Sociedad y Justicia
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Los megadesarrollos turísticos son caducos y terminan por alejar al turismo: Fay Crevoshay

Cabo Cortés, nuevo proyecto de Fonatur que generará problemas de toda índole

Pone en riesgo la vida del arrecife de Cabo Pulmo y la salud ecológica de la región: Aburto

 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de abril de 2011, p. 44

La ocupación hotelera en centros turísticos de Baja California Sur, como la Paz, Cabo San Lucas y  San José del Cabo durante los años recientes registraron una ocupación debajo de 50 por ciento, por lo que un nuevo proyecto, como Cabo Cortés con 30 mil cuartos de hotel, generará más especulación, sostuvo Fay Crevoshay, directora de comunicaciones de Costa Salvaje.

Los megadesarrollos turísticos creados por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) son caducos, pertenecen al siglo pasado y, lejos de atraer turismo, acaban por alejarlo, agregó.

Recordó que la paraestatal planea otros modelos de este tipo en Barra de Potosí, Guerrero, y en Escuinapa, en Marismas Nacionales, entre Nayarit y Sinaloa,  donde provocarán problemas ambientales y socioeconómicos, generación de basura, mala calidad del agua, muchas personas en busca de trabajo, lo que incrementa exponencialmente la población, y sólo producen trabajos de baja paga; en otras palabras, terminan por destruir los paraísos naturales que en un principio atraían al turista.

Consideró que la especulación y la mala planeación de estos megadesarrollos dan mala fama a la inversión inmobiliaria turística en la zona noroeste de México. Toda la península de Baja California tiene muchos proyectos que al no estar bien capitalizados cayeron en bancarrota. La última moda es construir proyectos donde se prevenden casas-habitación, se construyen, los condóminos toman posesión y, antes de acabar el proyecto, los desarrolladores desaparecen dejando a los dueños en graves problemas, en obra negra y con pérdidas enormes.

Como ejemplo mencionó  Loreto Bay, plan parecido al que se pretende hacer en Cabo Cortés, en el que los promotores prometieron una desaladora, ya que en la región hay poco agua, y usar energía solar y eólica, pero no cumplió. Apuntó que el municipio de Loreto provee de electricidad y agua a los que compraron casa, todos estadunidenses, y el campo de golf se está secando.

En lugares como Cabo Pulmo se requiere turismo de aventura, gente que quiera bucear, subir montañas, ver belleza natural como ya no queda en otras partes del mundo; hablamos de gente que no quiere acampar, sino venir con su familia y quedarse en bonitos hoteles de bajo impacto, explicó Judith Castro, presidenta de la organización local Amigos por la Conservación de Cabo Pulmo.

Investigadores como Exequiel Ezcurra, presidente del Consejo Nacional de Áreas Protegidas y miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México, y Octavio Aburto, del Instituto de Investigación Scripps, de San Diego, han señalado que Cabo Cortés pone en riesgo la vida del arrecife de Cabo Pulmo y cuestiona severamente la salud ecológica de la región.

Los expertos han advertido que construir la marina que se incluye en el plan va a mover tanta arena y sedimentos que afectarán el arrecife; los químicos (como nitrógeno) que se usan en los campos de golf blanquean los arrecifes coralinos.

La llegada de entre 40 mil y 50 mil personas para vivir prácticamente sobre el arrecife (obreros y servidores turísticos que carecerían de servicios) también lo afectarán y la pregunta es de dónde se obtendrá el agua.

Sumado a ello, Octavio Aburto indica que los arrecifes son criaderos de peces y su salud afecta a toda la región: el arrecife de Cabo Pulmo ha vuelto a la vida después de que se prohibió la pesca 15 años; ahora tiene una cantidad de peces espectacular, como en sus mejores épocas, explicó. Si se afecta al arrecife, disminuirá rápidamente la cantidad de peces en toda la región, afectando la industria pesquera y al turismo que viene a pescar y a bucear para ver el arrecife y su vida marina.

Los cálculos de Aburto señalan que el arrecife tiene en promedio cinco toneladas de peces por hectárea, 60 por ciento de las cuales son especies depredadores grandes, como tiburones.