Con una serie de actividades en torno al universo literario y filosófico de Jorge Luis Borges (1899-1986) y la construcción de un laberinto, ayer se conmemoró en varios países al escritor argentino en el contexto del 25 aniversario de su fallecimiento.

Buenos Aires presenció la creación de una sala de exposición permanente dedicada al autor de El aleph en el Centro Cultural Borges (en función desde 1995), donde se exhibirán libros y publicaciones periódicas. Parte de este acervo se difundirá en el sitio Constelación Borges.

En Venecia se inauguró ayer un laberinto en la isla de San Giorgio, inspirado en el cuento El jardín de los senderos que se bifurcan y que desde hoy estará abierto al público. A la apertura del espacio, auspiciado por la Fundación Giorgio Cini, asistió la viuda del escritor, María Kodama.

La estructura, llamada El laberinto Borges, recrea un diseño del británico Randoll Coate, plantado en 2003 en los alrededores de la ciudad de Mendoza, en Argentina, el cual encendió sus luces a la par de la ubicada en Italia para tender un puente cultural entre ambos continentes.

Como en un espejo, la vista aérea del laberinto argentino permite leer Borges, e incluye elementos de la dimensión: relojes de arena, un bastón, signos de interrogación, los nombres Jorge y Luis ocultos, la cabeza de un león...

España participa en el homenaje, pues el Instituto Cervantes anunció actividades en más de 40 países. En tanto, el Centro de Arte Moderno de Madrid también ofrecerá un tributo con la exposición de primeras ediciones de sus libros, revistas literarias, poemas y periódicos. Destaca el original de Los Rivero, único proyecto de novela que inició.

Con la charla Borges en la literatura, el sicoanálisis y en las artes plásticas, mañana la Asociación Sicoanalítica Argentina reconocerá el trabajo del escritor.