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Jorge Arturo Vargas dirige la obra en el Teatro Libanés

El desamor en el ocaso de la vida, tema del montaje La retirada
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de julio de 2010, p. a11

Las relaciones de pareja reflejan un territorio que no deja de ser un campo de batalla, donde uno de los dos sucumbirá o terminará siendo poseído por el otro, comenta Jorge Arturo Vargas, director de la puesta en escena La retirada (de William Nicholson ), que estará en cartelera 12 semanas a partir del próximo 16 de julio, en el Teatro Libanés.

Esta obra da otro ángulo sobre la idea de las relaciones de pareja y las relaciones amorosas, narra la vida “de una pareja con más de 30 años de matrimonio que decide separarse.

“La retirada abre una ventana para ver las consecuencias de ese hecho: muestra cómo el ser humano se puede sobreponer después de tocar fondos profundos, como la humillación, la autohumillación, la súplica, la crueldad, para de pronto encontrar la posibilidad de que resurja un ser humano nuevo y digno. Esto para los dos: quien abandona y quien es abandonado. Todo esto lo ve y lo vive el hijo único, de 30 años de edad”.

El director, con más de tres décadas en teatro, agregó que la circunstancia de la separación permite entender a las personas de la tercera edad o a las de edad madura, desde un ángulo de vida que regularmente se les niega, porque se cree que ya no tiene vida sexual o amorosa, por ejemplo, cuando en realidad no es así.

Lo interesante del texto de William Nicholson es que dentro de las circunstancias que hemos hablado, la vida de dos personas maduras, cercanas a lo que consideraramos el ocaso de la vida, se separan.

Los actores Rogelio Guerra, Nuria Bages y José María de Tavira son los integrantes de una familia que rompe la tradición monolítica.

Sobre el papel de José María de Tavira, Vargas explicó que más que representar la brecha generacional es testigo que ha decidido mantenerse lejano del hecho de la separación de sus padres. Así, al contemplar esta retirada, esta derrota, al ver la aparente crueldad del padre, vuelve a descubrir los lazos originarios que prevalece entre padres he hijos. Lo admirable es que recupera el respeto por sus ellos; en ese sentido, la obra es un viaje, una plataforma a la reconciliación con uno mismo, no necesariamente con la pareja, pues la pareja no es la solución al amor en tiempos contemporáneos.

La historia esta tratada de manera intemporal e indeterminada, aunque tiene coordenadas geográficas específicas por el autor; dura una hora con 30 minutos. El final no es complaciente, pues no engaña con una salida fácil, sino que muestra la vida como es.

El director rehuyó definir esta obra de teatro como drama o comedia, pues en tanto que reflejo de la vida no tiene géneros.

Las funciones serán los viernes a las 19:30 y 21:30 horas; los sábados a las 18:30 y 20:30 horas, y los domingos a las 17: 30 y 19:30 horas.

El Teatro Libanés se ubica en Barranca del Muerto sin número, entre Insurgentes Sur y Minerva, Teléfono: 5661-8130.

Boletos en taquillas del teatro y Ticketmaster. Precios: $400, $300 y $200.