Acerca de la reforma educativa

Señora directora: Solicito la publicación de la presente dirigida la Secretaría de la No Educación. ¿Quieres matar un árbol?, seca sus raíces. No es el primer ejemplo en el mundo. La revolución cultural en China, encabezada por la esposa de Mao Tse Tung y su equipo, devastaron los templos, los palacios, quemaron libros, pinturas y cualquier objeto que perteneciera al pasado, con el propósito de terminar con una de las culturas más ricas y antiguas de la humanidad. Aquí, en la conquista, quisieron eliminar nuestras civilizaciones. Pero, con la sabiduría de los nativos, fueron absorbiendo lo que les convino, tanto de los españoles como de otras regiones, y así se formó lo que es actualmente nuestro país.

Hace pocos años, Ernesto Zedillo, entonces secretario de Educación en el régimen de Carlos Salinas, pretendió, emulando a Orwell, borrar parte de nuestra historia y a nuestros héroes. Pues volvemos a las mismas, con la resolución de eliminar la enseñanza de la época prehispánica, a los alumnos de las secundarias. Como dijo el arqueólogo Eduardo Matos: "... aquí hay una oscura y pérfida intención".

No es solamente un error de planeación, o resultados de una ignorancia supina; es secar las raíces para matar el árbol.

Nuestras culturas, la de los antiguos mexicanos, como dice León Portilla, fueron extraordinarias: sus organizaciones sociales, militares, sus conocimientos científicos, como la astronomía, la medicina. El esplendor de su arquitectura, escultura, cerámica, pintura o literatura. En la mitología, religiones, rituales, danzas o indumentaria; sólo por mencionar algunas de sus riquezas.

Su antigüedad se remonta, ya con manifestaciones importantes, a mínimo 3 mil años, la colonia lleva apenas algo más de 500.

Pues esta herencia, que recibimos de nuestros ancestros, la quieren hacer a un lado.

La juventud busca desesperadamente valores a los que aferrarse y aquí en nuestro país los tenemos en abundancia. El pasado, además sobrevive en el espíritu y las tradiciones de los mexicanos. Es la fuerza que nos une, nuestra identidad, lo más poderoso que tenemos. Por eso sobrevivimos, somos inigualables y estamos orgullosos de ello. ¿Qué país por más poderoso que sea, puede tener una ciudad de los dioses como Teotihuacán, o mandar a hacer la pirámide de la Luna? Por mencionar un ejemplo.

Los ignorantes, racistas o traidores, no están de acuerdo. El Instituto Nacional de Antropología e Historia, los intelectuales, los maestros, los indigenistas, entre otros, estamos consternados. Levantamos nuestras voces de protesta, de indignación para impedir esta resolución nefasta y trascendente. La desintegración de la identidad ha avanzado, hay mexicanos hipócritamente racistas y entre ellos, las "autoridades" de antes y ahora. No sólo desconocen y desprecian a los indígenas muertos o vivos, sino que se avergüenzan de parecerse a ellos.

Recuerdo una anécdota, en una reunión en Na Bolom (La Casa del Tigre) con Gertrude Dubi, al iniciar los trabajos del IMSS-Coplamar en Chiapas. Un funcionario del gobierno de ese estado le preguntó irónicamente si ella era la que retrataba a los "indios", Gertrude tomó un espejo de mayo y lo puso delante de su rostro; obviamente moreno y con rasgos mayas, y le dijo: "...Así es, como usted, me parecen los seres más fascinantes y profundos que en el mundo he visto".

¿Vamos a desconocernos a nosotros mismos? ¿No tenemos orgullo de casta? Sí, algo muy nefasto y oscuro está detrás de esto: De matar al árbol secándole sus raíces.

Atentamente

Georgina Luna Parra

Señora directora: Por supuesto que, como a todos, la violencia y la inseguridad me despiertan enorme temor y espero, por ello, que todas las autoridades responsables se empeñen al máximo en resolver tan grave problema.

Sin embargo, creo que no debemos olvidar que una de las causas más profundas que las genera es, sin duda, la pobreza e injusticia social creciente en la que se ha ido sumiendo, sin aparente retorno, nuestra hermosa nación.

Por ello me resulta paradójico, por no decir sospechoso o verdaderamente risible, que sean precisamente los grupos económicos que han aplicado en México las nefastas políticas neoliberales y se han beneficiado grotescamente de ellas, quienes se encuentran detrás de la convocatoria a la megamarcha contra la inseguridad del día 27.

Considero, por tanto, que resultaría necesario y positivo llamar a una gran megamarcha contra la pobreza y la injusticia social, para recordarle a la sociedad mexicana cuál y quiénes han sido la principal causa de la inseguridad en México.

Atentamente

Armando Franco Urquidi

Señora directora: Le solicito la publicación de la siguiente carta dirigida al señor Adolfo Morales Acevedo.

Estimado señor Morales: Qué grato el poder leer a quien se expresa de un modo tan claro como usted lo hizo el jueves 25 de junio del presente en su carta dirigida a la dirección de este diario.

Muchísimas gracias por haber dicho lo que muchos, como yo, sentimos y pensamos, que la tan cacareada marcha no sirve sino para unos cuantos, y esos cuantos no son precisamente los que realmente necesitan apoyo como tantos millones que medio sobrevivimos en este gran país, que parece ser que esos cuantos están empeñados en destruir.

Soy pensionada del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), por lo que podrá usted darse cuenta que mis ingresos son escasos y casi miserables, en fin... por lo menos aún no me han quitado la libertad de poder ejercer mi opinión.

Luchemos porque no acabe. Muchas gracias, otra vez, señor Morales.

Atentamente

Carmen Osuna Osuna

A conferencia sobre educación

Atentamente se les invita a todos a la conferencia ¿Qué historia para los mexicanos?, donde especialistas en educación e historia analizarán los cambios que la Secretaría de Educación Pública quiere imponer a la educación media, modificando los libros de texto.

En dicha conferencia se contará con la presencia de: Salvador Martínez della Rocca, diputado federal y presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados; Jesús Martín del Campo, ex diputado federal y ex integrante de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, licenciado en historia y ex dirigente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y de Francisco Pérez Arce, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia en temas históricos y escritor.

La cita es el próximo lunes 28 de junio a las 17:30 horas, en el salón Renato Leduc del Club de Periodistas, ubicado en la calle de Filomeno Mata No. 8 (entre Tacuba y Donceles) en el Centro Histórico de esta ciudad.

Responsable: Jesús Martín del Campo