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El sinaloense, Jardón, Canelo y Pintor sueñan ser campeones

Mejor ganar 300 pesos instalando equipos que ser narco: Bórquez
 
Periódico La Jornada
Sábado 19 de diciembre de 2009, p. a14

Uno combina la actuación con los puños, otro prefiere ganar 300 pesos instalando equipos de sonido, que ser narco en su natal Culiacán. El siguiente ya es campeón de la Federación Norteamericana de Boxeo y desea enfrentar algún día a Manny Pacquiao, y el último apenas está labrando camino y quiere emular a su tío Lupe Pintor.

En ese orden, ellos son Dante Jardón, Adalberto Bórquez, Saúl Álvarez y Mauricio Pintor. Cuatro historias distintas y con el único sueño que los identifica: ser campeones como los grandes, ganar fuertes bolsas de dinero en Las Vegas y retirarse en completo estado de salud.

El encuentro se dio ayer en el maloliente auditorio Antonio Haro Oliva de la Comisión de Boxeo del Distrito Federal, en el que sobresalía una vieja báscula entre paredes cubiertas de espejos, mientras un grupo de jóvenes se quitaba la ropa y se quedaba en trusas o boxers para la ritual ceremonia de peso previo a la función que se realizará hoy en el foro Scotianbank, en Polanco.

Con libreta en mano, el doctor Horacio Ramírez Mercado, de blanco y saco azul claro, anunciaba el peso que daba cada uno de los contendientes. Unos traían tatuajes de la Virgen de Guadalupe y otros de San Judas Tadeo en espalda y brazos. Las miradas serias de los mánagers contrastaba con la de algunos padres que acompañaron a sus hijos para darles la bendición y salir bien librados de sus combates.

Jardón era el más inquieto. Iba de un lado a otro y saludaba a todos, aún sin conocerlos. Hace dos años fue uno de los personajes del libro Danza y box: bálsamo y herida, de la investigadora Patricia Camacho Quintos (La Jornada, 25 abril de 2007) y ha grabado videodocumentales.

Dice que le gusta la actuación, pero prefiere el deporte de los puños, porque es su pasión. Le dicen el Loco y no sabe por qué, aunque recuerda que el apodo se lo pusieron en el gimnasio.

Ya quiero tirar golpes. No me gusta decir si ganaré por nocaut; hay que ir round por round y que sea lo que Dios quiera. Respeto mucho a mi rival, dijo en referencia a su adversario, Adalberto Bórquez, de 26 años, quien lo aventaja cino años en la edad y con 24 peleas por la vía del cloroformo, por 11 del capitalino.

Esta pelea será de choque desde el principio y no voy a darle ventaja, dijo el oriundo de Culiacán, quien tiene 12 años en el boxeo profesional y cuando no está en el cuadrilátero se dedica a instalar equipos de sonido en las Bandas, donde le pagan 300 pesos cada por contrato.

La presencia de Saúl Álvarez apenas es notoria. Llama la atención porque las cámaras de Televisa, empresa que lo patrocina, lo siguen a donde vaya, además de su cabello pelirrojo y su rostro cubierto de pecas.

El cuatro veces monarca wélter de la NABF espera tener cuatro o cinco peleas para acumular experiencia y entonces si, por qué no, enfrentar a Pacquiao en mayo, en el lugar que quieran, señala con voz retadora.

Entre sus planes ya no cuenta Julio César Chávez Jr, y ahora menos que manchó el nombre de México y el boxeo tras dar positivo en un control antidopaje.

Con cuatro peleas ganadas por decisión unánime, Mauricio Pintor, de 17 años, sabe que su apellido es un gran peso, por ser sobrino del ex campeón mundial gallo, al que vio pelear, de niño, por televisión y al que desea superar.