México D.F. Lunes 16 de agosto de 2004
INEGI: un millón 673 mil personas en
desempleo abierto, 78.5% más que en 2000
De cada 8 nuevos empleos, sólo uno se crea en
el sector formal
A partir del segundo trimestre dejó de crecer
la desocupación total por primera vez en este sexenio, según
cifras del INEGI e IMSS Se deterioran todas las condiciones de trabajo
JUAN ANTONIO ZUÑIGA
En una dinámica en la que por cada siete empleos
creados en el sector informal de la economía se abrió uno
en el formal, a partir del segundo trimestre de este año la desocupación
abierta dejó de aumentar por primera vez en el transcurso del gobierno
del presidente Vicente Fox, indican informes del Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Según el INEGI, un millón 673 mil personas
encontraron algún tipo de ocupación en el territorio nacional
entre junio del año pasado y el mismo mes de 2004; en tanto, los
registros del Seguro Social indican que en ese mismo periodo el número
de trabajadores inscritos como parte de los procedimientos de la contratación
en el sector formal aumentó en 209 mil 574.
Sin embargo, generación de empleo y desocupación
abierta mantienen hasta la fecha una relación dispar. Aun con el
aumento en el número de personas que en el último año
encontraron algún tipo de ocupación, el universo de habitantes
que deambulan en busca de cualquier empleo sin encontrarlo abarcó
a 210 mil 217 personas más que en junio de 2003.
Así,
a la mitad de 2004 la población afectada por el desempleo abierto
se elevó a un millón 92 mil 692 personas, cuando un año
antes 882 mil 475 habitantes del país se encontraban en esta situación,
que ha sido la principal causa del incremento de la migración hacia
Estados Unidos.
Sin oportunidades para vivir en México, no es extraño
que la población económicamente activa (PEA) en el medio
rural haya tenido una magra elevación de 128 mil 872 habitantes
entre diciembre de 2000 y junio de 2004. Esta cifra representa apenas 4.1
por ciento de los 3 millones 91 mil 94 mexicanos que durante ese lapso
alcanzaron la edad, las condiciones y el deseo de encontrar una actividad
productiva en el país para integrarse a la PEA.
Del incremento en la población económicamente
activa, 84.4 por ciento encontró algún tipo de ocupación
formal o informal en el territorio nacional, el resto, 480 mil 483 personas,
no han encontrado acomodo y se han sumado al ejército de desocupados
durante este gobierno, hasta alcanzar una dimensión que en junio
de 2004 llegó a un millón 92 mil 692 habitantes afectados
por el desempleo abierto, de acuerdo con los informes del INEGI.
El tamaño de este fenómeno, no obstante,
fue 12 por ciento menor a la dimensión que alcanzó al término
de los primeros tres meses de 2004 cuando abarcó a un millón
240 mil 678 personas, todas ellas integrantes de la población económicamente
activa, pero en condiciones de desempleo abierto.
Los indicadores estratégicos de empleo y desempleo,
elaborados por el organismo responsable de la estadística oficial,
no dejan lugar a dudas. Durante el gobierno del presidente Vicente Fox
hay 78.5 más desempleados que al comienzo de su sexenio, en diciembre
de 2000, cuando este fenómeno afectaba 612 mil 209 habitantes en
todo el territorio nacional.
Limitada para reflejar en amplitud y profundidad la realidad
que intenta describir numéricamente, la estadística produce
una especie de espejismos que no parecen corresponder a lo tangible.
En el medio rural mexicano, indica el INEGI, la tasa de
desocupación abierta en junio de este año fue de 0.9 por
ciento de su población económicamente activa. Mientras, en
las zonas urbanas la proporción del desempleo abierto fue de 3.4
por ciento de la PEA.
Podría ser que la desocupación en el campo
sea baja no sólo por las condiciones de su forma de producir, sino
por el hambre que les expulsa hasta del país.
Micronegocios, primera alternativa de empleo
Al incremento del desempleo abierto se agrega el deterioro
en todas las condiciones socioeconómicas del trabajo, como segunda
característica de los resultados de la política laboral de
este gobierno, de acuerdo con los indicadores del INEGI.
Actualmente, 63 por ciento de las personas con algún
tipo de ocupación carecen de prestaciones, cuando en diciembre de
2000 esa proporción era de 61.3 por ciento. De los 42 millones 89
mil 401 individuos considerados como integrantes de la población
ocupada en junio de 2004, 60 por ciento percibían hasta tres salarios
mínimos o menos como remuneración por su trabajo.
Al inicio del gobierno en curso, 36.4 por ciento de la
población ocupada trabajaba en micronegocios, pero tres años
y medio después se elevó a 39.2 por ciento y este tipo de
empleo casi duplica al de las empresas grandes. Es, desde luego, la mayor
forma de ocupación entre todas las existentes en el ámbito
legal, aunque informal, de la economía.
Por lo que respecta a los asalariados, 24 por ciento de
la población desocupada en diciembre de 2000 se encontraba en esta
situación por despido; pero en junio de este año 28.7 por
ciento del universo de desempleaos habían perdido su trabajo por
esa causa.
En cuanto a la escolaridad de los integrantes del desempleo
abierto, al comenzar el gobierno del presidente Fox, 229 mil 619 personas,
que representaban 37.5 por ciento del total de los desocupados en ese momento,
contaban con estudios de nivel medio superior y superior. Actualmente hay
447 mil 247 habitantes en busca de ocupación que cuentan con esos
niveles de escolaridad, lo que significa un crecimiento de 95 por ciento
sobre los que había en diciembre de 2000. Representan 41 por ciento
del universo de desempleados que buscan un empleo, señalan los informes
del INEGI.
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