DESDE EL OTRO LADO

Arturo Balderas Rodríguez

Un tenso equilibrio

LAS ESCARAMUZAS ENTRE los candidatos a la presidencia de Estados Unidos van en ascenso al igual que el tono de sus campañas. Los temas que predominan, y muy probablemente determinarán el resultado de las elecciones, son Irak, el terrorismo y la economía.

EL PROBLEMA DE Irak es un tema sobre el que ninguno tiene una propuesta clara para superarlo. Para el presidente George W. Bush la insurrección incontrolable en ese país es un dolor de cabeza constante. La ocupación del ejército estadunidense y su respuesta a la resistencia se ha convertido en una arma de dos filos. No puede ceder terreno a los insurrectos, y al mismo tiempo crea las condiciones para su multiplicación. Ello lo ha metido en un callejón sin salida. Kerry tampoco tiene una repuesta sobre lo que se debe hacer. Su mayor problema es su inconsistencia sobre las posibles soluciones para salir de ese atolladero, lo que permite al equipo del presidente Bush criticar su incapacidad para tomar una decisión en momentos que exigen firmeza y determinación.

LA AMENAZA DEL terrorismo permite al presidente consolidar su liderazgo en un asunto que sólo él puede aprovechar en el terreno electoral. Entre los estadunidenses persiste la idea de que Bush ha hecho, y hará, lo más conveniente para protegerlos de un ataque similar al del 11 de septiembre. Es muy difícil que Kerry, o algún miembro de su equipo de campaña, descalifique las cada vez más alarmantes llamadas de atención del gobierno sobre la inminencia de un ataque terrorista. Se opta por dar al gobierno el beneficio de la duda, e incluso los más escépticos se cuidan de calificarlas de recurso electoral. Esto confirma la ventaja indiscutible del candidato republicano en este terreno.

LA ECONOMIA SIGUE siendo el punto más débil del presidente en su carrera por la relección. La recuperación económica es incierta y más aún lo es el rubro del empleo. Se crearon sólo 14 mil de los 200 mil empleos que se supone se crearían durante el mes de julio. Además es cada vez más evidente que los salarios en los empleos que se recuperan son sustancialmente más bajos que los de los empleos que se perdieron. A ello se agrega la preocupación creciente por el déficit fiscal y la incertidumbre sobre las supuestas ventajas que ofrece la privatización relativa del sistema de salud. Tal vez estos factores sean los que han tenido mayor peso en el resultado de las últimas encuestas de popularidad donde Kerry saca una ligera ventaja a Bush.

HASTA DONDE SE observa esos son los factores que por ahora están determinando la carrera por la presidencia de Estados Unidos. Ya veremos cómo se modifican en las próximas semanas, especialmente después de la convención republicana que se celebrará a finales de mes.

[email protected]