Segunda Marcha Lésbica en el DF

Igualdad con respeto a la diferencia exigen lesbianas

La Segunda Marcha Lésbica congregó en la Ciudad de México a d e mil mujeres quienes rechazaron así cualquier forma de discriminación e intolerancia. "Como mujeres valerosas y no como víctimas hemos vuelto a hacer nuestras las calles para romper mitos y protestar por el estigma social que hay en contra nuestra", manifestó una de las organizadoras.

A diferencia del año anterior en el que participaron la mayoría de colectivos lésbicos, este año la movilización se vio dividida en dos grandes frentes debido a conflictos en la organización, que provocó que varias agrupaciones se deslindaran de la marcha y se adhirieran como comunidad lésbica a la protesta internacional en pro de la paz y en contra de la guerra..

Entre las agrupaciones que no marcharon figuraron: Grupo de Madres Lesbianas-GRUMALE, Musas de Metal, Colectivo de Lesbianas por los Derechos Sexuales A. C., Lunas de Cibeles, Nueva Generación de Jóvenes Lesbianas, Alicia detrás del Espejo, Exilio Azul y Las Amantes de la Luna.

A través de una carta expresaron su descontento por lo "imposible de trascender el ambiente problemático y negativo generado en torno a la organización" de la marcha. Además señalaron que las integrantes del Comité Organizador de la Marcha Lésbica (COMAL) sostuvieron una actitud de intolerancia para con ellas "al aceptar lo que únicamente ellas deciden".

Cuestionaron además que si las organizadoras han cuestionado en varias ocasiones los tintes arbitrarios que se han dado en la Marcha del Orgullo Lésbico-Gay, ahora hayan intentando "imponer un reglamento para la marcha lésbica".

A su vez, en un cruce de descalificaciones, representantes del COMAL dijeron que las acusaciones carecían de fundamento y señalaron que el conflicto se derivó entre otras razones porque la ex asambleísta Enoé Uranga había querido utilizar a la marcha como foro proselitista, lo cual no aceptaron.

Ser lesbiana no es un delito, es un deleite.

Bajo el lema "Sálvese quien quiera: lesbianas en rebeldía", las manifestantes -que partieron del Monumento a la Revolución hacia el zócalo capitalino- impugnaron la negativa, por parte de los/las diputados locales, a aprobar la Ley de Sociedades de Convivencia. Exigieron además el esclarecimiento del feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Durante la marcha la comunidad lésbica también repudió la postura de grupos conservadores quienes "promoviendo la ignorancia y el miedo" buscan revertir la Norma Oficial Mexicana sobre la anticoncepción de emergencia. Asimismo reivindicaron su apoyo a la Ley Anti-Discriminación.

A ritmo de batucada, los contigentes de Telemanita, Diversiles, Lesbianas de San Luis Potosí, Fortaleza de la Luna, Alianza Gay y Lésbica contra la Difamación (GLAAD-USA) y representantes de la Universidad de Santa Cruz, California, así como lesbianas independientes, pusieron de manifiesto, a decir de Mariana P. Ocaña, una de las organizadoras, “su valentía para dar la cara, hacer nuestras las calles, romper mitos y acabar con los estigmas".

En el trayecto las mujeres lesbianas corearon las consignas: "si Sor Juana viviera, con nosotras estuviera", y "Provida escucha, mi vida no es tu vida" e izaron pancartas donde se leía: "Ser lesbiana no es un delito, es un deleite".

Antes de llegar a la plancha del zócalo, la movilización hizo un alto en el Hemiciclo a Juárez para expresar su solidaridad con quienes ahí realizaron una protesta internacional a favor de la paz.

Ya en el mitin de la plancha del zócalo, Ocaña, encargada también de la revista LesVoz, celebró los diez años de la publicación y recordó que la marcha había logrado su cometido: "accionar conciencias y movilizar a las lesbianas para reclamar derechos de igualdad con respeto de la diferencia".

Agregó que con este tipo de actos las lesbianas se hacen visibles: "en México 54 por ciento de la población son mujeres, y de ellas, el 10 por ciento lesbianas. Somos aproximadamente 6 millones de mujeres que vivimos fuera de las reglamentaciones de la heterosexualidad, padecemos el estigma social y carecemos de derechos que nos garanticen prestaciones sociales y respeto a nuestra diferencia". Protestamos por todo eso, pero no como víctimas, sino como mujeres valerosas, afirmó. (Información de agencias y Arturo Cruz).