Las organizaciones de narcotraficantes radicadas en México dominan los mercados de cocaína, heroína y metanfetaminas en Estados Unidos, y entre 2009 y 2010 fortalecieron su posición como provedores de drogas ilícitas en ese país, en tanto que las organizaciones colombianas han disminuido su operatividad en territorio estadunidense, informó la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

En 2009, la distribución de drogas ilícitas a nivel medio y minorista en Estados Unidos se hallaba en gran medida bajo control de alrededor de 20 mil pandillas callejeras. Las alianzas con las organizaciones mexicanas permitieron a esos grupos ampliar sus actividades de distribución de drogas a costa de los traficantes independientes y de las pequeñas bandas locales, así como ampliar esas actividades a áreas más rurales y suburbanas, refiere el estudio de la JIFE en el apartado relacionado con América del Norte, donde se habla en específico del caso mexicano.

Al dar a conocer su informe 2010, el embajador Jorge Montaño, en su calidad de miembro de la JIFE, señaló que en el continente africano ha aumentado el tráfico de cocaína enviada desde naciones como Colombia y Brasil, y que en ello están involucradas organizaciones mexicanas, en tanto que en México se incrementó la producción de heroína de alta calidad, comercializada en territorio estadunidense.

Antonio Mazzitelli, representante regional para México, Centroamérica y el Caribe de la oficina de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra la Droga y el Delito, señaló que las estimaciones acerca del alza en la producción de heroína en México fueron realizadas por el gobierno de Estados Unidos, porque nuestro país no tiene la capacidad tecnológica para realizar sus propias evaluaciones.

Ante esa afirmación, el secretario técnico del gabinete de seguridad nacional, Alejandro Poiré, señaló que México revisará los datos de la JIFE, así como la metodología en la que se sustentó el señalamiento de que ahora se produce mayor cantidad de heroína de alta pureza.

El informe de la JIFE sustenta sus evaluaciones en informes de organismos internacionales en el ámbito policiaco y de procuración de justicia, como Interpol y la Organización Mundial de Aduanas, instancias que le proporcionan datos al igual que cada uno de los gobiernos a los que se fiscaliza.

Es por ello que el documento señala que la India y Bangladesh se convirtieron en zonas utilizadas para el envío de precursores químicos útiles para la producción de drogas en México.

Nuestro país sigue enfrentando dificultades causadas por las organizaciones de tráfico de drogas, que lo utilizan como principal punto de tránsito y origen de drogas ilícitas, y las organizaciones de narcotraficantes reaccionaron con violencia sin precedente ante las rigurosas medidas policiales adoptadas por el gobierno para desarticular sus operaciones, señaló el organismo internacional.

Durante la conferencia de prensa en la cual se dio a conocer el informe de la JIFE, Poiré Romero señaló que, “como nunca antes, nuestro país ha debilitado a las organizaciones criminales. México registra máximos históricos en la detención de los liderazgos criminales en el decomiso de armas, de vehículos, en decomiso también de dinero en efectivo y desde luego en la incautación de drogas.

“En menos de dos años, el gobierno de México ha inhabilitado a más de la mitad de los líderes criminales más peligrosos, identificados por la Procuraduría General de la República en marzo de 2009. En esta administración se han asegurado 245 por ciento más armas que durante el periodo equivalente 2000-2005, 129 por ciento más respecto a los años 94-99. Asimismo, en términos constantes, la incautación de dinero en efectivo, en moneda nacional, representa casi mil 300 por ciento más en el periodo actual que lo que va del 2000 al 2005 y 837 por ciento más que durante 1994-1999.”