Usted está aquí: domingo 31 de agosto de 2008 Mundo Sale de la prisión de Martutene el ex líder de la izquierda nacionalista vasca Arnaldo Otegi

■ Afirma que el conflicto histórico en Euskadi sólo se resolverá mediante diálogo y negociación

Sale de la prisión de Martutene el ex líder de la izquierda nacionalista vasca Arnaldo Otegi

■ Tras 15 meses de reclusión, entonó La Internacional y Eusko Gudariak con unos 100 militantes

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Ampliar la imagen El ex líder abertzale es felicitado por un compañero de partido a su salida de la prisión vasca El ex líder abertzale es felicitado por un compañero de partido a su salida de la prisión vasca Foto: Gara

Madrid, 30 de agosto. El ex dirigente de la izquierda abertzale (nacionalista) Arnaldo Otegi salió hoy de la prisión vasca de Martutene, donde permaneció 15 meses tras la ola de detenciones y procesamientos a miembros del “entorno” de ETA después de la ruptura de la tregua de la organización armada, y reiteró su convicción de que el histórico conflicto del País Vasco se resolverá sólo a través del “diálogo” y la “negociación”.

Tras entonar junto a unos cien militantes vascos La Internacional y el Eusko Gudariak, Otegi realizó unas breves declaraciones a los medios de comunicación, en las que ratificó su convicción en un futuro proceso de paz que ponga fin al conflicto vasco.

“Ese problema sigue siendo real, un problema que no se ha resuelto y yo considero personalmente que sólo se resolverá a través del diálogo y la negociación”, afirmó, tras concluir que es la única forma de que “Euskal Herria conozca un escenario de paz y democracia que le permita decidir su futuro y, al mismo tiempo, dentro de ese proceso, se libere a todos los presos políticos vascos”.

El 8 de junio de 2007, Otegi fue detenido en San Sebastián, unos minutos antes de que comenzara una conferencia de prensa, por orden del Tribunal Supremo, que ratificó una condena de 15 meses por un delito de “enaltecimiento del terrorismo” debido a su participación en un homenaje a José Miguel Beñarain Ordeñana, un histórico activista de ETA asesinado por el grupo paramilitar Batallón Vasco Español.

Cabe recordar que en esas fechas ETA ya había cometido al menos un atentado en que murieron dos migrantes ecuatorianos, después de la explosión de un coche bomba en el aeropuerto de Madrid-Barajas, el 30 de diciembre de 2006.

Se calcula que en la actualidad hay alrededor 900 presos vinculados con ETA, de los cuales casi 600 se encuentran en cárceles españolas. Entre ellos se incluye a los procesados y condenados por los supuestos delitos de atentados reivindicados por ETA, pero también a los del llamado “entorno” del grupo, es decir, de las organizaciones políticas, sindicales y sociales que coinciden con los planteamientos políticos de ETA.

Otegi, junto con el resto de la antigua Mesa Nacional de la ilegalizada coalición Batasuna, fue encarcelado en el contexto de un gran operativo policial para desarticular dichas organizaciones.

A pesar de su liberación, Otegi tiene aún cuatro causas pendientes, entre ellas un juicio instruido por el juez Baltasar Garzón, de la Audiencia Nacional, por un supuesto delito de “subordinación” de Batasuna a ETA cuando Otegi era su líder más público.

Este proceso sentará en el banquillo a 40 líderes vascos, entre ellos Joseba Álvarez, Joseba Permach y Rufino Etxebarría, quienes estuvieron en las conversaciones de paz del proceso en 2006.

Las otras tres causas pendientes de Otegi son por reunión ilícita y enaltecimiento del terrorismo.

La excarcelación de Otegi y, sobre todo, sus palabras de invitación a reanudar el proceso de “diálogo”, provocaron un alud de reacciones en España, entre ellas la del vicesecretario general del gobernante Partido Socialista Obrero Español, José Blanco, quien señaló que “no hay ninguna posibilidad de negociar con la izquierda abertzale, no hay posibilidad de retomar el diálogo; todas las puertas se han cerrado y la única posibilidad que tiene esa izquierda es convencer a la banda terrorista vasca para que abandone las armas”.

Mientras, Antonio Basaoiti, presidente del derechista Partido Popular en el País Vasco, afirmó que la figura de Otegi “está absolutamente amortizada desde el punto de vista político. Ha pasado a ser anónimo en estos meses y es como debe seguir”.

Por su parte, Mikel Irujo, vocero de la formación nacionalista Eusko Alkartasuna, señaló que “lo que está claro es que con Otegi o sin él, el mundo de Batasuna ahí está y es algo que deberían asumir otras fuerzas políticas”.

 
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