Usted está aquí: viernes 24 de febrero de 2006 Mundo Advierte la Unión Internacional de Ulemas musulmanes del riesgo de guerra civil en Irak

Los poderosos de Occidente podrían enfrentar la furia de los musulmanes, dice Irán

Advierte la Unión Internacional de Ulemas musulmanes del riesgo de guerra civil en Irak

REUTERS Y AFP

Ampliar la imagen Chiítas paquistaníes marchan por calles de Karachi para protestar contra el atentado en Samarra y las caricaturas de Mahoma Foto: Reuters

Ampliar la imagen Iraníes con fotos de los ayatolas Rojula Jomeini y Alí Jamenei se manifiestan en Qom Foto: Ap

El Cairo, 23 de febrero. La Unión Internacional de Ulemas Musulmanes advirtió este jueves del riesgo de una guerra civil en Irak, al asegurar que los sunitas no pueden ser los autores del ataque contra el mausoleo "que han guardado durante siglos", mientras Irán advirtió a los "poderosos de Occidente" que podrían enfrentar la furia de los musulmanes en represalia al ataque lanzado el pasado miércoles contra la Mezquita del Domo Dorado, en Samarra.

En comunicado entregado a los medios de comunicación, la organización de los ulemas, que agrupa a unos 300 religiosos sunitas, advirtió a los iraquíes, tanto sunitas como chiítas, del peligro de "caer en la trampa" de la guerra civil, ante el temor de que aquellos paguen con la misma moneda un día después del ataque contra la emblemática mezquita que representa para los chiítas la misma veneración que tienen los creyentes católicos para la Basílica de San Pedro, en Roma.

En este sentido, la Liga Arabe, con sede en El Cairo, llamó al pueblo iraquí "a la contención y a hacer frente a todos los actos de violencia que tienen por fin perjudicar su unidad".

Pero el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, sí se atrevió a lanzar una acusación, y advirtió a los "poderosos de Occidente" como Estados Unidos, además de Israel, que podrían enfrentar la furia de los musulmanes tras el bombardeo contra la mezquita chiíta de Irak.

"Estos atroces actos fueron cometidos por un grupo de sionistas y los ocupantes que han fracasado en enfrentar la lógica y la justicia islámica", dijo el mandatario.

En Beirut, decenas de miles de chiítas, partidarios del movimiento radical Hezbollah, se reunieron en los suburbios del sur de la ciudad para protestar contra el atentado a la mezquita.

El jefe de esa milicia, Hassan Nasrallah, opinó que el ataque a la Mezquita del Domo Dorado busca "sembrar la discordia entre sunitas y chiítas", y que los principales beneficiados son los takfiris -extremistas sunitas que no consideran musulmanes a los chiítas-, los israelíes y el ocupante estadunidense.

En Kuwait, cientos de chiítas, minoritarios en el país, se manifestaron contra la ocupación de Irak y advirtieron del riesgo de sedición confesional.

En Occidente, en tanto, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, denunció el atentado como "acto político" que, dijo, busca sembrar la discordia entre las comunidades chiíta y sunita.

"Las voces de la razón de todos los ámbitos de la vida iraquí comprenden que este atentado busca crear un enfrentamiento civil", declaró el mandatario estadunidense, quien subrayó su voluntad de trabajar para "permitir que ese país encuentre el camino de la democracia".

La misma reacción de inquietud la tuvo el gobierno laborista de Gran Bretaña. El ministro de Relaciones Exteriores, Jack Straw, resaltó que el riesgo de que se produzcan problemas entre comunidades es mayor a partir de ahora, por el atentado.

"Creo que Irak, sin embargo, va a evitar la guerra civil", añadió el jefe de la diplomacia británica.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas señaló "con inquietud que estos actos sacrílegos y criminales fueron cometidos con el fin de inflamar las tensiones entre comunidades y de comprometer las perspectivas de paz y estabilidad" en la nación ocupada por la coalición que encabeza Estados Unidos.

El gobierno de Canadá, a su vez, opinó que el atentado trata de atizar las tensiones sectarias y hacer descarrilar el desarrollo democrático en Irak.

Los chiítas acusaron a los sunitas de ser los responsables del ataque contra el mausoleo de los imanes Alí Hadi y Hasan Askari en Samarra, ciudad sunita ubicada al norte de Bagdad.

El atentado no ha sido reivindicado por organización alguna, pero de acuerdo con Estados Unidos lleva la marca de la red Al Qaeda, que encabeza Osama Bin Laden.

 
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