REPORTAJE /MIGRACION EN EL DISTRITO FEDERAL

Las mujeres marcan la pauta migratoria en el Distrito Federal

Estos cambios se dan por los ajustes en las normas sociales, afirman expertos

Cada año sale más gente del DF para buscar mejores oportunidades en otras partes del país. La mayoría son mujeres con estudios universitarios. Entre las personas que llegan a la capital -cuyo número ha disminuido- también destacan las mujeres pero de escasa preparación académica

RAUL LLANOS SAMANIEGO

De la población que anualmente emigra del Distrito Federal hacia otras entidades del país, más de la mitad la constituyen mujeres, quienes en su mayoría tienen estudios de licenciatura o de maestría pero buscan en otros lugares lo que esta ciudad ya no les garantiza: mejores oportunidades de empleo y de superación profesional.

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Universidad Iberoamericana (UIA) y estadísticas del Consejo Nacional de Población (Conapo) revelan que son las mujeres las que están marcando los ritmos migratorios de esta capital, pues por cada 97 hombres que abandonan el DF hay 100 mujeres que también salen en búsqueda de mejores expectativas de vida.

Consuelo Gómez, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, precisa que en las últimas décadas se observa una nueva pauta migratoria en esta ciudad, en el que predomina el género femenino, debido al cambio de las normas culturales y de conducta en las zonas urbanas: "ahora las mujeres se preparan más, tienen más libertad para trabajar, tienen incluso la posibilidad de decidir adónde irse y, claro, es donde encuentran mejor empleo".

Incluso, cita que cuando las mujeres son cabezas de familia, es decir, el principal sostén económico de sus hogares, son más recurrentes los casos en que se desplazan junto con sus hijos para irse al lugar donde ellas consideran que podrían tener un mejor futuro.

Datos del Instituto de Geografía de la UNAM y del Conapo indican integrada en el quinquenio 1995-2000 salieron de esta capital 780 mil personas, cantidad integrada en su mayoría por mujeres, y en particular por personas con estudios profesionales. Los principales destinos adonde se desplazó esa población son, primero, el estado de México -donde muchas empresas se asentaron ante las facilidades y beneficios fiscales y económicos otorgados por las autoridades estatales-, Puebla, Veracruz, Hidalgo, Morelos y Querétaro.

En opinión de la investigadora universitaria Consuelo Gómez, "en el interior de la República se tienen empleos que requieren menos preparación técnica o especializada en un tema determinado, es decir, menor a la que se exige en las empresas del DF; también pueden encontrarse allá escuelas de nivel superior o universidades a costos menores de los que prevalecen aquí (...) quizá el salario no es igual, pero la vida es menos costosa en el interior; la vivienda, además, es menos cara, el transporte también, y eso implica menos tiempo para ir a su trabajo".

Carmen Bueno, directora del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UIA, puntualiza que es más fácil para los profesionistas del Distrito Federal encontrar trabajo en otra entidad, y cita como ejemplo que en Querétaro "hay barrios, colonias completas de chilangos". Cita, además, el caso de los estudiantes de la Ibero: "son muchachos que en lo general pertenecen a una clase media alta, con buena formación académica, casi todos bilingües, con experiencia de viajar, y si ven la oportunidad de irse a Canadá, Australia u otro país no tienen problema. No se da eso de 'mis raíces, mi lugar', porque están viendo que las opciones son buenas, y si encuentran trabajo allá se quedan, ya no regresan".

Inmigración de bajo perfil

Frente a esta especie de fuga de cerebros, se da el fenómeno de una cada vez menor inmigración a esta ciudad, es decir, año con año disminuye el número de personas que buscan en esta ciudad lo que no encuentran en sus entidades de origen.

Al igual que ocurre en la emigración, en el caso de la inmigración el mayor número lo constituyen mujeres, sólo que en este caso su perfil académico es totalmente contrario al de las que emigran: son de sectores económicos bajos, fundamentalmente población rural, con escaso nivel educativo y que no consiguen empleo formal, porque hay pocas fuentes de trabajo.

Ante esa realidad, "hay autoridades que salen con que nos volvamos changarreros, pero ¿quién va dar el capital para poner aquí un negocio, si la gente cada día dispone de menos ingresos?", añade Consuelo Gómez, del Instituto de Geografía.

Según cifras oficiales del Conapo, en el quinquenio 1995-2000 llegaron a la capital del país 377 mil personas (400 mil menos de las que salieron en el mismo periodo), y poco más de 50 por ciento fueron mujeres, sólo que, al igual que los hombres, llegaron a engrosar las filas del ambulantaje o están de limpiaparabrisas o bien en el pluriempleo: pintor, zapatero, jardinero, albañil.

Remarca la investigadora Consuelo Gómez que la delegaciones que más gente atrae es Iztapalapa, seguida de Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Coyoacán, fundamentalmente en la zona de Santo Domingo, donde "casi todos son inmigrantes", y al final está Tlalpan, "que me llama la atención por tener un nivel de vida más alto; sin embargo ahí llega gente de otros estados a establecerse".

Ante este panorama, de una cada vez más alta emigración con alto perfil académico y una menor inmigración con bajos niveles educativos, la especialista del Instituto de Geografía considera que "esta situación poco cambiará en los próximos años, porque mientras no se resuelvan los principales problemas económicos o de seguridad del DF, por ejemplo, seguirá la gente saliendo a lugares más seguros y con más empleo, pero también continuará entrando gente a esta ciudad en tanto el campo siga sin recursos, sin inyección de nuevas y productivas inversiones". La cuestión, dijo, es que en el sexenio pasado se hicieron ciertos esfuerzos para atenuar esa situación, pero "con este gobierno federal hasta ahora no hay nada".

Para la doctora Carmen Bueno, de la UIA, "si no existen políticas para reactivar la economía y lograr que la utilidad, la ganancia, se quede en el país y genere desarrollo, va a seguir habiendo mucha emigración, porque hasta ahora sólo tenemos cifras alegres, con grandes inversiones, pero que no se comprometen con el desarrollo actual del país".