Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 12 de noviembre de 2006 Num: 610


Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
El ingeniero Sandoval
FERNANDO HIRIART
Elogio fúnebre
JAVIER BARROS SIERRA
Historias de construcción
ROLANDO CORDERA CAMPOS
Raúl Sandoval y Juan Rulfo
ALBERTO VITAL
Rulfo en el Papaloapan: algunos documentos
JORGE ZEPEDA
Un texto y dos esbozos
JUAN RULFO
La selección mundial de la poesía visual
RICARDO BADA
Al vuelo
ROGELIO GUEDEA
Mentiras transparentes
FELIPE GARRIDO

Columnas:
Y Ahora Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Indicavía Sonorosa
ALONSO ARREOLA

Tetraedro
JORGE MOCH

(h)ojeadas:
Reseña de Pedro Granados sobre Fressia y la poesía peruana

Novela
Reseña de Jorge Alberto Gudiño sobre La magnitud de los daños

Ensayo
Reseña de Enrique Héctor González sobre Cuatrocientos años (y uno más)


Directorio
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Fernando Hiriart

El ingeniero Sandoval


Puente del ferrocarril sobre el Papaloapan. Foto: Juan Rulfo, El primer número de la revista de la Comisión del Papaloapan.

A los cuarenta años de edad, Sandoval era uno de los mejores ingenieros mexicanos, y su gran capacidad e inquietud le permitieron, en su corta vida, trabajar y distinguirse en casi todos los campos de la ingeniería civil. Terminó sus estudios de ingeniero civil en 1939 e ingresó a la Comisión Nacional de Irrigación, como jefe de una brigada de estudios topográficos. Un año después pasó al Laboratorio de Ingeniería Experimental; durante ocho años intervino en el proyecto de todas las grandes obras hidráulicas que emprendieron la Comisión Nacional de Irrigación y la Secretaría de Recursos Hidráulicos. Entre los trabajos más notables que desarrolló en esa época conviene señalar los siguientes:

• Por primera vez en México utilizó la fotoelasticidad para señalar la distribución de esfuerzos entre estructuras, aplicando esta técnica al diseño de la presa de Las Vírgenes, cuya cortina de contrafuertes de cabeza redonda es en su tipo la más alta de América.

• Proyectó el vertedor de demasías de la presa Sanalona, utilizando modelos hidráulicos, contribuyendo al desarrollo del diseño de vertedores en abanico. Este tipo de vertedor es una creación de la ingeniería mexicana y se ha utilizado desde entonces en casi todas las grandes presas.

• Realizó estudios y pruebas de mecánica de suelos aplicándolos al proyecto de la presa de Valsequillo.

• En colaboración con los ingenieros de Allis-Chalmers y en los laboratorios de esta compañía, en Milwaukee, Estados Unidos, diseñó un tipo especial de válvula de mariposa que se utilizó en la presa de El Palmito.

• Diseñó y dirigió la construcción de nuevos laboratorios de ingeniería experimental, en Tecamachalco.

• Realizó estudios del subsuelo del valle de México e investigaciones de hundimientos y sus causas.

• Proyectó las presas de El Tintero, Tacotán, Excamé y Endó.

• Llevó a cabo investigaciones sobre los esfuerzos dinámicos en estructuras por medio de modelos elásticos y fotoelásticos.

En 1943 Sandoval dejó los laboratorios de investigación y los proyectos para dedicarse a la construcción de obras, distinguiéndose aún más en este campo. En cinco años que dedicó a esta labor, dirigió la construcción de grandes edificios, puentes, túneles, presas, caminos y plantas hidroeléctricas. Tolo lo hizo bien y a tiempo, utilizando los procedimientos de construcción y equipos más adecuados y tomando siempre en cuenta las condiciones especiales del país, sin tratar de adoptar técnicas extranjeras. Sus obras más notables son las siguientes:

• Construcción en un año de los multifamiliares Presidente Alemán, capaces de alojar 5 mil personas.

• Construcción del puente de Barranca Honda, que es el arco de concreto de mayor claro en nuestro país. Esta estructura, además de ser un puente carretero, soporta una tubería de acero que forma parte de la conducción de agua de la presa de Jicalán a la planta hidroeléctrica de El Cóbano.

• Construyó las presas de Jicalán, El Cóbano y Piedras Blancas.

• Construyó la planta hidroeléctrica de El Cóbano, proyecto que incluye canales, túneles y la más importante casa de máquinas subterránea de América.

Durante este período dedicado a la construcción, Sandoval no abandonó la investigación. Fue uno de los fundadores de los laboratorios ica e intervino en la solución de problemas de cimentación de grandes edificios, en el estudio de los hundimientos del valle de México y en el proyecto de las obras cuya construcción dirigió.

En 1953 Raúl Sandoval fue nombrado vocal ejecutivo de la Comisión del Papaloapan. Durante los primeros meses de su gestión continuó en el plan de ingeniero, y se ocupó de terminar la presa Miguel Alemán en un tiempo excepcionalmente corto. Durante seis meses se trabajó día y noche colocando 30 mil metros cúbicos diarios de tierra y roca. En esta forma se logró terminar la presa antes de la temporada de lluvias, evitando así la inundación de la zona del bajo Papaloapan. Después Sandoval se transformó; el problema de desarrollar la Cuenca no fue sólo de ingeniería ni de proyección y construcción de obras, sino el planeamiento del desarrollo armónico de una enorme región con gran variedad de climas, sin comunicaciones y con un millón de habitantes que, por el aislamiento en que habían vivido, prácticamente no sabían leer y muchos de ellos ni hablar español. Esta tarea que requería la dirección de un estadista más que la de un ingeniero, fue llevada a cabo con un éxito completo por Raúl Sandoval.

Con la cooperación de economistas, ingenieros, agrónomos, geólogos, biólogos, educadores y demás especialistas, estudió, planeó e inició el desarrollo integral de la Cuenca, construyendo caminos, escuelas, hospitales, saneando grandes regiones, desmontando zonas de cultivo, fomentando la minería, formando cooperativas agrícolas y, en resumen, tratando de aprovechar hasta lo último todos los recursos de la Cuenca para procurar el mejoramiento moral y económico de todos sus pobladores.

Sandoval desapareció cuando dedicaba su gran capacidad de trabajo, su clara inteligencia, su espíritu crítico y sintético y su fortaleza física a esta enorme tarea. En la Cuenca del Papaloapan todos lo conocían, lo estimaban y respetaban. Yo tuve el privilegio de ser su amigo y compañero de trabajo durante muchos años. Considero que su pérdida es irreparable.