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Los indígenas, trasladados a la fuerza a ciudades del sur del país

En peligro de muerte, los cuatro mapuches chilenos en huelga de hambre, alerta médico
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Imagen de archivo de un mitin frente al palacio presidencial en Santiago por la libertad de los mapuchesFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 9 de junio de 2011, p. 28

Santiago, 8 de junio. Los cuatro mapuches chilenos presos, José Huenuche, Ramón Llanquileo, Jonathan Huillical y Héctor Llaitul, cumplieron hoy 85 días en huelga de hambre y sufren daños irreversibles, y podrían morir en cualquier momento, aseguró Juan Carlos Reinao, el médico que los atiende, en tanto que Natividad Llanquileo, vocera de los indígenas, denunció que los huelguistas fueron trasladados a ciudades del sur.

Según explicó la madre de Huenuche, Juana Raimán, su hijo fue trasladado al hospital de Los Ángeles, Llanquileo a Concepción, Huillical a Nueva Imperial y Llaitul se quedó en el de Victoria.

Acá hubo una decisión de los tribunales y somos respetuosos, son ellos los que han tomado esta definición, dijo la portavoz oficial Ena von Baer, consultada sobre la posibilidad de que el presidente chileno Sebastián Piñera indulte a los indígenas, que exigen la anulación de un juicio que los condenó a 14 y ocho años de prisión .

Nos parece lamentable que hayan optado por la huelga de hambre, porque finalmente eso es una decisión que afecta a sus propias vidas, agregó la portavoz.

Ante la decisión de trasladarlos, Juana Raimán comentó que los quieren hacer comer a la fuerza. El martes hablamos con el director del hospital y acordamos que no los iban a trasladar de esta forma como los sacó. Los sacaron muy mal, los sacaron a la rastra, los tiraron arriba de la ambulancia. Fue harto feo como lo hicieron.

La madre de Huenuche relató que Llaitul quedó en el hospital de Victoria, pero lo sedaron, lo tienen amarrado ahí, esposado. No lo podíamos ver, no podíamos hablar, pero de esa forma lo tenían.

Millaray Garrido, esposa de Huenuche, relató que durante el traslado, que ocurrió a la hora de visitas, a Ramón lo llevaban colgando entre dos gendarmes y a pesar de que decían que era el más delicado de salud, lo arrastraron. Se lo tratamos de quitar, y los gendarmes nos golpearon a nosotros.

Agregó: Tratamos de detener el traslado, nos pegaron, nos empujaron, sin ninguna explicación. El director del hospital de Victoria, Joaquín Sanzana, no nos dijo del traslado y hasta ahora, cuando fuimos a hablar con él, se lavaba las manos con el asunto y nos mandó literalmente al diablo.

Para la directora del Instituto de Derechos Humanos, Lorena Fríes, quien estuvo con los huelguistas, la salida es política y ahí habría que ver manifestaciones de gobierno, del Parlamento, de distintos actores que pudieran avanzar hacia una salida que de momento no se ve. No puedo decir que haya una luz al final del túnel, finalizó.

Los mapuches iniciaron el ayuno tras ser condenados a penas de 20 a 25 años de cárcel por atentar contra el fiscal regional Mario Elgueta, en noviembre de 2008, y el robo con intimidación ese año.

La semana pasada la Corte Suprema confirmó el juicio que los condenó, aunque aceptó rebajar las sentencias a Llaitul de 25 a 14 años, y a Huenuche y Hullical de 20 a ocho años de presidio.

Los mapuches aspiraban a una anulación de la condena y la realización de un nuevo juicio, pues en el proceso se utilizaron procedimientos de una ley antiterrorista de la dictadura de Augusto Pinochet, como testigos sin rostros.

Los mapuches, la principal etnia chilena, suman unos 700 mil.