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La reina de la fiesta es la acústica, afirma Teresa Vicencio en entrevista con La Jornada

El teatro de Bellas Artes reabrirá como un recinto de vanguardia

Después de dos años de trabajos de remozamiento e inversión de 600 millones de pesos, el palacio está listo para lucir más cómodo y seguro, adelanta la directora del INBA

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Teresa Vicencio en el teatro del máximo recinto cultural de México, ayer, durante la charla con La Jornada. La arquitectura del inmueble no se modificó sólo se intervino en la tecnología y el diseño de la sala principal, asevera la titular del Instituto Nacional de Bellas ArtesFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de noviembre de 2010, p. 4

El teatro del Palacio de Bellas Artes reabre sus puertas al público el viernes 19 de noviembre convertido en un recinto de vanguardia, en el cual, la reina de la fiesta es la acústica, señala en entrevista Teresa Vicencio, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Luego de dos años de trabajos y de una inversión de alrededor de 600 millones de pesos, el recinto cultural está listo para lucir más cómodo y seguro.

La cifra exacta del gasto que se realizó se tendrá el próximo 31 de diciembre, cuando terminemos de pagar a todos los provedores, afirma la funcionaria federal, quien indica que la cifra original de 400 millones se incrementó, debido a que hubo imprevistos y trabajos no considerados en el proyecto original.

Vicencio lo explica con un ejemplo muy doméstico, pero muy ilustrativo: dijo que “si un ama de casa hace el esfuerzo de cambiar la alfombra, al ponerla se da cuenta de que la puerta ya se ve viejita, y cuando la pone, se da cuenta de que tiene que pintar la pared, y cuando lo hace ya no le gustan las cortinas.

“Aquí no estaba contemplado en el planteamiento original el cambio completo de duela, o limpiar el mármol. También hubo algunos hallazgos y otros imprevistos.

“Hubo, sobre todo, decisiones de las cuales yo asumo la responsabilidad, porque la reflexión fue ‘si ya estamos cerrando la sala, si ya el pueblo de México no ha podido entrar en dos años, ¿cómo no vamos a limpiar el mármol?

La espera ha valido mucho la pena; vamos a entregar un Palacio de Bellas Artes para los próximos 50 años. Entregamos un proyecto completo, integral, que va a tener un uso de décadas. Esperemos que esta vigencia sea para eso, estamos entregando un recinto de la más alta tradición mexicana, pero equipado ahora con tecnología del siglo XXI.

La directora del INBA detalló que la mayor inversión fue en el foro, en la mecánica teatral (alrededor de 80 por ciento del presupuesto mencionado), se automatizaron muchísimos procesos que antes se hacían manualmente. Quiero insistir en que la inversión mayor fue en la tecnología y en la seguridad, en los sistemas eléctricos. No quiero ni siquiera pensar si había un riesgo, pero considero afortunadísimo que hayamos podido sustituir las instalaciones eléctricas e hidráulicas.

Para mejorar la acústica, los palcos dejaron de ser cuevas en donde el sonido se ahogaba. En lugar de tener espacio para seis personas, ahora sólo habrá cuatro sillas: “Adamo Boari (autor del proyecto arquitectónico original del Palacio de Bellas Artes) planteaba los palcos como están ahora, más pequeños, con los canceles hacia adelante.

“Con las correcciones que se hicieron, que incluye muchísimos elementos, hasta el material de la butaca tiene que ver con la acústica, así como la manera en la que está diseñada la concha, especial para el teatro.

Hace un rato escuché ya aquí a la Orquesta Sinfónica Nacional y se oye muy bien, comenta la funcionaria.

Si bien el aforo del teatro se redujo en 300 asientos, con lo cual ahora sólo podrán ingresar al recinto mil 600 personas en lugar de casi 2 mil, “ganamos un pasillo para que entren personas en silla de ruedas, pues esa cultura de accesibilidad no se tenía a principios del siglo XX, colocamos barandales y ganamos mucho más comodidad en el espacio para sentarnos en la butaca.

En el tercer piso ya no siente uno que se va a caer, se puede caminar tranquilo. En luneta, se quitaron las últimas filas para dejar las butacas hasta la columna y construimos cabinas de sonido.

Teresa Vicencio puntualiza que no se intervino para nada la arquitectura del inmueble, sólo la tecnología y el diseño de la sala principal: No se tocó un solo muro que tenga que ver con su estructura.

Nuevas salidas de emergencia, el telón de Tiffany restaurado, con sistema contra incendios, para que baje en automático, en caso necesario; reflectores que ya no requieren que se cambien manualmente las micas, capaces de producir juegos de luces como en el Auditorio Nacional, según dicen los trabajadores, son algunos de los cambios que podrá disfrutar el público asistente al renovado teatro del Palacio de Bellas Artes.

Respecto del recientemente aprobado Presupuesto de Egresos de la Federación para 2010, la directora del INBA dijo que la instancia a su cargo recibirá alrededor de 2 mil 400 millones de pesos, 300 más de lo que venía en el proyecto original, lo cual nos da un buen margen de maniobra, al liberar los recursos que se aplicaban aquí.