Reunió obras de un periodo poco conocido en el arte mexicano

Preparan un documental sobre la colección Bryna

Durante su estancia en México, entre los sesenta y los setenta, la pintora se interesó por el trabajo de la generación emergente

MERRY MAC MASTERS

La segunda luna de miel de seis semanas que los estadunidenses Bryna y David Prensky escogieron pasar en la ciudad de Cuernavaca, se convirtió en una estancia de 28 años aquí al encontrarse cautivados por el arte del país. Bryna ya era una pintora profesional, con estudios en la Academia Nacional de las Artes y la Liga de Arte de los Estudiantes, en Nueva York, y el Instituto Otis, en California. Incluso, había tenido como maestro a Georg Grosz.

En México, no obstante, Bryna se inscribió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), de la UNAM, donde le impresionó tanto el talento de los jóvenes artistas, como la dedicación de los maestros, ya que aquí sí enseñaban, en vez de darles independencia para desarrollar su creatividad, aunque carecían de un lenguaje para expresarla.

Al término de los cinco años de la carrera, Bryna decidió que quería impulsar a los jóvenes artistas. Así que en 1960 abrió el espacio Atelier I, en las Lomas, que en poco tiempo se reubicó en una casa de Reforma 404, con el nombre de Galería Bryna, que durante dos años tuvo una sucursal en Acapulco. Cuando el edificio fue dañado por un temblor, se cambió a la calle de Niza. Allí permaneció hasta 1973, cuando cerró la galería en México y abrió una de medio tiempo en Palm Beach, Florida. En 1982, la pareja regresó a Estados Unidos.

De acuerdo con David Prensky -dentista de profesión, quien para quedarse en México se inscribió en la Escuela de Odontología de la UNAM-, a su esposa le costaba mucho trabajo desprenderse de las obras que adquiría. Al fallecer Bryna, el pasado 18 de noviembre, la colección de arte ya contaba con mil 300 piezas, y ya se habían organizado exposiciones que a partir de 1999 itineraron por cinco museos del estado de Florida.

En la actualidad, David Prensky se encuentra en la ciudad de México donde vino a hacer un documental sobre la vida de Bryna y la colección. La realización de la cinta está a cargo de su sobrino, el cineasta Derrick Borte, y su socio Randy Dinzler, quienes acaban de terminar la película The End of the Bar, comedia que recibió el premio al mejor director en el Festival de Cine de Hollywood.

Para la elección de los artistas que exponía, Bryna contó en gran medida con la ayuda de un maestro suyo en la ENAP: Antonio Rodríguez Luna, el pintor español exiliado. Prensky explica: "Bryna vio en Rodríguez Luna al gran maestro que fue capaz de liberar a esos jóvenes artistas que todavía estaban a la sombra de los gigantes (Orozco, Rivera, Siqueiros), para que cada quien pudiera emprender su búsqueda individual. Entonces, en vez de mirar hacia los grandes problemas de las masa y la historia del país, esos jóvenes artistas voltearon hacia sí mismos, actitud que Bryna encontró de mucha inspiración". En ese sentido, Javier Arévalo, Alfredo Falfán y Miguel Hernández Urbán se volvieron constantes de la galería.

Otros nombres que figuran en la colección: David Alfaro Siqueiros, Armando Amaya, Celia Calderón, Felipe Castañeda, Elizabeth Catlett, Enrique Chavarría Servín, José Chávez Morado, Rafael Coronel, Olga Costa, José Luis Cuevas, Leonel Góngora, Lothar Kestenbaum, Jesús Leuus, Daniel Machuca, Armando Ortega, Trinidad Osorio, Saúl Peña, Fanny Rabel, Mario Rangel, Rogelio Rembrud, Armando Romero, Carlos Sánchez, Guillermo Silva Santamaría, Leticia Tarragó, Francisco Toledo, Francisco Zúñiga, y el mismo Rodríguez Luna.

Respecto de Zúñiga, la coleccionista fue la primera en ver sus dibujos como obras de arte. Prensky relata: "Para Zúñiga sus dibujos sólo eran apuntes para sus esculturas y casi los regalaba. Bryna insistió al recordarle lo que hacía su amigo Henry Moore que exhibía los dibujos con las esculturas. Zúñiga se convenció y el resto es historia. Tuvo mucho éxito con sus dibujos".

Derrick Borte conoció la colección hecha por su tía en una escala más pequeña, pero sólo en fechas recientes la pudo admirar en su totalidad y verla como "una ventana que se abre hacia cierto periodo en el arte de México que no es muy conocido en el mundo". Mientras más tiempo pasó con la colección y más supo de ella, Borte se dio cuenta de que había que contar su historia: "Uno de los artistas entrevistados habla de México en los sesenta y setenta como el París del hemisferio occidental en la segunda mitad del siglo XX, cuyo fermento artístico no era muy conocido fuera del país; incluso, tampoco aquí mismo, por la sombra de los grandes muralistas y el arte nacionalista que se hacía.

''Al hablar con David decidimos que sería un gran tema para un documental que acompañaría a la colección donde sea que vaya, también para propósitos educativos y, espero, de cambio cultural entre ambos países. Empezamos por preparar algunas entrevistas preliminares con curadores en EU. Con base en la gran cantidad de material que recibimos, nos dimos cuenta que teníamos que venir a México lo más pronto posible". Borte también piensa usar parte del material para hacer documentales más cortos sobre artistas individuales, como Enrique Chavarría o Alfredo Falfán.

Otro de los proyectos al cual está dedicdo David Prensky es la creación de una biblioteca para albergar todos los libros de arte, cuadernos y videos de Bryna. La biblioteca estaría en la Escuela de las Artes Dreyfuss, en Palm Beach, Florida.