EU discute con la ONU el castigo a responsables del crimen

Estados Unidos discute en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas el castigo que deberá aplicarse al asesino del ex primer ministro libanés Rafiq Hariri, dijo ayer el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan. "Hablamos sobre cómo evaluaremos las medidas para castigar a los responsables del ataque terrorista.

"Este tipo de ataque realza la importancia de permitir al pueblo libanés que decida su futuro y en libertad, para que controle su propio proceso político", añadió.

Más tarde, la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, dijo que las relaciones con Siria se habían deteriorado tras el asesinato de Hariri, pero aclaró que no discutirá nuevas sanciones contra Damasco. No obstante, llamó a Washington a la embajadora en Siria, Margaret Scobey, para consultas urgentes.

El Consejo de Seguridad condenó este martes el ataque "terrorista" en Beirut que mató a Hariri, y expresó su preocupación por una "mayor desestabilización en el país. El Consejo también solicitó al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que envíe un informe sobre el atentado del lunes.

El ministro del Interior libanés Suleiman Franyieh rechazó una investigación internacional sobre el asesinato solicitada por el presidente francés Jacques Chirac y también apoyada por Alemania. El funcionario aseguró que su gobierno está "abierto a la ayuda de expertos internacionales de países neutrales".

El ministro libanés de Información, Elie Ferzli, confirmó el arresto de una persona en conexión con el atentado, pero declinó revelar la identidad del detenido que, según, la cadena estadunidense CNN, está probablemente vinculado con grupos musulmanes extremistas.

Si bien el primer ministro israelí, Ariel Sharon, eludió el martes culpar a Siria del asesinato de Hariri, líderes políticos y la prensa culparon a dicho país y alertaron a los israelíes de peligros "en la frontera norte" de Israel.

A su vez, un movimiento llamado Organización de Al Qaeda en la Gran Siria negó la implicación de militantes islámicos en el asesinato de Hariri y en cambio culpó del mismo a "los servicios secretos israelíes, sirios o libaneses".

Afp y Dpa