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Economist Intelligence Unit

Informe regional

AL: a salvo, por ahora
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Periódico La Jornada
Martes 27 de marzo de 2012, p. 28

La mayoría de economías latinoamericanas deben de ser capaces de resistir cualquier efecto pernicioso de la crisis griega y la recesión en la zona euro (ahora que un colapso ya no parece inminente), como ocurrió tras la crisis financiera de 2008. También serían relativamente resistentes bajo dos escenarios claves: una profundización de la crisis europea o un fuerte descenso del crecimiento en China, según nuevos informes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, la región muestra aún cierta vulnerabilidad junto con sus fortalezas.

La capacidad latinoamericana de mantenerse fuera de las crisis es resultado en buena medida de un manejo más sensato de la política macroeconómica, mejores perfiles de deuda y cuentas externas, y del colchón que proporcionan unas reservas internacionales más elevadas y el acceso a capital externo.

Según el informe más reciente del BID, emitido este mes en su reunión anual en Uruguay, los balances en toda la región son más fuertes y la supervisión del sistema bancario ha mejorado. La mayoría de los bancos latinoamericanos no tuvieron exposición directa a la crisis de deuda soberana en Europa, aunque la gran presencia de bancos españoles en algunos países representa un problema, porque podrían verse obligados a reducir operaciones.

También el crecimiento regional ha seguido una tendencia a moderarse mientras Europa está en recesión y el crecimiento en EU es irregular. Luego de una expansión estimada de 4.3% en 2011, el PIB latinoamericano debe de crecer 3.6% este año, según pronósticos del BID (EIU también prevé esa cifra para este año, y una elevación a 4.2 en 2013), lo cual es todavía menor que el promedio de 5% de los dos años pasados, pero muy arriba de las tasas de la mayor parte del mundo desarrollado.

¿Y qué tal si…?

Bajo los dos escenarios negativos evaluados por el BID, el desempeño de AL sería menos favorable. Una profundización de la crisis europea produciría un fuerte descenso en los flujos de capital del comercio y la inversión hacia la región, y tal vez una reducción del crédito. Una baja fuerte en el crecimiento chino impactaría las exportaciones de productos primarios y los precios, en particular de los metales, lo cual dañaría a exportadores como Perú y Chile. Un menor crecimiento de la demanda en China tendría un efecto más benigno en exportadores de productos agrícolas como Argentina y Brasil. Sin embargo, los exportadores de productos primarios han construido reservas internacionales más fuertes en los dos años pasados, lo cual los protegería de tales sacudimientos.

Lo más tranquilizador para AL es que, según cree el BID, aun si ambos escenarios negativos se materializaran al mismo tiempo, la región sólo sufriría una recesión moderada.

Sin embargo, no todos los países reaccionarían con la misma prestancia a las fuerzas recesionistas. Algunos serían menos capaces que hace algunos años de adoptar políticas contracíclicas. Muchos países de AL tienen hoy balances fiscales primarios más pequeños, lo cual dificulta relajar de nuevo las políticas fiscales para contrarrestar una reducción de la demanda externa. En algunos, la preocupación por la inflación limitaría también la capacidad de relajar las políticas.

El BID hace notar que, de 23 países estudiados, sólo cuatro tienen amplio espacio para adoptar paquetes de estímulo fiscal adecuados. México, Chile, Colombia y República Dominicana están entre los menos capaces de enfrentar una nueva crisis con políticas expansivas. Brasil y Argentina están en posición similar a la de 2007, en tanto Uruguay y Jamaica se encuentran en mejor forma.

Fortalezas y debilidades

Si bien es probable que la región evite por sí misma las crisis financiera o las recesiones profundas, continúa mostrando vulnerabilidades preocupantes. Entre ellas está la creciente dependencia de las exportaciones de productos primarios y de la demanda e inversión de China. Otra son los grandes flujos de capital en años recientes, que han erosionado la competitividad de las exportaciones y podrían causar perturbaciones si se revirtieran de pronto. Un empeoramiento de la situación en Europa también podría generar más ventas de activos de bancos europeos en la región, así como una contracción del crédito que podría lastimar a los solicitantes de préstamos en AL.

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Promocional de la reunión anual de la asamblea de gobernadores del BID, a mediados de este mes, en la plaza Independencia, en Montevideo, UruguayFoto Xinhua

Sin embargo, los encargados de las políticas se han vuelto adeptos a usar normas prudenciales para reducir los riesgos inherentes a los flujos de capital y a la apreciación de divisas. En el futuro podrían también adoptar estrategias de resguardo y otras medidas para limitar el riesgo de caídas en los precios de productos primarios, sugiere el BID. Las autoridades locales podrían vigilar con cuidado la liquidez de los bancos locales y trabajar con instituciones europeas para minimizar las perturbaciones derivadas de cualquier reducción de operaciones.

En general, se cree que AL tiene suficientes fortalezas –cuentas exteriores y reservas internacionales más sólidas, acceso a crédito externo y a fuentes oficiales de crédito, regímenes flexibles de tipos de cambio, mejor control de crecimiento monetario e inflación– para evitar el peor contagio en un escenario de renovado estancamiento económico global.

Cauteloso optimismo

Los más recientes pronósticos básicos de EIU no anticipan ninguno de los escenarios analizados por el BID. El panorama mundial mejora, aunque esperamos que el crecimiento del PIB mundial sea menor este año que el pasado (2.1% en 2012 contra 2.5 en 2011). La economía de EU parece más boyante a últimas fechas: la creación de empleos ha repuntado y el crédito al consumo ha sido excepcionalmente fuerte. Parece improbable que EU caiga en recesión (prevemos un crecimiento de 1.9% este año), lo cual representa un beneficio para la mayor parte de AL. Con todo, los ingresos y gastos de EU, medidos en términos amplios, siguen débiles, y vemos vientos en contra de la economía en 2012.

La situación en Europa se ha calmado sustancialmente. El Banco Central Europeo inyectó más de medio billón de euros en bancos regionales a finales de febrero, lo que eleva el total de tales préstamos a más de un billón, luego de una inyección similar en diciembre. Estos préstamos han calmado los mercados financieros, y los réditos de los bonos gubernamentales italianos y españoles se han estabilizado a niveles más sostenibles. La restructuración de la deuda griega, el 9 de marzo, fue evidencia de un cambio en el sentimiento: el incumplimiento de pago, el mayor de la historia en una deuda soberana, fue ordenado y casi no generó reacción alguna en los mercados financieros.

La economía china continúa enfriándose y la balanza de pagos estuvo en déficit los primeros dos meses del año. Sin embargo, creemos que el gobierno sorteará con éxito el descenso, lo cual permitirá a la economía crecer 8% este año, aunque los encargados de las políticas fijaron recientemente una meta más baja de crecimiento del PIB a mediano plazo, de 7.5%.

Tenemos bajo observación una seria amenaza al crecimiento mundial: un potencial sacudimiento en los precios del petróleo. El precio del Brent fechado, referencia europea, pasó de 128 dólares por barril a principios de marzo, el nivel más alto desde julio de 2008. Las tensiones políticas por el programa nuclear de Irán están en aumento, y no se puede descartar un ataque militar de Israel contra instalaciones nucleares que le parezcan sospechosas. Una acción militar en Irán conduciría a un aumento catastrófico en el precio del petróleo, paralizaría la recuperación mundial y amenazaría con una nueva recesión. Aun sin esto, las tensiones en Medio Oriente mantendrán el precio del petróleo en niveles elevados durante el primer semestre de este año.

Fuente: EIU

Traducción de texto: Jorge Anaya