Alto índice necesita tratamiento contra adicciones: SEP

Aumenta el consumo de drogas entre alumnos de secundaria

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Más de 200 mil adolescentes -la mitad de la población escolar de secundarias públicas del Distrito Federal- requieren tratamiento o estar en programas de observación y prevención de adicciones, indica un diagnóstico de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

De acuerdo con el estudio, de la Subsecretaría de Servicios Educativos para el Distrito Federal, actualmente 11 mil 394 alumnos (2.8 por ciento) abusan del alcohol, el tabaco y usan drogas; 51 mil 271 (12.6 por ciento) consumen alguna de esas sustancias y/o presentan algún problema sicológico, y 148 mil (36 por ciento) presentan por lo menos cuatro riesgos sociales y algún problema sicológico.

El resto del alumnado, 195 mil 726, necesita participar en programas de prevención, pues presentan algún riesgo social. En total, la población es de 406 mil 914 alumnos.

La subsecretaria de Servicios Educativos para el Distrito Federal, Sylvia Ortega, da cuenta de este panorama -con base en cifras del ciclo escolar 2003-2004- en un documento sobre estrategias para la prevención y el combate al consumo de drogas entre los estudiantes del DF.

Como parte de ese programa, la SEP diseñó un modelo de atención que funciona a manera de semáforo. Según la condición de los estudiantes, las escuelas los ubican en alguna de cuatro señales: roja (es la más grave y requiere de tratamiento), amarilla (intervención breve), verde (observación y prevención), y blanca (sólo prevención).

Ortega advierte que en la población de 12 a 17 años se ha duplicado la experimentación con mariguana; la edad promedio para el consumo de este enervante por primera vez es de 13 años. Señala que en la secundaria el uso de drogas entre mujeres aumenta más rápido que entre los hombres.

En 2003, el promedio de consumo entre los estudiantes de 12 a 17 años fue de 15.2 por ciento. En los pasados tres años, este indicador tuvo un ligero incremento entre alumnos de secundaria, al pasar de 10.5 a 11 por ciento de la población escolar.

Según el diagnóstico, uno de cada dos estudiantes de secundaria ha consumido alcohol alguna vez; el aspecto positivo de estos números es que el uso de tabaco ha disminuido de manera importante en los seis años recientes.

El consumo de drogas duras tiene mayor incidencia en los varones y las mujeres tienden más al consumo de sustancias médicas (sedantes, anfetaminas y tranquilizantes).

De acuerdo con la SEP, este problema se agudiza porque la mayoría de los jóvenes tienen un entorno social de violencia, incremento de la oferta y consumo de drogas, delitos y marginalidad juvenil; además, falta comunicación entre padres e hijos, y en los planteles persisten prácticas tradicionales y rígidas e inadecuada preparación de los profesores para atender a los jóvenes.

Frente a este panorama, la subsecretaría asegura que cuenta con una estrategia para prevenir y atender las adicciones entre la población escolar, que incluye la experimentación con nuevas formas pedagógicas, una política para mejorar la calidad de la enseñanza, trabajo con padres de familia, programas de seguridad pública y promoción de la participación de organizaciones civiles y de padres de familia.

Pero reconoce que se requiere multiplicar las acciones con la participación de distintos sectores, mejorar la situación física de los planteles, para favorecer ambientes escolares sanos y seguros, y retener a los alumnos al brindarles un entorno cálido y comprensivo.