Guanajuato, Gto., 29 de octubre. Con un irreverente espectáculo tanguero que mezcla estilos como el folclor y el jazz, la Orquesta Típica Fernández Fierro se presentó en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas y deleitó al público juvenil con tangos nuevos, cuya letra refleja preocupación por la vida urbana.

Los músicos Federico Terranova, Pablo Jivotovschii y Bruno Giuntini, en los violines; Juan Carlos Pacini, en la viola; Alfredo Zuccarelli, violonchello; Yuri Venturín, contrabajo; Flavio El ministro Reggiani, Martín Sued, Pablo Gignoli y Julio Coviello, bandoneones; Santiago Bottiroli, al piano y Walter Chino Laborde, en la voz, conquistaron a los jóvenes con sus creaciones.

Rebelde ante los acontecimientos que se ven en las calles, la agrupación argentina, parecida a una banda de rock, presentó su disco más reciente, que lleva el nombre de la orquesta. Escucharla en vivo fue trasladar al presente la esencia del tango de Astor Piazzolla, Aníbal Bellini y Carlos Gardel, entre otros.

Sonoridad sin distorsiones

Con los primeros acordes del bandoneón, el público sólo miraba los movimientos de los intérpretes y escuchaba con atención las letras. Posteriormente el grupo animó a los jóvenes y los invitó a cantar y a bailar. La mayoría de asistentes optaron por permanecer en su lugar y sentir el ritmo en la cabeza, que movían de un lado a otro.

Respecto de su propuesta, que no sólo es tango, Jivotovschii explicó: No buscamos sonar distinto a otros. Los arreglos hacen que suene de otra manera el instrumento, quizá la búsqueda del sonido tal hace que suene fuerte, pero no hay distorsiones.

La orquesta, integrada por 12 argentinos, se ha convertido en uno de los intérpretes contemporáneos de la música tradicional de Argentina, aunque en sus presentaciones jamás se verá una pareja de baile sobre el escenario.

La agrupación, que aborda en sus obras las pequeñas tragedias urbanas, renueva la escena tanguera argentina al interpretar este género con pasión, actitud y un estilo único que ha acercado al público juvenil a la tanguería.

En su propuesta, el romanticismo del tango no existe; lo interesante y que le ha funcionado como grupo es la parte rítmica. Creada en 2001, la orquesta rompe paradigmas y esquemas en el escenario musical.

Con rastas, barbas y vaqueros gastados, los músicos se presentaron en el Festival Internacional Cervantino para poner a bailar a la juventud de Guanajuato con sus nuevos temas.

La orquesta, fundada con alma cooperativa, ha grabado los discos Envasado en origen, Destrucción masiva, Vivo en Europa y Tango antipático, en el que ya incluyen temas propios y de algunos compositores contemporáneos, como Alfredo Tape Rubín.

Además de presentarse en la Alhóndiga de Granaditas, la orquesta ofrece un concierto este jueves en la Calzada de las Artes del Fórum Cultural Guanajuato, de León.