Sociedad y Justicia
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Pide Miguel López Ortigoza le sea reparado el daño a su salud

No avanza queja contra el Issste por tortuguismo de la Conamed
 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de agosto de 2012, p. 40

Luego de dos años de enfermedad, Miguel López Ortigoza sigue a la espera de que el personal médico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) le dé una explicación sobre el progresivo deterioro de su salud. Inició con una tos, cuyo origen nunca conoció, pero le duró un año y le ocasionó diversos trastornos, incluido daño renal por el que en los pasados 11 meses ha debido someterse a terapias de diálisis peritoneal.

Nadie responde a su exigencia de información, ni siquiera la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), adonde acudió en marzo para presentar una queja. Este organismo sólo ha podido indicarle que sigue a la espera del dictamen del comité de queja del Issste sobre los hechos denunciados por López Ortigoza.

Hasta que dicho documento llegue a la Conamed podrá programarse la cita para una audiencia de conciliación, informa el organismo en su sistema de consulta electrónico. Mientras tanto, el afectado –académico de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México– sufre las consecuencias de la enfermedad y el deficiente servicio médico en el Issste.

Desde hace 10 días permanece hospitalizado en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, por una supuesta infección en la zona del peritoneo, donde tiene el catéter para las diálisis.

Ingresó con fiebre, vómito y diarrea, y aunque los médicos han confirmado la necesidad de cambiar el catéter, no fijan una fecha para hacerlo.

Para el paciente, la situación que vive resulta incomprensible, porque anteriormente le hicieron un cambio de catéter, procedimiento que duró apenas dos horas y ahora llevo 10 días esperando.

Lo peor, dice, es que ninguno de los doctores que lo visitan a lo largo del día le explican la razón de la tardanza y de que deba permanecer en una cama de hospital cuando podría realizar sus actividades normales.

Desde que López Ortigoza, de 41 años de edad, enfermó la primera vez, hace dos años, la constante –dice– ha sido el maltrato de los médicos; primero los del Hospital Darío Fernández, que por sus ausencias le obligaban a reprogramar sus citas y retrasar diagnóstico y tratamiento.

Nunca fue informado sobre la causa de la tos, pero le dieron medicamentos que, en apariencia, le provocaron la falla renal. Al menos eso es lo que ha escuchado decir a algunos doctores del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, porque de manera oficial, el paciente no ha recibido ninguna información.

Por eso acudió a la Conamed, a la que solicitó su intervención para que le sea reparado el daño causado a su salud. El asunto 372/2012 está asignado a Arturo Carrillo Jaimes, titular del módulo 7.

El pasado 25 de abril el Issste presentó a la Conamed copia del expediente clínico y un informe médico sobre la salud de López Ortigoza. Está pendiente la entrega del reporte del comité de queja del instituto, por cuyo retraso la comisión envió el 16 de julio el recordatorio 1.