Sociedad y Justicia
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El acto, celebración del poder de los pueblos en favor del ambiente: organizadores

Cerca de 150 países participaron en la La hora del planeta

La Ópera de Australia y el Cristo de Río de Janeiro, entre otros, a oscuras durante 60 minutos

La meta, lograr un acuerdo mundial justo y vinculante para reducir la emisión de contaminantes

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Capitalinos se reunieron en el Monumento a la Revolución, cuyas luces fueron apagadas al sumarse a las manifestaciones por La hora del planetaFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Domingo 1º de abril de 2012, p. 33

Sidney, 31 de marzo. Este sábado, millones de personas en el mundo apagaron la luz durante La hora del planeta, como muestra del compromiso de luchar contra el calentamiento climático, en una operación que fue fotografiada desde el espacio por un astronauta.

Desde la plaza Tahrir en El Cairo hasta el Empire State en Nueva York, miles de ciudades de cerca de 150 países y territorios apagaron la iluminación de sus monumentos por 60 minutos.

En Sidney, ciudad que lanzó la operación en 2007, el puente de la bahía y la Ópera se sumieron en la oscuridad, así como la mayoría de rascacielos, bajo la mirada de los habitantes que acudieron a celebrar y a hacer un día de campo en el puerto, a la luz de la Luna.

Como siempre, las islas Samoa, en el Pacífico, fueron las primeras en apagar las luces, seguidas por Nueva Zelanda, cuyas ciudades se quedaron a oscuras de súbito.

Luego, la Gran Torre de Tokio hizo lo mismo, no así la torre Árbol del Cielo, que se eleva a 634 metros, el más alto edificio de telecomunicaciones del mundo, el cual será inaugurado en mayo.

El mejor medio para hacer conciencia

Vamos a pedirles el año que viene que apaguen las luces, dijo el vocero del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), Akiko Ishihara.

Los rascacielos de Hong Kong también se quedaron sin iluminar, lo mismo que, en Pekín, edificios como el Nido de Pájaro y la Gran Muralla. En Taiwán, la torre Taipei 101 y los edificios de la presidencia siguieron el movimiento de protección del planeta.

En Singapur, 32 centros comerciales y más de 370 empresas se sumaron a La hora del planeta, mientras en Filipinas cientos de comisarías apagaron las luces.

La sexta edición de esta operación tuvo este año nuevos adeptos como Libia, Irak y la Estación Espacial Internacional, que siguió la ola de extinción de las luces en su recorrido alrededor del globo.

No hay mejor medio para que se tome conciencia del futuro del más bello planeta del universo, dijo el astronauta holandés André Kuipers a bordo de la estación espacial, quien compartirá sus fotos en Internet.

Según WWF, el año pasado 5 mil 251 ciudades y mil 800 millones de personas de 135 países participaron en este movimiento.

La hora del planeta 2012 es la celebración del poder de los pueblos, subrayó el responsable de WWF en Australia, Dermot O’Gorman, quien añadió que cientos de millones de personas en diferentes países participan más allá de los 60 minutos en esta acción en favor de la Tierra.

En Nueva Delhi, tres monumentos famosos, como el India Gate, se quedaron a oscuras por una hora; sin embargo, para la población esto no cambió mucho la realidad cotidiana. Tenemos muchos apagones, ya estamos acostumbrados, dijo Sangeeta Dayal, residente de la capital india.

En Bombay, en cambio, los habitantes organizaron desfiles a la luz de velas en varias calles.

En Moscú, más de 75 grandes edificios y puentes quedaron sumidos en la oscuridad.

Las luces también se apagaron en las grandes torres de Dubai, como la de Burj Dubai, la más alta del mundo, y en otras ciudades de Medio Oriente.

En Marruecos, organizaciones civiles comprometidas con el desarrollo sostenible se unieron a este movimiento en ocho ciudades, entre ellas Marrakech, Fez y Rabat.

En Italia, al menos 350 comunas se unieron a la iniciativa de WWF, y la aplicaron en edificios célebres como la cúpula de la Basílica de San Pedro y el Palacio del Quirinal en Roma, el teatro de La Scala de Milán, la Torre de Pisa o la plaza San Marco en Venecia.

En Austria, las luces del Palacio Imperial de Schönbrunn, del ayuntamiento, de la oficina de la presidencia y de la cancillería también fueron apagadas.

Lo mismo ocurrió en Grecia, donde se apagaron la roca de la Acrópolis, en Atenas, y el castillo en la isla de Corfú.

En los Balcanes, más de 40 ciudades serbias, 32 croatas y, por primera vez, tres macedonias se unieron.

En España, la Sagrada Familia de Barcelona, la Alhambra de Granada, la Torre del Oro de Sevilla, el museo Guggenheim de Bilbao y el Palacio Real se sumaron algunos recién llegados, como la Basílica del Pilar de Zaragoza.

En Portugal, 83 localidades, incluidas Lisboa, Faro y Funchal, y más de 50 monumentos turísticos de la capital, como la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos, han anunciado su apoyo a la iniciativa.

En América Latina, Brasil apagó la luz del Cristo Redentor y de los Arcos de Lapa; en Perú el palacio de gobierno apagó sus luces.

En Argentina, Venezuela, Perú, Bolivia y Colombia hubo apagones en favor del planeta.

El cofundador de La hora del planeta, Todd Sampson en Sidney, recordó que originalmente se buscaba que los habitantes de los barrios del puerto de Sidney apagaran sus luces. Nunca pensamos que esto se iba a desarrollar así, dijo a la prensa.

Los daños irreversibles del cambio climatológico impactan a escala mundial con problemas de erosión, inundaciones, inviernos y veranos más agresivos, escasez de agua potable y eventos atmosféricos cada vez con mayor potencial destructivo.

WWF espera que el proyecto impulse la adopción de un tratado mundial ambicioso, justo y legalmente vinculante sobre el clima para reducir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, luego del fracaso de las pasadas cumbres climáticas.