El premio Nobel de la Paz Al Gore aseveró ayer que éste es el momento de lograr un capitalismo sustentable y llamó a los gobiernos a cambiar políticas y leyes. Todos los países que tienen glaciares, adviritió, son los más afectados por el calentamiento global, pues se perdió 40 por ciento del polo norte; el resto podría desaparecer en dos décadas.

Durante una conferencia en el foro Negocios para el medio ambiente B4E, en Santa Fe, dijo: soy de aquellos que se quieren sentir optimistas de la reunión de Cancún, donde se realizará la 16 Conferencia mundial de las partes de cambio climático (COP16).

Antes, la coordinadora para América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Margarita Astrálaga, y el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Elvira Quesada, expresaron, por separado, que en diciembre será difícil lograr acuerdos vinculantes.

El ex vicepresidente de Estados Unidos llegó a México al mediodía y volvió a su país después de la comida, tras una conferencia para empresarios que expusieron sus acciones para reducir emisiones de gases de efecto invernadero.

Gore los apremió a promover, con el gobierno, cambios en leyes y políticas, así como acuerdos globales para hacer frente al calentamiento global. Muchas veces, aseguró, la comunidad de los negocios está por delante de la política. Agregó que las grandes transformaciones requieren incentivos, pues la crisis del clima no tiene precedente; nunca se había enfrentado algo así.

Indicó que en cien años hemos cuadruplicado la población del planeta; el impacto que tenemos es más fuerte, lo vemos en humedales, bosques y ecosistemas.

Aseguró que hay 19 países en los que ocurren incrementos de temperatura; también, nueve de los diez años más calientes se han dado en la pasada década. Hay sitios que jamás se habían inundado. Ahora las hubo en Chiapas, Tabasco, y otros donde antes hubo sequías, como en Tabasco.

Agregó que muchas ciudades están amenazadas debido a que baja el nivel de almacenamiento de agua en los glaciares. Todos los sitios del mundo que los tienen se ven afectados; 40 por ciento del polo norte ya desapareció y el resto se podría perder en los próximos 20 años. A medida que vemos el peligro, dijo, reconocemos la oportunidad de hacer algo para enfrentar el peligro y solucionar la crisis. Es el momento de lograr un capitalismo sustentable. Seguir sus principios e incluir los costos y beneficios.

Estados Unidos, dijo, puede ser líder mundial de negocios, por eso el cambio viene de abajo hacia arriba. Los gobiernos deben escuchar a los líderes de negocios.

Por su parte, durante la inauguración, Elvira Quesada consideró que todos los sectores tienen algo que aportar para atacar el cambio climático, pero aun si todos los gobiernos del mundo nos pusiéramos de acuerdo en reducir emisiones no podríamos solucionar el problema; precisó que hay naciones que no toman parte activa en la negociación.

Recordó que el año pasado había un sentimiento desbordado hacia Copenhague, de que se iban a resolver los problemas del mundo y no ocurrió. No buscamos que México tenga tan altas expectativas, sino soluciones realistas.

A su vez, Margarita Astrálaga sostuvo que los países productores de petróleo tienen menos urgencia en que se fijen acuerdos en la COP de Cancún, a diferencia de los que sufren por sequías, inundaciones y derretimiento de glaciares. Sostuvo que los bajos precios de gasolina y energía acentúan el problema.

Todos estamos preocupados por los costos y los riesgos. Debemos ver que esto nos da una gran oportunidad, porque podemos tener crecimiento económico y generar empleos. La Agencia Internacional de Energía ha calculado que para reducir en 50 por ciento el bióxido de carbono en 2050, el promedio de inversión anual será de mil millones de dólares, con lo que se generarían 20 millones de empleos adicionales, dijo.