Usted está aquí: viernes 24 de agosto de 2007 Economía La compra de Aeroméxico se pagará con sus propios recursos: Di Costanzo

La aerolínea cuenta con $1,804 millones en caja, por ''venta de activos tangibles''

La compra de Aeroméxico se pagará con sus propios recursos: Di Costanzo

Es barata la oferta de 100 mdd por las acciones de la línea, consideran los pilotos

JUAN ANTONIO ZUÑIGA, NOTIMEX

Aeroméxico cuenta con casi mil 804 millones de pesos en caja, provenientes de la ''venta de activos tangibles'', los cuales forman parte de esta empresa, y rebasan en más de 700 millones al monto de la oferta pública presentada por los empresarios Alberto Saba Raffoul y Moisés Saba Masri para comprar, a través de la bolsa, la totalidad del capital social de la línea aérea, afirmó Mario di Costanzo, secretario de la hacienda pública del equipo del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

Apuntó que ''la compra de Aeroméxico será pagada con recursos de la misma empresa, y además dejará a los compradores un amplio margen de ganancia''.

La oferta pública, autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), considera un total de mil 91.6 millones de pesos por la venta de 100 por ciento de las acciones de Aeroméxico, de las cuales 60 por ciento se encuentran en poder del gobierno federal que, al término de la operación, recibiría 655 millones de pesos por ella, unos 55.5 millones de dólares.

''La venta de Aeroméxico es el desenlace de una operación viciada, que tuvo su origen en la manera como el gobierno, representado sobre todo por el IPAB (Instituto para la Protección al Ahorro Bancario) decidió vender Cintra, un corporativo que estuvo integrado por Mexicana de Aviación y Aeroméxico'', explicó Di Costanzo.

Según los informes financieros enviados por Aeroméxico a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), efectivamente en el rubro ''recursos generados en actividades de inversión'' figura un renglón denominado ''ventas de activos fijos tangibles'' con ingresos por mil 803.9 millones de pesos al término de junio de este año y el cual registraba 109.8 millones en la misma fecha de 2006, lo que representó un incremento anual de mil 543 por ciento.

Estos recursos por la ''venta de activos fijos tangibles'', precisó, forman parte de la compañía aérea y pasarían a poder de los empresarios que ofertan 1.10 pesos por acción para adquirirla; un precio menor a 10 por ciento del valor de los activos totales de la compañía pero con una liquidez que, al momento de cerrar la operación, les daría de facto una ganancia de 65 por ciento por su inversión.

Siempre con el respaldo de la documentación oficial, Di Costanzo recordó que, según un informe oficial del IPAB, entre el 9 de marzo y el 12 de abril de este año se vendieron más de 6.9 millones de acciones de Consorcio Aeroméxico a través de la Bolsa Mexicana de Valores, por las cuales se pagó 2.4620 pesos por cada título, 124 mayor al de 1.10 pesos por título que ofrecen Saba Raffoul y Saba Masri por ellas.

Mario di Costanzo refirió que el proceso de venta de Mexicana de Aviación, una de las dos grandes líneas aéreas que formaban parte de Cintra, estuvo viciado y lleno de irregularidades entre las que se mencionó el uso de información privilegiada por parte del Grupo Bancomer. Pero también, precisó, 85 por ciento de los 165.5 millones de dólares -alrededor de mil 804 millones de pesos- que pagó el Grupo Posadas, fueron depositados en la tesorería del Consorcio Aeroméxico. Esa proporción representa mil 534 millones de pesos en forma aproximada.

Precisamente el uso de información privilegiada por parte de Grupo Bancomer, dijo, ''tuvo serias implicaciones en la posibilidad de lograr una buena venta en el caso de Aeroméxico, ya que con las aerolíneas vendidas por separado, éstas jamás alcanzarían un valor de 800 millones de dólares'' como se pretendió en un principio.

Así, resultará prácticamente imposible que el IPAB pueda vender Aeroméxico en más de 200 millones de dólares y, ''al final del día, Cintra se habría vendido en aproximadamente 330 millones de dólares, cuando pudo haber obtenido 800 millones''.

La oferta pública de compra de las acciones de Aeroméxico, autorizada por la CNBV a Saba Raffoul y Saba Masri, no se acerca al planteamiento de maximizar el valor de los activos como establece la propia ley del IPAB, señaló el secretario de la hacienda pública del equipo de López Obrador.

''El gobierno, poseedor de 60 por ciento de las acciones de esta compañía no es ajeno a esta operación, exenta del pago de impuestos. Está dispuesto a vender y malbaratar Aeroméxico. Pero es más grave aún que la compra de la compañía aérea sea pagada con recursos de la misma empresa y deje, además, un amplio margen de ganancia a los adquirientes''.

Compran barato y no invierten

La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) consideró que la oferta de 100 millones de dólares para la compra de las acciones de Aeroméxico es barata, en relación con sus pasivos.

''Lo que hemos estando observando es que la empresa se encuentra en un precio promedio de 191 a 195 millones de dólares'', declaró el secretario general de la ASPA, Dennis Anthony Lazarus Jaber.

En opinión del dirigente sindical, la oferta del empresario Moisés Saba ''no deja de ser atractiva'', pero se deberá valorar en términos de los pasivos que tiene Aeroméxico. Por ejemplo, mencionó, Copa Airlines tiene 30 aviones y un precio de mercado de 2 mil 600 millones de dólares; Aeroméxico tiene 70 aviones, y hoy se oferta por sólo 91 millones de dólares. ''Habría que meterse a los números y ver todo el pasivo que tiene la empresa, meterse a los números para ver el valor real que tiene'', sugirió.

Agregó que los ingresos de la compañía ascienden a más de 2 mil millones de dólares al año, además de poseer una marca y prestigio. Por ello, agregó, se requieren ajustes para que ese dinero se quede en México, porque hay muchas fugas, y muy poco se queda en el país.

El representante de los pilotos que operan los aviones de Aeroméxico externó que para ese gremio no es tan preocupante quién va a comprar, sino el monto de las inversiones que inyectarán los nuevos propietarios.

''La experiencia nos enseña que compran barato y no invierten; creen que solamente con los trabajadores pueden sacar adelante una empresa de esta magnitud, y no es así'', advirtió.

El capitán Lazarus dijo que lo importante para competir es inyectar capitales, crecer compitiendo, comercializando, ''y ese es el trabajo que tienen que hacer ellos, los compradores''.

Explicó que Aeroméxico ''ha seguido reinvirtiendo en la renovación de su flota, pero a cambio de endeudamiento'', debido a que la Ley del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) no permite la inyección de capitales frescos a la empresa, que se ha tenido que endeudar para adquirir 70 aeronaves.

 
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