Disminuye el rendimiento por hectárea, sostiene estudio de Charles Benbrook

Aumenta el uso de herbicidas en cultivos de transgénicos, asegura especialista

ANGELICA ENCISO L.

Contrario al planteamiento de las empresas trasnacionales de que el cultivo de productos transgénicos reduce el uso de herbicidas, en Estados Unidos y Argentina ha crecido su aplicación y además el rendimiento por hectárea ha disminuido en comparación con las variedades tradicionales, señala un estudio de Charles Benbrook, del Centro Internacional para el Desarrollo Sustentable.

El estudio, donde se analiza el impacto económico y ambiental de cultivos de primera generación de transgénicos, indica que la soya round up ready se comenzó a utilizar en 1996 y la superficie cultivada representa 95 por ciento del total de este producto en Argentina -según datos de 2002- y 75 por ciento en Estados Unidos.

El uso de herbicidas en Argentina al año es de alrededor de 2.3 aplicaciones de glifosato por hectárea, y en Estados Unidos de 1.3 aplicaciones por acre; la diferencia, agrega el texto, se debe al sistema de siembra. Ante la demanda del químico, "la industria de los plaguicidas en Estados Unidos ha dado respuesta a la emergencia de la soya transgénica ofreciendo docenas de nuevas mezclas para aumentar el control de las malezas en campos cultivados con esa variedad".

En ambas naciones, indica, la soya modificada genéticamente requiere más herbicidas por volumen que la convencional, pero hay diferencia en la cantidad que se utiliza. En Argentina se usa el herbicida más del doble que en las tradicionales, y en Estados Unidos se requiere entre 5 y 10 por ciento más por acre.

Además, precisa el texto, hay evidencias de que desde la introducción de la soya transgénica en Estados Unidos se produce entre 5 y 10 por ciento menos por acre, en comparación con otras variedades cultivadas bajo condiciones similares.

Considera que "la adopción de nuevas tecnologías ha tenido algunos efectos convenientes desde el punto de vista del medio ambiente. Por un lado, hay una dramática reducción en la pérdida de suelo cuando la tierra altamente erosionable es sembrada usando sistemas sin labranza, lo que ha llevado a ventajas ambientales".

Sin embargo, puntualiza, los insectos y las malezas en las plantaciones siempre han encontrado, y lo harán siempre, diferentes formas de adaptarse a las tecnologías de control utilizadas en su contra. Tres respuestas ecológicas tienen la posibilidad de debilitar notablemente el sistema de producción de soya transgénica: cambios en la composición de las especies de malezas, la aparición de malezas resistentes y cambios en las comunidades de microbios del suelo.

Añade que la adaptación tanto en la forma de cambios en la composición de las especies de malezas e insectos o en la aparición de resistencia genética, producirá un impacto en la eficacia de los cultivos de organismos genéticamente modificados, como una función del grado de presión de selección dirigida contra las poblaciones de plagas.

El documento concluye que tras el uso de la soya round up ready se han dado cambios en las malezas y resistencia de éstas al herbicida glifosato, lo cual si no se controla podrá debilitar la ventaja de este transgénico dentro de cinco años.