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El 11 de marzo enfrentará a la italiana Galassi por título del CMB

Me hizo más fuerte el miedo a perder todo, dice Barbie Juárez

Está segura de que ganará; llegará jadeando al décimo asalto, vaticina

 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de febrero de 2011, p. a15

Los grandes ojos verdes de la campeona italiana Simona Galassi se cruzaron con los de su rival mexicana, Mariana Juárez.

Se miraron de pies a cabeza para confirmar, o desmentir, lo que imaginaban antes de conocerse en persona.

Hasta hace unos días lo único que sabía una acerca de la otra era el número de peleas registrado en las hojas de sevicio y que se enfrentarían el 11 de marzo en la ciudad de México.

La Barbie Juárez sonrió al ver a la europea: no es tan grande ni tan fuerte como la había imaginado, un poco por ese miedillo que asalta a los aspirantes, que casi siempre miran a los famosos como si fueran gigantes.

Inmediatamente calculó la distancia de sus brazos, la estatura y la fuerza que podría tener Galassi. Me pareció vulnerable, no débil, pero sí como alguien a quien es posible ganarle, dijo la mexicana sin grandes alardes.

La italiana, mientras tanto, abrió aún más esos ojos verdes que le dan un aire como de modelo de pasarela. Contra lo que pensaba Galassi, Mariana es más alta que ella y su cuerpo fibroso la constata como una peleadora fuerte. El lunes 21 de febrero ambas boxeadoras sufrieron un desengaño.

Después de ese primer acercamiento la confianza de Juárez creció significativamente. No parece arrogante cuando lo recuerda. De hecho, lo cuenta con mesura porque antes de esta oportunidad siempre experimentó un miedo profundo al fracaso.

“Un temor horrible a perder, a caer y tener que volver a empezar desde cero. Quedarme otra vez sin nada –confiesa la Barbie–, pero al final ese miedo a perderlo todo me hizo más fuerte y hoy ya no lo sufro.”

Juárez es pionera del boxeo femenil en México, una de las dos primeras pugilistas que se expusieron por ser precursora en un ambiente que pretendía ser exclusivo de los varones y que legalmente estaba prohibido en el país.

Una mujer que soportó todo en 13 años de carrera, recuerda Mariana. El escarnio y rechazo en los primeros combates entre boxeadoras, salarios ridículos, vejaciones e insultos de compañeros, mánagers y promotores, condiciones desfavorables para entrenar, así como peleas en el extranjero en las que todo estaba en contra.

Desencantada por ese rosario de adversidades, se alejó un tiempo del boxeo. Fue un año de retiro que aprovechó para convertirse en madre.

Poco después volvió; tuvo éxito, pero lo perdió repentinamente por una pésima promoción. Otra vez tocó fondo: en Tijuana, sin dinero y alojada con su pequeña en una accesoria.

Ni para la comida de mi hija tenía, recuerda. Y, como otras veces, se puso en pie como suelen hacerlos los boxeadores cuando la pelea va en contra.

Por eso, esta vez –asegura– le toca alcanzar el éxito de manera definitiva. Mariana Juárez hoy es campeona interina en peso mosca por el Consejo Mundial de Boxeo y peleará para arrebatar el cinturón absoluto de la división a Simona Galassi.

La Barbie está segura de que su perseverancia la conducirá inevitablemente a dar un golpe definitivo: Después de todo lo que he aguantado creo que me lo merezco. Si he trabajado tanto y soportado tanto, creo que mi destino será ganar.

No parece triunfalista, pero está segura de que el 11 de marzo vencerá a la italiana y advierte que llegará jadeando al décimo asalto.

Dice que le asestará una derecha a Galassi que la dejará enredada entre las cuerdas. La gente gritará de emoción y Mariana levantará las manos como la nueva campeona. Lo ha visualizado en lo que llega la fecha en la que el destino le pagará lo que merece.