Usted está aquí: jueves 13 de octubre de 2005 Cultura Aleccionadora lectura de Macbeth ante un público que llegaba con ansiedad y salía conmocionado

La trouppe británica Out of joint presentó cinco funciones en el teatro Cervantes

Aleccionadora lectura de Macbeth ante un público que llegaba con ansiedad y salía conmocionado

PABLO ESPINOSA ENVIADO

Guanajuato, Gto., 12 de octubre. La trouppe británica Out of joint culminó hace días en el teatro Cervantes un tremendo tour de force de cinco funciones consecutivas con su brutal, aleccionadora lectura de Macbeth, obra de William Shakespeare.

Durante la misma jornada ocurrió el homenaje a Cervantes a cargo de Jordi Savall y su grupo Hesperion, lo cual abrigó una coincidencia afortunada, pues el autor de Macbeth, según lo ha hecho notar en estas páginas el crítico Harold Bloom, comparte con el autor de Don Quijote un lugar de supremacía en el estudio del alma humana, además de otras convergencias espacio-temporales en el imaginario del orbe.

La adaptación de Out of joint al texto shakesperiano en la fiesta cervantina cobró vida, además, en el teatro Cervantes, donde en todas las funciones ingresaban ríos humanos llenos de ansiedad y salían conmocionados.

Y no era para menos, porque el montaje de los 11 actores británicos de raza negra, con excepción de una actriz de piel blanca, que encarnó a lady Macbeth, trastoca por completo al espectador con su dislocamiento de los espacios y la manera de narrar, pues la obra transcurre en tres escenarios atípicos, ninguno de los cuales es el escenario principal.

Homenaje a Shakespeare

La idea de mover la escena fuera de la tradicional pasividad de las acciones frente al butaquerío quedó dispuesta en tres secciones: la inicial en el vestíbulo, con un ritual africano que culmina en un levantamiento guerrillero en la Sierra Leona; la segunda transcurre -siempre con los espectadores como parte activa del montaje-, atrás del escenario, adonde es llevado el público aterido, incómodo no sólo física sino emocionalmente de acuerdo con la intención de la puesta en escena.

El tercer episodio alterna una mesa de banquete en la que se sientan inclusive, como invitados, algunos representantes del público y culmina en el trasfondo del escenario y del mensaje moral del texto de Shakespeare. Genial, sencillamente genial esta lectura contemporánea, puesta en carne y sangre en el alma de quienes encarnan la historia de hoy día.

La condición humana es el tema y sus emociones destructivas la encarnación del sufrimiento: la envidia, la ambición, la codicia, la crueldad, todo esto llevado a sus últimas consecuencias de manera tal y con eficacia tan rotunda que las interpretaciones tradicionales que se hacen del sentido social y moral de Macbeth quedan como meros lugares comunes frente a este portento, a cargo de estos artistas británicos, que semeja una autopsia en vida y con machete en lugar de bisturí.

Grandiosa manera de rendir homenaje a William Shakespeare en la tierra de Miguel de Cervantes.

 
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