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Se presentará en el Auditorio el viernes, como parte de su festejo por 50 años de carrera

Mi papá era un crítico feroz conmigo; cantas horrible, me decía, recuerda Tania Libertad

Me encanta la posibilidad de ser intermediaria para la sanación, comenta la cantante

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La cantante en su actuación en Bellas Artes, en febrero pasadoFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 2 de octubre de 2012, p. a10

Cantas horrible, fue una de las primeras frases que dijo su papá a Tania Libertad luego de sus primeras presentaciones en Lima, Perú, donde nació. Era una niña, no pasaba de seis años.

Mi papá era un crítico feroz conmigo, horroroso, pero gracias a él a estas alturas no me creo nada. Cada que me voy a presentar (en cualquier plaza, foro, auditorio) me muero de miedo y, cuando termina el concierto, le pregunto a todos cómo salió, cómo se escuchó. Mi padre me dejó esa marca, porque continuamente me decía que cantaba muy mal, comenta en entrevista la intérprete, quien sigue celebrando cinco décadas de carrera, por ello ofrecerá un concierto el próximo viernes a las 20:30 horas en el Auditorio Nacional, para los que no alcanzaron lugar en el que dio en Bellas Artes, en febrero pasado.

A los cinco años, en la preprimaria –de transición le dicen en Perú–, una niña vestida de flamenco interpretó el bolero Historia de un amor y la española Herencia gitana (había que justificar el vestido, pero uno repite lo que oye) y hoy, 50 años y 38 discos después, es considerada una de las mejores cantantes de Latinoamérica, aunque ella no lo cree.

Cómo quieres que lo haga, le preguntaba Tania Libertad a su padre, que en toda ocasión le respondía: con sentimiento. ¿Qué es eso del sentimiento papá?, volvía a preguntar, aunque intuía que eso del sentimiento era algo que no se explicaba, pero que la hará cantar hasta que quizá llegue a los 100 años, dice Tania Libertad.

También le pegaré a los 100 años

La intérprete de Alfonsina y el mar dice: Mi madre tiene 99 años y soy del mismo tipo físico de ella. Pienso que también le pegaré al 100, claro, lo haré cantando, porque el día que ya no pueda, me dedico a otra cosa. El día que sienta que la voz ya no da o no sale como me gusta, pienso en el retiro, que cuando lo haga me iré a cocinar, que me encanta, o a producir, al cabo que he producido la mayor parte de mis discos, comenta Tania Libertad, quien estará acompañada en el recinto de Reforma por la Orquesta Filarmónica de Acapulco (dirigida por Eduardo Álvarez) y con la presencia del maestro Armando Manzanero.

–¿Se prepara para ese momento de retiro?

–No. Nadie se prepara ni para retirase ni para morir, pero soy autocrítica. Me critico todo, y como conozco mi carácter sé que diré que no quisiera vivir de la compasión (o solidaridad) que la gente pudiera tener por mí. No es mi proyecto, el mío es seguir haciendo cosas mientras esté entera. Mientras tenga ideas seguiré dando pelea. Cuando no, también me considero generosa como para aportar eso que he vivido y lo que sé a otra gente.

Asegura Tania Libertad, quien es seguida por gente de todo tipo y clase social y nivel cultural, que para ser una buena intérprete se tiene que estar en la calle; de todo se alimenta uno, se emociona y se conmueve, y eso es lo que regresas en el escenario.

–Hoy día, ¿qué la conmueve?

–Me conmueve lo que le pueda suceder a los desprotegidos, a los niños, a los enfermos, a los discapacitados... a esos que no pueden defenderse y que tienen un destino marcado. Uno quisiera tener 80 personas al lado para ayudar. Eso es algo que me duele. Es lo que más me hace sufrir, así como la pobreza, que ahora se ha convertido en miseria.

Recuerda: “Soy de una familia pobre. Mis hermanos fueron obreros en las haciendas azucareras en Perú, pero no recuerdo mi pobreza como una situación de miseria. Por lo menos tenía un par de zapatos al año, comía un pedazo de carne cada 15 días –aunque lo demás fueran frijoles y arroz–. Fui a una escuela, pero ahora siento que vamos hacia un fin del mundo provocado por nosotros mismos, a una degradación terrible que me pone al borde del llanto”.

–¿Los artistas pueden cumplir la función de promotores de esperanza?

–Mi repertorio siempre tiene canciones de esperanza. Cuando se necesitó fueron combativas, pero creo que hoy se necesita la canción de esperanza. Recurro a Yo vengo a ofrecer mi corazón, Razón de vivir y Honrar la vida, himnos dedicados a tratar de forjar un ser humano mejor, solidario, con mejores intenciones. México me duele, me lastima lo que le pasa, y por eso en los conciertos que doy esas canciones le gustan cada vez más a la gente.

No obstante, una ironía surge de esos rituales que son los conciertos: las canciones de esperanza también hacen llorar.

Al respecto, comenta: “Me pregunto por qué hago llorar a la gente; no es mi intención, pero llora conmovida, y es todo tipo de público, porque canto para jóvenes, para mayores, para gente sin recursos, de clase media, para los que tienen mucho; para políticos de todos los colores, y hasta en convenciones de médicos, que me quieren mucho.

Los galenos la siguen porque el poder universal de la música se vuelve vehículo de sanación.

Cuenta la anécdota de un neurocirujano muy importante en Estados Unidos, el doctor Alex Bernstein, quien sólo opera con su voz. Es decir, en cada una de sus intervenciones quirúgicas pone canciones de Tania Libertad. Si no pone mi música no opera. Me encanta esa posibilidad de ser intermediaria para la sanación.

Abunda: “La vida ha sido generosa conmigo. Luego de 50 años de cantar y seguir teniendo voz, emoción y ganas, es de agradecérselo. Ser ese conducto no es algo que te ponga a pensar, sólo sale porque sabes que vienes a este mundo con una misión, como todos. Creo que el destino es una mesa en la que ya está decidido adónde vas a llegar o quiénes serán tus amigos, cuáles tus logros... pero no es nada que se prepare como una pócima.

A la gran posibilidad de poder cantar y a la capacidad para llegar a los demás y transmitirles, lo único que le agregué fue vivir con pasión. Tratando de conocer a la gente, sus amores y sus ideas.

Luego de su concierto en el Auditorio Nacional, la cantante se presentará en Durango, en un homenaje a Chavela Vargas, en el que participarán Eugenia León, Natalia Lafourcade y Regina Orozco, en una reunión de mujeres que somos unas almas más elaboradas y capacitadas para recibir más cosas que los hombres.

Tania Libertad celebra 50 años de carrera en el Auditorio Nacional, a las 20:30 horas. Más informes al 5325-9000.