El gobierno de Fidel Castro da prioridad a la ofensiva de Washington contra la isla

Posterga La Habana respuestas a la crisis diplomática

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 8 de mayo. La crisis diplomática entre Cuba y México entró en un compás de espera, mientras el gobierno de La Habana dirige sus reflectores a replicar la política contra la isla, anunciada el jueves por Estados Unidos.

El anuncio del canciller Luis Ernesto Derbez en la víspera sobre su expectativa de reunirse con su colega cubano Felipe Pérez Roque a finales de mes, cuando se celebre en Guadalajara la cumbre Unión Europea-América Latina, trazó un primer horizonte de desembocadura del conflicto.

Pérez Roque había dicho el miércoles, en su extensa conferencia de prensa, que el gobierno de Cuba estará presente en la cita "a un nivel adecuado".

Mientras se produce o se niega el posible encuentro en Guadalajara, los noticieros en radio y televisión y la prensa mantuvieron el tono beligerante contra el gobierno de México, focalizado en Derbez y el secretario de Gobernación, Santiago Creel.

El diario oficial Granma publicó el sábado una extensa reseña de la comparecencia de ambos funcionarios ante la Comisión Permanente del Congreso, con este encabezado: "Fuertes cuestionamientos en el Senado de México por relaciones con Cuba".

La sesión "se convirtió hoy en un cuestionamiento a las declaraciones de ambos altos funcionarios, que según las informaciones, no convencieron a la mayoría de los legisladores", señaló la nota.

Aunque persistió la ofensiva verbal hacia el gobierno del presidente Vicente Fox, el grueso de la fusilería en los medios cubanos se concentró en el plan estadunidense.

El comentarista Lázaro Barredo llamó la atención el viernes por la noche en la televisión respecto a que "quizá es la medida más peligrosa, de mayor riesgo para la seguridad nacional" cubana, dentro del paquete anunciado en Washington: el sobrevuelo de un avión militar con fines de propaganda.

El informe de la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre incluyó una propuesta al presidente George W. Bush para el despliegue inmediato de una plataforma aérea destinada a reproducir la señal de Radio y Televisión Martí, las emisoras del gobierno estadunidense que tienen una programación en español destinada a la isla.

"Significa una medida de guerra", dijo Barredo, al evocar la eventualidad de que una nave C-130 (habitualmente de transporte de tropa y material bélico) realice vuelos diarios en puntos cercanos del espacio aéreo cubano, para retransmitir señales de radio y televisión que van a interferir las frecuencias que utiliza el sistema local cubano.