La derrota electoral del Partido Acción Nacional (PAN) el domingo pasado tiene que ver con problemas de carácter interno, admitió ayer Juan Ignacio Zavala, coordinador de proyectos especiales del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del blanquiazul y uno de los colaboradores cercanos del dirigente nacional Germán Martínez, quien el lunes anunció su decisión de renunciar a la presi- dencia de ese partido.

Reconoció que en el blanquiazul se han incubado corrupción y vicios, como el reparto de candidaturas en función de la lógica de grupos y no de ganar elecciones. Sumado a ello, se generó una dinámica de que si se gana la contienda interna, entonces el triunfador se convierte automáticamente en gobernador, presidente municipal o diputado. Pero no, enfatizó, hay que ir a trabajar a la calle y ganarse la confianza de la ciudadanía, puntualizó.

El cuñado del presidente Felipe Calderón dijo que los panistas aprendieron muchos vicios y olvidaron las virtudes, a tal grado que es muy probable que el PAN tenga un problema de identidad ante los ciudadanos, es decir, quizá el problema es que la gente empieza a encontrar ciertas similitudes en los estilos y las formas de los candidatos del PAN respecto a los del PRI, lo cual es gravísimo, subrayó.

En entrevista con La Jornada, Juan Ignacio Zavala señaló que debe haber dos reflexiones sobre los resultados electorales del 5 de julio, Por una parte, el tema federal, en el que el blanquiazul logró acortar la brecha que lo separaba del PRI al principio del año –que era de más de 15 puntos en las encuestas de preferencia electoral– y obtener un tercio de la Cámara de Diputados.

Añadió que en ese ámbito las cifras logradas eran las esperadas, pero a escala de las locales, la derrota es estrepitosa. Esto es lo que tiene al partido vuelto de cabeza, y si no lo asumimos como tal, no vamos a poder avanzar y no vamos a aprender la lección.

Destacó además que se perdieron ciudades emblemáticas que fueron orgullo del blanquiazul por muchos años, y quizá ahí el problema radica en que estuvimos por muchos años y ya no aprendimos a ganarnos la calle. Aprendimos muchos vicios y olvidamos las virtudes, enfatizó.

Sobre el proceso de sucesión en la dirigencia del blanquiazul, expuso que la derrota fue de tal dimensión que ningún grupo interno puede decir yo gane y por eso me toca la presidencia. Todos perdimos, subrayó.

Sin señalar nombres de quienes podrían suceder a Germán Martínez en la jefatura del PAN, sostuvo que quien quede debe aglutinar muchos intereses y saber ponerlos en el foco común.

Consideró que la renuncia de Martínez Cázares permitirá la reflexión a fondo sobre lo que ocurrió en el blanquiazul, luego de manifestar que el partido tiene la obligación con los ciudadanos de decir qué se obtuvo de ese análisis, pues se trata de una institución de interés público.

Luego de la renuncia de Germán Martínez a la dirigencia del PAN, en este instituto político se registra un intenso cabildeo al interior de las corrientes y entre ellas, para determinar quiénes serán sus candidatos a la presidencia del partido.

Ninguno de los grupos ha definido a su abanderado, pero se espera que lo hagan en breve, pues el proceso de selección no durará más de 30 días a partir de la publicación de la convocatoria correspondiente, cuyos términos serán acordados el próximo lunes en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

No se descartan las alianzas entre algunos grupos y que se busque quitar a los calderonistas el control del partido, aunque esta corriente tiene mayoría en el Consejo Nacional, órgano encargado de elegir al dirigente.

Por lo pronto, cada grupo sigue barajando nombres de posibles candidatos, entre los que se encuentran senadores, embajadores, diputados, candidatos electos y miembros del actual CEN, como Rogelio Carbajal, secretario general del PAN.