Espectáculos
Ver día anteriorMiércoles 2 de mayo de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Se aplica en cafés de tres provincias, pero en 2013 abarcará los 670 que hay en el país

Entra en vigor la ley que prohíbe el turismo de mariguana en Holanda

La medida, para acabar con los problemas de criminalidad, señala el gobierno

Algunos establecimientos de Maastricht siguieron vendiendo la cannabis; otros cerraron en protesta

Extranjeras aseguran que recurrirán a la compra ilegal para abastecerse, porque no dejarán de fumar

Foto
Durante las protestas contra la legislación en MaastrichtFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de mayo de 2012, p. 9

Maastricht, 1º de mayo. En tres provincias del sur de Holanda entró hoy en vigor la nueva ley que permite el acceso a los cafés exclusivamente a los ciudadanos holandeses, con el objetivo de poner freno al turismo de las drogas, proveniente de los países vecinos, sobre todo Alemania, Francia y Bélgica.

La nueva legislación, aprobada el pasado primero de enero, entró en vigor para los cafés de tres provincias del sur de los Países Bajos: Zelanda, Brabante y Limburgo. Está previsto que la medida se aplique en todo el país el año que viene.

Los cafés pueden vender, además de bebidas y comida, cantidades limitadas de cannabis para uso personal. El máximo legal de venta y de consumo en Holanda desde 1976 es de cinco gramos de cannabis. En esos establecimientos se pueden adquirir en el mostrador mariguana y hachís, ambos derivados de la cannabis, así como pipas, porros ya preparados u otros artículos para fumar. Los cafés no pueden vender alcohol o drogas duras.

Con la nueva ley, las personas tienen que acreditar su nacionalidad holandesa y registrarse en esos sitios, que por mucho pueden contar con 2 mil miembros domiciliados en el país y mayores de 18 años.

Onno Hoes, alcalde de Maastricht, ciudad fronteriza con Alemania y Bélgica, defendió la medida.

“Tenemos demasiados altercados (debido al ‘turismo de las drogas’). Los habitantes de Maastricht, tanto en el centro como en los barrios periféricos, se quejan cada vez más de problemas de criminalidad relacionados con las drogas. Con estas medidas, se pondrá fin a todo eso”, aseguró Hoes en declaraciones que hoy reproduce el periódico holandés NRC.nl.

No obstante, la legislación no es del agrado de todos. Poco después de que fue aprobada, los propietarios de 19 cafés de las tres provincias presentaron una moción ante la justicia con el objetivo de intentar frenar su aplacación, al considerar que se les obligaba a discriminar entre holandeses y extranjeros.

La justicia holandesa se pronunció la semana pasada contra la iniciativa y desestimó la demanda.

La Asociación Oficial de Cafés de Maastrich presentó un recurso contra la decisión, todavía pendiente de resolución.

Algunos dueños de los establecimientos de Maastricht siguieron vendiendo cannabis a los turistas este martes.

“Vengan, pueden entrar sin carné cannabis; estamos abiertos para todos”, dijo Marc Josemans, propietario de Easy Going, uno de los 14 cafés de Maastricht, dirigiéndose a una veintena de personas concentradas frente a la puerta de su negocio.

Dos belgas de 25 años, oriundas de Lieja, salieron del Easy Going con cinco gramos de cannabis cada una.

Las dos mujeres son parte de los 1.4 millones de los llamados turistas de la droga, principalmente belgas, alemanes y franceses, que cada año viajan a Maastricht para comprar cannabis.

Algunos beben un vaso de vino por placer, pero nuestro placer es fumar un porro, afirman las dos jóvenes, que dicen fumar mariguana a diario.

Willy, un belga de 53 años que vive en Eupen, este de Bélgica, vino para apoyar a Marc Josemans y sus acciones contra la ley.

“Soy consumidor de cannabis desde hace 30 años. Tengo cáncer de próstata y necesito mariguana para relajarme”, contó.

Los otros cafés de la ciudad cerraron el martes para protestar contra la nueva legislación, que obliga a los 670 establecimientos holandeses a convertirse en clubes privados.

Afectará empleo

Marc Josemans estima que la nueva legislación obligará a los propietarios, que emplean a 440 personas, a prescindir de una parte del personal.

En presencia de clientes y periodistas holandeses y extranjeros, dijo que había recibido una carta de la policía intimidándolo para acatar la ley en un plazo de 24 horas, lo que provocó abucheos entre los consumidores.

Por supuesto que no lo voy a hacer. Mañana voy a hacer exactamente lo mismo y el alcalde se verá obligado a cerrar mi negocio durante un mes, señaló Josemans, quien preside la Asociación de Cafés de Maastricht. Anunció que va a recurrir a la justicia.

El gobierno holandés estableció el carné cannabis para luchar contra los problemas –embotellamientos, ruidos nocturnos, venta callejera de droga– provocados por la afluencia de millones de extranjeros que van a comprar cannabis a Holanda.

Josemans sostiene que el carné cannabis no va a terminar con los problemas y, en cambio, va a desarrollar la venta callejera destinada a los clientes extranjeros.

Las dos jóvenes belgas están de acuerdo con Josemans y dijeron a la Afp que recurrirán a la compra ilegal para abastecerse de cannabis porque no piensan dejar de fumarla.