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México D.F. Domingo 3 de agosto de 2003

BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

Futuros financieros del terror bursatilizado

Del TIA al DARPA vía el Irán-Contras

COMO HACE DOS agostos, previo al 11 de septiembre, se ha elevado la cotización del pánico en el mercado geopolítico que controla Estados Unidos con la advertencia de la supersecretaría "Seguridad del Hogar" sobre un nuevo ataque de parte de la inasible cuan fantasmagórica trasnacional islámica del terror, Al Qaeda. ¿Pues no que las guerras en Afganistán y en Irak fueron diseñadas para evitar otro "11 de septiembre" de Al Qaeda? ¿Para qué sirve, entonces, la "Seguridad del Hogar"? ¿No será una humareda muy espesa para desviar la atención del Cheneygate? En forma "extraña" acaba de estallar un escándalo en el Pentágono; específicamente, en el círculo adscrito al legado putrefacto del equipo del caso Irán-Contras, que sigue arrojando su magma nauseabundo, presidido por el contralmirante John Poindexter, quien se salvó de ser encerrado tras las rejas por un indulto milagroso. Hasta el straussiano Paul Dundes Wolfowitz, polémico subsecretario y ultrahalconazo del Pentágono, se asustó del "exceso de imaginación" de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés), departamento de "investigación" del Pentágono, a cargo nada menos que de John Poindexter, quien destila azufre a su paso y que propuso crear un mercado de futuros bursátiles sobre el terrorismo.

DEBIDO AL ULTRAJE que provocó en el Congreso, no solamente Poindexter presentó su renuncia, sino que, sobre todo, el Pentágono tuvo que retirar el Mercado de Análisis de Política (PAM, por sus siglas en inglés) en el que los inversionistas podían apostar en eventos terroristas, asesinatos u otros actos geopolíticos, con particular dedicatoria al Medio Oriente. Los inversionistas saldrían bien recompensados, mientras el "Pentágono hubiese prevenido eventos terroristas". De entrada, la premisa es absurda porque si resultan ciertas las predicciones (v. gr. el asesinato de Arafat, que ya se volvió una obsesión sharonista, o el derrocamiento de la Casa Real "wahabita", el sueño de la petrocracia texana), ¿dónde hubiera quedado la "prevención"?, al menos que tal sea el objetivo inducido por los "mercados" neoliberales. ¿Algún inversionista de EU, a su cuenta y riesgo, se atrevería a pronosticar el "asesinato" (¡ni Dios lo quiera!) de Baby Bush? ¿Qué sucedería en todas las cotizaciones de Wall Street con un pronóstico perverso de tal magnitud? ¿Cuánto habría ganado Joseph-Marie Cordoba, si hubiese apostado en ese sentido, con el magnicidio de Colosio? ¿Cuánto habría ganado Zedillo por las carnicerías de Acteal y Aguas Blancas? La página web del PAM, antes de ser retirada del "mercado", se centraba únicamente en el "futuro del Medio Oriente". ¿A poco se necesita tanto para penetrar las obscenas intenciones y tratativas de EU al respecto? Ken Guggenheim, periodista adscrito a la agencia AP, revela (boston.com, 2-08-03) que el PAM era "un programa conjunto del DARPA del Pentágono y dos compañías privadas: la Unidad de Inteligencia de la revista británica neoliberal The Economist [nota: para los ingenuos, quienes siguen creyendo en la información "desinteresada" proveniente de la City] y Net Exchange", con sede en San Diego y vinculada a Caltech (sobre los que algún día abundaremos). La descripción del "mercado" es similar a un "mercado de materias primas", en particular el petróleo, basado en la computación. Las transacciones, en las que las agencias gubernamentales no podrían participar (nota: cómo si no tuviesen hombres de paja para emplear su inigualable información privilegiada y colegiada), debían empezar el 1º de octubre con mil inversionistas que llegarían hasta 10 mil al 1º de enero. Estos "futuros del mercado aplicados al mercado" (Future MAP, por sus siglas en inglés) "desarrollaron programas que permiten al Pentágono emplear a las fuerzas del mercado para predecir eventos futuros". ¿No se trataba de un "mercado" arreglado de antemano y tras mano con los "programas" del Pentágono? DARPA presumía que el "mercado" hubiera dado la clave de eventos ocultos e indetectables a las agencias de inteligencia (con eso que no dan una). Con aquello del infranqueable "secreto bancario", ¿se le hubiere permitido a los presuntos "terroristas" participar en el mercado que hubiere cotizado sus propios actos? The Christian Science Monitor (31-7-03) tituló que "El Pentágono compraba en medio de la tragedia": el DARPA "erró en prever el problema moral de funcionarios públicos que alientan a los capitalistas a beneficiarse al invertir en pronósticos de tragedias que ocurran a los estadunidenses, por medio de tragedias hipotéticas seleccionadas por el gobierno". De hecho, en forma indirecta, el "mercado" vislumbra las tragedias (v. gr. el alza del petróleo y/o el oro, el derrumbe del dólar, etcétera): días antes al 11 de septiembre muchas empresas sabiamente "previsoras" se beneficiaron al desprenderse de acciones de compañías de aviación y de seguros, lo cual "extrañamente" no ha sido investigado, a sabiendas de las identidad de sus "vendedores". El Future MAP contaba en su favor de que los futuros de los mercados se han mostrado mejores pronosticadores en las elecciones que los expertos.Desde luego que sí: a los expertos se les gratifica por equivocarse, mientras que los inversionistas, que apuestan su dinero, ganan de los errores de los demás.

JOSEPH STIGLITZ, ANTERIOR jefe del Consejo de Economistas de Bill Clinton y premio Nobel de Economía 2001, desmonta técnicamente los extravíos del DARPA: "una creencia cándida en la economía del libre mercado que alcanzó un nuevo nivel de absurdo" ("No existe futuro en el terrorismo": Los Angeles Times 31-7-03) y explica en forma persuasiva por qué "los futuros de los mercados pueden predecir las elecciones presidenciales bastante bien", sin dejar de señalar las "severas limitaciones en la habilidad de los mercados en proveer pronósticos precisos" en casos en que "el mercado cuenta con pocos participantes que lo hace manipulable, o donde existen amplias asimetrías de información". Aborda otra función del futuro de los mercados: el seguro, por medio del cual "el Pentágono hubiera permitido protegerse a aquellos con sofisticación y dinero" (nota: por medio de los ominosos hedge funds, fondos de cobertura de riesgo), "en el ámbito financiero por lo menos, contra la amenaza del terrorismo, dejando al resto de estadunidenses totalmente expuesto".

PUES ESTE MUNDO de los Zedillo, los Ortiz y los Gurría, es decir, de la cotización sicopática, hubiera perdido fortunas con el desastre de la tan vaticinada "liberación de Irak". Un editorial del Boston Globe critica en forma acerba que el "esquema atolondrado [...] hubiera también creado incentivos para los terroristas, sea para beneficiarse de sus propios crímenes, sea para propagar la desinformación sobre los próximos atentados". Por su parte, el rotativo Battle Creek Enquirer, de Michigan, señala las "consecuencias devastadoras" de la bursatilización del terrorismo: "la perspectiva de que alguien instigue atentados o arregle asesinatos políticos simplemente para obtener amplios beneficios en contratos de futuros es aterrador". De ser así, ¿no estaríamos ante el estímulo descarnado y cruel de un terrorismo bursátil, bajo la modadilidad de la especulación financiera, donde el célebre megaespeculador George Soros se hubiera enriquecido todavía más, cual su costumbre, a costa del dolor ajeno?

ANTES DE SU infestación macabra por el legado del equipo del Irán-Contras, el DARPA gozaba de gran prestigio como creador de la Internet, por lo que le somos infinitamente agradecidos. Pero Poindexter deseaba crear una base de datos de control mundial, por lo que constituyó una agencia neorwelliana "Alerta de Información Total" (TIA, por sus siglas en inglés), filial del DARPA, que buscaba controlar todos los bancos de datos del planeta en un solo archivo electrónico (tarjetas de crédito, compras de supermercados, llamadas telefónicas, correos electrónicos, boletos de avión, recetas médicas, transacciones financieras, calificaciones escolares, etétera) para "prevenir el terrorismo". De nueva cuenta, el ultraje en el Congreso (de EU, no de México, que padece catatonia) provocó el giro de la "Alerta de Información TOTAL" a la "Alerta de Información sobre el TERRORISMO", por lo que conservó sus inmutables siglas en inglés, TIA, como filial del DARPA: ambas excrecencias del legado macabro del Irán-Contras donde brilló intensamente el Coronel Ollie North, hoy convertido en comentarista irascible de la cadena bélica Fox News (tal para cual).

POR ALGUNA RAZON, varias de estas actividades nodales y periféricas del equipo integral del Irán-Contras -el intercambio mercantil de cocaína y armas trianguladas con los ayatolas chiítas de Irán, los Contras de Nicaragua e Israel con cobertura del trinomio Reagan/Daddy Bush/Shimon Peres- han estallado en México: el "accidente" de Amiran Nir (jefe del contraterrorismo israelí que pasaba y se paseaba en Uruapan, Michoacán, como un benigno vendedor de aguacates) y la lista del padrón electoral del IFE (presidido por el cordobista Woldenberg Karakowski), que apareció "insólitamente" en manos de ChoicePoint, donde presuntamente Baby Bush poseería intereses físicos y metafísicos -no se diga, el Renave SA de CV (del grupo cordobista de la ex Secretaría de Comercio conformado por Jaijo Serra Puche/Herminio Blanco/De la Calle Pardo, coludido con el crimen trasnacional organizado de Sudamérica). Se recuerda que ChoicePoint es el "principal proveedor de servicios de identificación y verificación criminal" de EU. Como no deseamos profundizar más sobre el TIA y el Irán-Contras en México, ni las andanzas del Renave SA de CV, ni del IFE, preferimos no abordar la anatomía del edificio Omega en Paseo de la Reforma de la ciudad de México, donde confluyen los intereses corporativos del legado del Irán-Contras y que abrigan en su seno a dos protocandidatos a la presidencia (Madrazo Pintado y Castañeda Gutman).

CONCLUSION: DARPA PASO de la grandeza, la creación de la Internet a la decadencia, la infame bursatilización del terrorismo por medio de un terrorismo tanto peor, el bursátil; y se empecina en ser el laboratorio de brujos aprendices, quienes ahora se han consagrado a una serie de experimentos de control mental (su obsesión sicopática) del genéro humano por medio de "sistemas para monitorear a distancia los estados mentales a través de las imágenes de resonancia magnética y otras tecnologías de imágenes de pantalla, de forma tal que las autoridades (sic) puedan algún día detectar la intención (sic) de secuestrar un avión, así como un detector de metales puede ahora encontrar una pistola" (David Ignatius, The Washington Post, 1.8.03).

LO REAL ES que la tecnología, las finanzas y los gobiernos han sido secuestrados por cerebros desquiciados, misántropos y peligrosamente enfermos que dominan el mundo neoliberal anglosajón y que se han obsesionado en controlar las mentes -después de los cuerpos y las carteras- de los humanos, por lo que urge más que nunca lanzar la bioética como último recurso de salvación que tienda un puente redentor entre la tecnología, rescatada de sus peores enemigos,y el humanismo en vías de extinción.

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