivimos en la comunidad durante la filmación, donde no hay nada que hacer después de dos días. Ahí empecé a entender muchas cosas y Eufrosina invierte toda su energía en transformar su comunidad, en ver cómo le mejoraba la vida a su vecina... realmente nos dimos cuenta de que ponía la vida en hacer la diferencia.