Usted está aquí: domingo 23 de noviembre de 2008 Cultura Puntos de costura, danza que invita a penetrar la urdimbre del alma

■ A cargo de María Villalonga, la coreografía se presenta en la Casa del Lago

Puntos de costura, danza que invita a penetrar la urdimbre del alma

■ “Utilizo la acción mecánica de coser como metáfora del ir y venir de los pensamientos”, explica la creadora

■ Interpreta María José Montijano, e incluye poemas de Hilos, de Chantal Maillard

Carlos Paul

Ampliar la imagen Para esta pieza la coreógrafa tomó las instrucciones de un libro de costura "y las trastoqué, dejando ir entrelíneas lo que yo sentía", explicó en entrevista. En la imagen, María José Montijano Para esta pieza la coreógrafa tomó las instrucciones de un libro de costura “y las trastoqué, dejando ir entrelíneas lo que yo sentía”, explicó en entrevista. En la imagen, María José Montijano Foto: Luis Humberto González

Inspirada en los trabajos básicos de la costura –pliegues, cortes, zurcidos, frunces, puntos ocultos y dobleces– la coreógrafa argentina María Villalonga creo la pieza Puntos de costura básica, obra de danza contemporánea que se estrenó el pasado viernes 21, en la Casa del Lago.

La pieza es la segunda parte de una trilogía integrada por una obra sobre el tejido, titulada Teje que me teje, que les teje, que nos tejen (1999), y una tercera aún sin título, que estará inspirada en el bordado.

Villalonga creció en medio de una familia en la que coser y tejer son actividades cotidianas. De ahí que la idea de su trabajo sea utilizar el hilo y la urdimbre, la trama, “como metáforas y posibilidades de comunicar, conectar y transformar algo. El hilo como conductor que genera una nueva forma”.

En Puntos de costura básica “utiliza la acción mecánica de coser como metáfora de la entrada y salida de una tela; como ese vaivén del ir y venir, haciendo una analogía con lo que ocurre en la mente.

“Un poco como sucede en el ir y venir de los pensamientos, las emociones y sentimientos”, explicó la creadora escénica.

“Siempre me llamó la atención que esa acción tan mecánica, repetitiva, que es la costura, que aparentemente es tan sosegada –porque vemos a una persona en un estado casi de inmovilidad–, pero al mismo tiempo deja fluir todo un mundo interno a través del hilo.”

Hilo portador del alma

La idea de la pieza es que el espectador “entre en un espacio oscuro, como si ingresara a la urdimbre de una gran tela”. Dentro de la obra de costura, abundó Villalonga, “se podrá ver lo que la costurera dejó ir por el hilo.

“Vemos un cuerpo que adopta forma de aguja enhebrada por un hilo y que porta el alma de la costurera, sus secretos, pensamientos y sentimientos.”

Interpretada por la bailarina española María José Montijano, la coreografía integra poemas del libro titulado Hilos, de la escritora belga Chantal Maillard, residente en Málaga, así como textos de la propia María Villalonga.

La integran, además, música de Debussy y la composición sonora de Alejandro Loa.

En el caso de los textos “tomé las instrucciones de un libro de costura y las trastoqué, dejando ir entrelíneas lo que yo sentía”.

Aquí no hay una historia propiamente dicha, “se trabajó más con la idea de lo cíclico; es decir, de algo que siempre empieza y termina; acaba, pero todo vuelve a empezar. Para mí, eso es un poco esperanzador”, expresa la coreógrafa.

“Coser –concluye– requiere de una enorme paciencia, que guarda en su esencia la ilusión de una transformación.

“Es el desdoblamiento de una tarea íntima, doméstica, que deja filtrar en la trama, con cada puntada, la prolongación del alma de quien cose.”

Las funciones son: viernes, sábados y domingos, a las 19, 18 y 16 horas, respectivamente. Casa del Lago, primera sección del Bosque de Chapultepec.

 
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