Aclara nombre de general argentino

Señora directora: Una alegría vital (de esas que se pueden contar con los dedos durante una vida) produce la valentía de las decisiones políticas y justicieras del presidente argentino Néstor Kirchner al posibilitar la extradición de quienes asesinaron a la mayor parte de ciudadanos en la historia argentina del siglo 20.

Por supuesto, la misma (alegría) fue multiplicada al abrir la página editorial de La Jornada (26-VII-2003), en la que se señalaba el valor histórico del hecho como ejemplo mundial necesario para enfrentar las atrocidades implementadas desde el poder.

Simplemente quisiera señalar respecto del editorial que a quien considero uno de los más despiadados ejecutor de la barbarie, el general Luciano Benjamín Menéndez, a cargo del tercer cuerpo del ejército con sede en Córdoba, nunca estuvo en la guerra de las Malvinas, sino su casi tocayo Mario Benjamín Menéndez (¿hermano?), confusión por otra parte generalizada en distintos medios. En este mismo sentido el hecho de que Luciano Benjamín Menéndez sea un terrorista exterminador que no goza del triste renombre internacional y periodístico de los de Videla, Astiz o Cavallo, fue justamente porque en la provincia de Córdoba, que era la más avanzada en la lucha popular expresada en el cordobazo, por ejemplo, o las vanguardias sindicales de Luz y Fuerza con el gringo Agustín Tosco, la UTA con el negro Atilo López, o el SMATA de René Salamanca (todos ellos asesinados), se implementaron campos de concentración y exterminio como La Perla, que fueron de tan macabra y letal eficiencia que (comparativamente con sus equivalentes) casi no dejaron gente viva ni testigos que pudieran denunciar el genocidio.

Doctor Pablo Montero

Señora directora: Mucho le agradeceríamos se publique la siguiente carta, dirigida al presidente Vicente Fox Quesada.

Los suscritos, integrantes de diversas organizaciones sindicales, sociales y políticas del país, le exigimos detener la constante represión en contra de los trabajadores electricistas democráticos del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), que ejercen las autoridades de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en contubernio con la dirección antidemocrática que encabeza el señor Leonardo Rodríguez Alcaine, por el simple hecho de atrevernos a participar en el debate nacional que el gobierno federal ha generado en relación con el futuro de la industria eléctrica nacionalizada y haber integrado la planilla Cambio y democracia sindical, en oposición a la vieja y caduca dirección sindical que por décadas ha tenido el férreo control del SUTERM, en las pasadas elecciones para renovar el comité ejecutivo nacional en noviembre de 2000.

Es el último caso del licenciado Jesús Navarrete Castellanos (ex candidato a secretario general), despedido el lunes 7 de julio, y de otros 19 trabajadores ex integrantes y simpatizantes de la planilla de diferentes secciones del país, despedidos de manera injustificada desde 1999 a la fecha (se anexa lista de despedidos y hostigados).

Asimismo le solicitamos la reinstalación de todos los trabajadores despedidos en la CFE y una audiencia para que una comisión de los trabajadores democráticos electricistas le expongan las condiciones que prevalecen en la empresa después de su arribo al gobierno y del incumplimiento de su promesa de democracia en las instituciones públicas.

Jesús Navarrete Castellanos; Carlos Guillén, SUTIN; Arturo Luis Alonzo, Red Libertaria Praxis; Ramón A. Ramírez, SME; Higinio Muñoz, CDEM-UNAM; Raúl Pérez Ríos, Célula Itinerante; Héctor Roldán Pérez, Comité Cívico Ollin Mexica; Citlalli Hernández Saad, CEM; Manuel Aguilar; Miguel Alvarez, Serapaz; David Villar, SITUAM-Miembro; Ricardo Bautista, CODEP-CNPP; Miguel Concha Centro DD-HH Fco. de Vitoria; Jorge López, SME y 60 firmas más

Señora directora: Con el propósito de pasar unas vacaciones en la bella ciudad de Morelia, Michoacán, y de paso visitar a unos parientes que tenemos en esa ciudad, el pasado miércoles 2 de julio, mi familia (una hija de 15 años y mi hijo de 9) y su servidora nos hospedamos en el hotel Valladolid, en el centro histórico de dicha ciudad. Disfrutamos de un par de días maravillosos. Sin embargo, el viernes 4 salimos del hotel como a las 11 de la mañana para ir a visitar a nuestros parientes, con quienes pasamos la mayor parte del día.

Cuando regresamos por la tarde, alrededor de las 17:30 horas, nos dimos cuenta de que la chapa de la habitación estaba forzada y la habitación estaba en total desorden; como podrá imaginarse fuimos objeto de un robo, mismo que denunciamos ante la gerente de dicho hotel, señora Gabriela Huerta, quien después de dos horas no nos resolvió nada, sólo atinaba a decir que en ese hotel nunca había sucedido algo así y que no podía hacerse responsable por objetos de valor no dejados en la administración, lo cual consideramos correcto.

Sin embargo, lo que nos robaron no fueron joyas, alhajas, dinero, etc., sino nuestras maletas en las que había discos compactos, medicinas, ropa y regalos que pretendíamos llevar a nuestros amigos y parientes de Ensenada, BC (donde vivimos); por lo que le preguntamos a la gerente que si también las maletas con la ropa debíamos dejarlas en la administración. El monto estimado de lo robado asciende a alrededor de 30 mil pesos.

Pusimos la demanda en la agencia del Ministerio Público ante la incapacidad de la gerente de buscar una solución que nos permitiera resarcir -aunque fuera parcialmente- los bienes que nos robaron.

El proceso es largo y difícilmente podremos esperar resultados favorables. Hicimos sendos intentos de acudir a la Profeco y nos dijeron que no era de su competencia, ya que según ellos debe mediar un contrato entre el hotel y su servidora, situación que me parece sorprendente porque nunca he sabido que cuando alguien se va a hospedar debe firmar un contrato. Les mencioné que tenía una nota de pago, pero me dijeron que no es suficiente. Por lo anterior, acudimos a usted para denunciar este reprobable hecho de prepotencia de la administración del hotel y desatención de los servidores públicos de la Profeco.

Sé que difícilmente podremos recuperar lo que nos robaron y que la gerente o la dueña del hotel -persona que nadie de los empleados conoce, ya que dicen que nunca se ha parado por ahí- no son capaces de responder ni de apoyar al huésped que paga por sus malos servicios, lo que ocasiona desprestigio no sólo para el referido hotel Valladolid, sino para la ciudad de Morelia, Michoacán. Este tipo de situaciones deben denunciarse si queremos un México mejor.

Gloria Erúnez de Escobar

Señora directora: Por medio de esta carta me dirijo de manera urgente a algún abogado que tuvieran la gentileza ayudar a mi hija, ya que no cuenta con recursos y está presa en el reclusorio de Huizilzingo, Chalco, causa 17303, juzgado primero penal.

Ella tiene tres hijos pequeños y es estudiante de preparatoria; fue privada de su libertad, considero que de manera ilegal, puesto que no hubo orden de aprehensión. Esto se hizo solamente a petición de una señora que hace seis meses puso una denuncia de robo, que no procedió por falta de elementos. Esa averiguación nunca fue consignada, por eso recurrieron a detenerla de esa manera, pero lo peor fue que ahora la acusan de ultraje y robo.

El viernes 25 le dictaron formal prisión, la cual no aceptó ni firmó. Ella sola se está defendiendo y le dieron 72 horas para presentar pruebas o una fianza de 18 mil 800 pesos, cantidad con la que no contamos, puesto que ya gasté lo poco que tenía en un abogado que no se presentó. Disculpe el atrevimiento de esta petición.

Laura Castillo, 0445550982309

Señora directora: En la caseta de cobro de Chalco, estado de México, hay un puente peatonal que fue cerrado desde hace tres meses por las autoridades de la caseta y que era usado por cientos de personas, pues está sobre la autopista México-Puebla.

Al parecer están remodelando las casetas y por esa causa fue cerrado, pero esas reparaciones no afectan el puente. Cada día arriesgamos la vida por tener que cruzar la autopista.

El sábado pasado volví a pasar y no sólo sigue cerrado, sino que ahora está techado y con láminas donde estaban los barandales; al parecer es usado para instalar el cableado del sistema de la caseta a ambos lados de la autopista.

Por lo visto no lo regresarán a los peatones; ¿qué podemos hacer para evitar un accidente en la autopista? ¿Bloquearla? ¿Por qué las escaleras del puente quedaron dentro de los terrenos de las casetas en los dos sentidos? ¿Por qué sólo los empleados de la misma pueden cruzar con seguridad?

Juan Carlos Ordaz Rangel
 
 
 
 

El Correo Ilustrado