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Familiares de víctimas de la dictadura repudian la iniciativa; muere Corvalán, ex líder comunista

Iglesia chilena propone indultar a ex represores
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Activista de un grupo de familiares de detenidos y desaparecidos de víctimas de la dictadura en Chile protesta frente al palacio de gobierno, en Santiago, en contra de una propuesta de la Iglesia católica para indultar a militares sentenciados por violar derechos humanosFoto Reuters
Corresponsal y agencias
Periódico La Jornada
Jueves 22 de julio de 2010, p. 25

Santiago, 21 de julio. La Iglesia católica chilena presentó este miércoles al presidente Sebastián Piñera una polémica propuesta de indulto, por razones humanitarias, a militares sentenciados por crímenes contra los derechos humanos pero que tienen un grado de responsabilidad menor y que han mostrado gestos de arrepentimiento, idea que fue criticada por la oposición y familiares de víctimas de la dictadura.

La Iglesia, que durante la dictadura (1873-1990) albergó y promovió a las organizaciones de derechos humanos, justificó su propuesta en un intento de reconciliación frente al bicentenario de la indepedencia de Chile, que se cumple en septiembre.

No olvidemos que no todos ellos tuvieron igual responsabilidad en los crímenes que se cometieron. A nuestro parecer no cabe ni un indulto generalizado ni un rechazo general del indulto para todo ex uniformado condenado por crímenes en la dictadura, señala el texto presentado.

En él se menciona como una forma de discernimiento, el grado de responsabilidad que tuvo cada uno, el grado de libertad con que actuó, los gestos de humanidad que tuvo y el arrepentimiento que ha manifestado por sus delitos.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Alejandro Goic, intentó justificarse al señalar que se pueden dar pasos de clemencia dentro del estado de derecho, del ordenamiento constitucional y de los tratados internacionales vigentes. Para el prelado, el planteamiento del clero no busca reabrir las graves heridas de ayer ni tampoco pretende que éstas se cierren por decreto.

La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, que se congregó en la Plaza de la Constitución, junto a organizaciones de derechos humanos y estudiantes, criticó la propuesta de la Iglesia católica. Hemos escuchado a monseñor Goic decir que ellos no van a excluir a nadie de esta propuesta. Cuando no excluyen, entonces incluyen a los violadores de derechos humanos, y eso es inaceptable, destacó la presidenta del movimiento, Lorena Pizarro.

La Iglesia, añadió, le dio la espalda a las víctimas de la dictadura, toda vez que presentó su propuesta sin escuchar la opinión de los familiares; al mismo tiempo, desconoció a los sacerdotes que murieron durante el régimen militar.

Pero la propuesta fue bien acogida por la derecha, que gobierna Chile, al definirla como una visión realista que no va a los extremos y es integradora, de acuerdo con el senador de la conservadora Unión Democrática Independiente, Patricio Melero.

La oposición, de su lado, rechazó el planteamiento. Cuando se invoca la misericordia, es precisamente lo que los violadores de derechos humanos no tuvieron con sus víctimas, dijo el diputado opositor Jorge Tarud.

En este contexto, a los 93 años falleció este miércoles el ex secretario general del Partido Comunista de Chile, Luis Corvalán Lepe, uno de los principales promotores del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende.

Detenido tras el golpe militar de Augusto Pinochet en septiembre de 1973 contra el gobierno de Allende, Corvalán fue relegado al campo de concentración de la austral isla Dawson junto a otros dirigentes de la Unidad Popular, y luego trasladado a los centros de tortura de Ritoque y Tres Álamos.

El dirigente comunista fue liberado en una absolución de 200 presos políticos que Pinochet concedió en 1976 tras una fuerte campaña internacional, pero en la que Corvalán fue canjeado por el disidente soviético Vladimir Bukovsky.

El intercambio sucedió en Zurich, Suiza, a petición de Pinochet, y permitió que el escritor disidente fuera liberado de la cárcel y asilado en la Unión Soviética. En 1988 Corvalán regresó a Chile de manera clandestina para encabezar la actividad de su partido en el proceso de recuparación de la democracia.