Johannesburgo, 6 de junio. Argentina y Brasil, los gigantes sudamericanos con opciones de título en Sudáfrica 2010 protagonizarán un duelo a distancia con el Big Five europeo, que cuenta con España, Inglaterra, Italia, Francia y Alemania como principales bazas.

De las recientes seis ediciones mundialistas, cinco finales han supuesto un enfrentamiento de estilo entre sudamericanos y europeos, saldadas con tres victorias para el toque latino y dos para el futbol europeo, en principio más físico.

La historia marca que de los 18 torneos ecuménicos, nueve terminaron con choque entre europeos y sudamericanos, mientras siete se decidieron con un último partido entre equipos del viejo continente y dos entre combinados de Sudamérica.

Sin embargo, los sudamericanos podrían sacar ventaja de un factor que les ha sonreído en los 80 años de historia mundialista: son los únicos que han ganado fuera de su región, ya que Brasil rompió el molde al consagrarse en Suecia 1958, México 1970 y Corea del Sur-Japón 2002, mientras Argentina lo hizo en México 1986.

En cambio, los europeos únicamente se consagraron cuando el título se puso en juego en su continente, en nueve oportunidades.

De cara al primer Mundial que se disputará en África, españoles y brasileños son los principales candidatos, aunque el sorteo del pasado 4 de diciembre los dejó con la amenaza de un posible duelo en octavos, si uno termina primero de su grupo y el otro segundo.

En el caso del equipo de Diego Armando Maradona, su destino podría llevarlo a un emparejamiento en octavos de final con el vigente subcampeón mundial, Francia, y si pasa y la lógica se sigue respetando, en cuartos aparecería Alemania, rival contra el que jugó dos finales, en 1986 y 1990, con reparto de títulos.

No obstante, el duelo de estilos se fue diluyendo con el paso de los años por una simple cuestión: gran parte de sus jugadores militan en clubes europeos, por lo que sus entrenadores, Dunga y Maradona, plantean un esquema de juego con tinte de sacrificio y lucha, dejando la magia para las individualidades.

En la verdeamarelha, Kaká y Robinho son los encargados de sorprender con su velocidad, rodeados por un muro de correcaminos en el mediocampo.

Lionel Messi y Juan Sebastián Verón son sus espejos en la albiceleste, que tiene decidido apuntalar la defensa, en lo que supone un plan de juego menos arriesgado de lo que marca su historia.

Pero un viejo amigo y ex compañero de selección que ya estuvo sentado en el banquillo argentino, Daniel Pasarella, podría darle un consejo que hizo público hace algunos años, tras la eliminación de Argentina en la primera ronda en Corea del SurJapón-2002.

Me habría gustado decirle a Marcelo Bielsa algo que experimenté: en las eliminatorias, a los sudamericanos se les gana jugando a la europea, pero para vencer a los europeos en un Mundial, la receta no sirve, afirmó el Kaiser.

A ellos se les vence a la sudamericana. O sea, mucha posesión de pelota, rotación, armado más lento, juego asociado por abajo, cambio de ritmo, gambeta y apariciones por sorpresa, comentó.

Ésa es la fórmula de triunfo que aplicó España para ganar la Eurocopa 2008 frente a conjuntos de su región y le ha seguido dando resultados los años recientes de la mano de Vicente del Bosque, quien en medio de esta bipolaridad se anima a abrir una tercera vía.

Llevamos ya unos cuantos mundiales hablando de los africanos, pero siempre, por unas cosas o por otras, acaban por no llegar. Este año, que la copa es en un país de esa región, es posible que esa vitola de favorito que tienen se confirme, supone el ex técnico del Real Madrid.