.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
La Jornada Michoacán
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones
Obituario

E S P E C T A C U L O S
..

México D.F. Domingo 5 de septiembre de 2004

Ofreció fiesta de colores de la Mixteca, el pasado viernes

Lila Downs reivindicó el valor de lo indígena en el Metropólitan

ARTURO CRUZ BARCENAS

Los rostros morenos de los oaxaqueños fueron mayoría en el teatro Metropólitan, en el concierto de su paisana Lila Downs, el pasado viernes, en una fiesta de colores de la Mixteca, con la potente cultura zapoteca y la nostalgia de quienes cruzan el paso del norte. Lila reivindicó el valor de lo indígena y cantó en varias lenguas de "la patria chica", la tierra de Benito Juárez.

Los boletos se agotaron un día antes. También los defeños se han unido al gentío que gusta de la música de Downs, de profunda raíz, con su lógica tan sencilla que es entendida por todos; su defensa de los derechos humanos. En una gran pantalla se proyectó la imagen de Digna Ochoa, a quien Lila le escribió una canción.

Digna habló, definió lo que fue su sino, su postura vital, su trabajo diario: "Un defensor de los derechos humanos es aquel que se preocupa por los derechos de los otros". Se sabe que la comunidad oaxaqueña radicada en la capital es numerosa, trabajadora. Abundan en Nezahualcóyotl y en el estado de México. Hallan en la propuesta de Lila su pasado y presente. Los "oax" llegaron para aplaudir fuerte. Cuando cantó el tema Digna, donde resalta la dignidad de ver por los otros, so riesgo de perder la vida, una gritería llenó el Metropólitan.

Se proyectó una secuencia de imágenes: caras de niños indígenas, limpios, con sus ojos brillantes, sus mecapalitos para cargar algo; sus manitas regordetas asiendo una tortilla. "¡Somos indígenas y por eso comemos maíz!", gritó la cantante.

Lo indígena

Abre el concierto a las nueve y diez de la noche. Interpreta One blood/una sangre, título de su nuevo disco, síntesis de sus ideas actuales, sobre la mujer y los olvidos de todo tipo, humanos, sociales, familiares. Para recordar que estamos vivos y que sólo tenemos una vida.

Lila se abraza para abrazar a todos. Baila a lo indígena, dando brinquitos, saltos a lo largo del escenario. Y se entiende que eso es lo indígena, la mayoría de las veces relegado, menospreciado. Sus largas trenzas son girones. Luce un atuendo de esas tierras, con los colores rosa, rojo, negro, blanco; los bordados refulgen y denotan grandes flores.

Al interpretar Malinche, canción que destaca la sensualidad de la mujer indígena, la llamada doña Marina es proyectada de acuerdo con la imaginería popular: guapa, senos al aire, turgentes, labios carnosos. Un Cuauhtémoc aparece sufriendo el castigo del español. Le son tatemados los pies. Eso por la traición de la Malinche. Ahora en inglés un tema que habla de la belleza de la flor de cempasúchil. En la pantalla se ve una gran flor, como las que adornan las faldas de las zapotecas.

La escenografía es maravillosa. De los andamios bajan unas 25 lámparas elipsoidales, mitad rojas, mitad naranjas. Lila lleva su voz a rangos opuestos. Ahora muy alto, ahora muy bajo, demasiado.

Unos le piden que cante algo de sus discos pasados. "¿Qué pasó? ¡Díganme sus penas!", les dice. Ahora su voz dirá algo en maya. Una cumbia hace bailar a dos que tres. Destaca Celso Duarte en el violín. En un pasaje se escucha El sirenito, que hiciera famosa Rigo Tovar. Paul Cohen, arreglista de cabecera de Lila y compañero de su vida, malabarea unas pelotas.

Pasa a un rock bluseado. Su canto es en inglés. "Para las mujeres, que son el venero de la fuerza del ser". Se oye La Sandunga, uno de los himnos oaxaqueños: "¡Ay, Sandunga, Sandunga, mamá por Dios, Sandunga no seas ingrata...".

Para todos hay. Un son jarocho sobre un animal que los indígenas veneraban hace siglos: La iguana. Suena el arpa y el zapateado. Se ve en la pantalla a una porteña tarimbeando. Lila hace lo propio. Los tacones suenan meco, seco, hueco. "Una iguana se cayó de arriba de la escalera.''

De cuando era chiquita

Relata Lila que en su casa, "cuando era chiquita, oía canciones que hoy canto para ustedes". Se arrancó con Paloma negra, en una versión portentosa que provocó gritos de esos nomás para que se sepa que hay garganta. Al oírse "¡ya agarraste por tu cuenta las parrandas! ¡Paloma negra, paloma negra, dónde andarás!", un escalofrío cunde. La interpretación de Lila es dolorosa.

Se sigue con Cielo rojo, de Záizar, donde el falsete fue, simplemente, eterno, largo, infinito. Un cielo rojo crepuscular se proyectó deteniendo el tiempo.

Invita a su amiga Vicky a pasar al escenario. Esta se revienta con su acordeón dos temas del norte. Gustó con Cruz de madera, que ha hecho famosa Ramón Ayala. Ni más ni menos. La cucaracha, en su versión cadenciosa.

Remata con Border, donde menciona a la morder patrol, al México only. Se despide, pero la gente no la deja ir. Regresará una y otra vez. Las luces del foro son encendidas. Es el fin, pero ante el aplauso de pie, Lila regresa para dar un nuevo abrazo, cálido. Canta La llorona, que es un llanto, pero orgullosa de lo indígena. Pinotepa y Naila se oyen con un profundo agradecimiento.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm

Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Coordinación de Publicidad
Tels: (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00 Exts: 4900 y 4104

Email
Coordinación de Sistemas
Teléfonos (55) 91 83 03 11 y 91 83 03 77

Email

  © Derechos Reservados 2003 DEMOS, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V.
Todos los Derechos Reservados. Derechos de Autor 04-2003-08131804000-203.
Prohibida la reproducción total o parcial del contenido sin autorización expresa del titular.
El título y contenido se encuentran protegidos por la legislación de la materia en la República Mexicana.