Usted está aquí: viernes 13 de julio de 2007 Mundo Rusia, dispuesta a negociar en la ONU situación de los Balcanes

EU y Europa insisten en la independencia de Kosovo

Rusia, dispuesta a negociar en la ONU situación de los Balcanes

JUAN PABLO DUCH

Moscú, 12 de julio. Aunque considera que Serbia y Kosovo deben negociar hasta alcanzar un acuerdo que los satisfaga, sin poner límites de tiempo, es probable que Rusia acepte someter a consideración del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el tercer borrador de resolución sobre ese conflicto territorial en los Balcanes, texto que los expertos de la cancillería local comenzaron a estudiar este jueves.

Frente a las presiones occidentales de calificar de "predeterminada" la independencia de Kosovo, el documento representa un respiro para Serbia, porque abre una nueva ronda de negociaciones directas entre ambas partes.

Promovido por Francia y Gran Bretaña, con la anuencia de Estados Unidos, el borrador evita el veto ruso a la versión maquillada del plan de arreglo político elaborado por el enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari, inaceptable para Rusia pese a las enmiendas que se introdujeron en el segundo proyecto.

Si bien el documento contiene una importante concesión a los planteamientos de Rusia, omite la mención anterior de que si al cabo de cuatro meses tampoco hay entendimientos definitivos sobre el estatuto de Kosovo, de inmediato se instrumentaría el plan Ahtisaari.

Condiciones de Rusia

Ya no se habla de aplicar sin el consentimiento de una de las partes implicadas (Belgrado) el plan -que también, en opinión de Moscú, reconoce de facto la independencia de Kosovo y, en la práctica, despeja el camino para su separación de Serbia- y se anota que si fracasa esta ronda negociadora el tema volverá a ser discutido en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, "a la luz de la situación" que se tenga entonces.

Parece difícil que en tan breve lapso Kosovo, que reivindica su independencia con apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea, se conforme con la amplia autonomía que, respaldada por Rusia, le ofrece Serbia, que mantiene como innegociables tres temas clave: integridad territorial, fuerzas armadas y política exterior.

Es de suponer que dentro de 120 días se volverá al punto de partida: Estados Unidos y sus aliados europeos tratarán de reanimar el plan Ahtisaari, en su enésima versión retocada, y Rusia, usando la carta del veto, insistirá en que Serbia y Kosovo deben seguir buscando una solución.

Sin embargo, el previsible fracaso de las negociaciones dará a Estados Unidos y a la Unión Europea un argumento adicional en favor de reconocer la independencia de Kosovo, sin esperar una resolución de la ONU que la avale.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.