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México D.F. Jueves 3 de julio de 2003

Carlos Fazio /I

Fondos del exterior a la campaña foxista

No es un hecho nuevo, en Hispanoamérica, el trasiego de dinero del extranjero para "aceitar" campañas electorales con fines no confesados. Lo que sí se ha vuelto moda es la triangulación de recursos financieros del exterior a cambio de favores político-ideológicos, económicos y de negocios. Ejemplos sobran. Y algunos tienen un patrón similar: la intervención de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), con sede en Miami, como fuente dadivosa; la participación de políticos de claro perfil conservador y, una vez arribados al gobierno por la vía de las urnas, la adhesión de los agraciados a la línea de política exterior de Estados Unidos en relación con Cuba.

"Poderoso caballero es don dinero". La sentencia de Quevedo, el ilustre escritor satírico español, sigue siendo válida hoy. Por lo general, descubrir la ruta del dinero puede llevar a echar luz sobre las razones encubiertas y el secretismo a ultranza que asumen desde el poder del Estado quienes (partidos y candidatos) se han visto beneficiados en esa sociedad de intereses mutuos. "ƑA cambio de qué llegó el dinero del exterior a la campaña de Vicente Fox en 2000?", fue la pregunta que se formularon la semana pasada legisladores del PRI y del PRD. El caso de José María Aznar en España puede ser muy ilustrativo; también los de Carlos Saúl Menem en Argentina y Arnoldo Alemán en Nicaragua.

Las andanzas de Aznar

El 27 de septiembre de 1994, el secretario de Relaciones Exteriores del Partido Popular español (PP), José María Robles, realizó una visita a Miami y se reunió con dirigentes de la FNCA y con Carlos Alberto Montaner, quien durante años estuvo al frente de la sección Cuba del "Proyecto Democracia" de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Madrid. Uno de los temas tratados fue la disposición del exilio anticastrista para apoyar las aspiraciones electorales de José María Aznar.

En 1995, al empezar su campaña, Aznar se reunió con José Antonio Llama, un cubano veterano de la Brigada 2506 que fue derrotada en bahía de Cochinos en 1961, propietario de la embarcación donde viajaban con todo un arsenal los cuatros miembros de un comando que, según ellos mismos reconocieron ante la FBI estadunidense, tenía el objetivo de asesinar al presidente Fidel Castro durante la séptima Cumbre Iberoamericana, en Isla Margarita. Falla era el responsable del denominado "Buró España" de la fundación y estaba encargado de las gestiones con el gobierno español y el Partido Popular. La formalización de relaciones entre la FNCA y el PP tuvo lugar ese mismo año, en una reunión en la sede del Partido Popular en la calle Génova número 13, de Madrid. Como testimonio de ese encuentro quedó una fotografía en la que aparecen el diputado del PP Guillermo Gortázar, Aznar, Jorge Mas Canosa y José A. Llama, este último estrechando la mano del actual presidente español.

En noviembre siguiente, los directivos de la FNCA organizaron una comida para Aznar en Miami. Su anfitrión fue Mas Canosa y estuvieron presentes, entre otros, su hijo Jorge Mas Santos, Pepe Hernández, Alberto Hernández y Feliciano Foyo. Allí se decidió un breve viaje de Aznar por El Salvador y Costa Rica, en el avión particular de Mas Canosa. Lo acompañó Mas Santos. La alianza quedó sellada. Según consignó la revista Motivos de Actualidad (marzo de 1996), el propósito de Aznar no era filantrópico sino "obtener dinero del minoritario y enriquecido lobby anticubano que tiene gran poder en Estados Unidos y una enorme influencia en la Casa Blanca, el Pentágono y, sobre todo, en la CIA". El titular del artículo rezaba: "El Partido Popular se financia con millones de la mafia norteamericana". En su texto decía: "A cambio de los abiertos favores financieros, Aznar se comprometía a enfriar las relaciones" con Cuba una vez que "accediera al gobierno en España".

En 1996, poco antes de los comicios, Aznar realizó su principal acto de proyección internacional en Miami, con el apoyo de Mas Canosa. El 9 de febrero, en la Casa de América, en Madrid, se reunió el "Grupo de Trabajo sobre Cuba", con los auspicios de la Internacional Demócrata Cristiana y del líder máximo del Partido Popular, José María Aznar. La "coordinación" quedó a cargo de la FNCA y la Plataforma Democrática Cubana (PDC), de Montaner, el hombre del "Proyecto Democracia" de la CIA en Madrid. Poco después surgía la Fundación Hispano-Cubana como sucursal de la FNCA en la capital española. El renegado comunista Gortázar, del falangista Partido Popular, fue nombrado secretario general. Mas Canosa y Falla integraron el patronato fundador.

Aznar llegó a La Moncloa el 5 de mayo de 1996 y tras reunirse con el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, adoptó el discurso y las políticas de Washington hacia Cuba. Poco antes, como pago a las contribuciones de los cubanos de la Florida a su campaña, había ayudado a Mas Canosa a apropiarse de la empresa Sistemas e Instalaciones de Comunicación (Sintel), filial de la compañía Telefónica de España, por una suma irrisoria. La operación generó gran escándalo porque la firma había sido reflotada y saneada, vía la inversión de enormes recursos financieros, por el gobierno de Felipe González. Según el legislador cubano Lázaro Barredo, la "operación Sintel" no fue un hecho aislado. La idea era reproducir en España la exitosa fórmula de la FNCA en Estados Unidos. Es decir, crear un dispositivo financiero fuerte para entronizarse en la política local, igual que ocurre en Estados Unidos con el lobby anticastrista de Miami. El mecanismo es el mismo: favorecer la entrega de dinero a políticos a cambio de organizar una política contra Cuba.

La saga menemista

En forma paralela al establecimiento de nexos entre Aznar y el PP con la mafia anticastrista de Miami, en junio de 1995 el líder de la fundación, Mas Canosa, se reunía en la Casa Rosada con su viejo amigo Carlos Saúl Menem, presidente de Argentina. Según consignó la prensa bonaerense, la visita "de negocios" no contó con el visto bueno del canciller y el ministro de Economía de Menem, que desconfiaban de los manejos gangsteriles del visitante.

"Venimos a crear riquezas", dijo Más Canosa, quien manifestó interés en invertir 100 millones de dólares en la adquisición de la emisora radial de AM La Red y el diario Uno, y un canal de televisión por cable en Mendoza. Los nexos de la nueva "sociedad" entre Menem y Mas Canosa fueron el influyente José Luis Manzano, ex ministro del Interior menemista (1990-1992) residente en Georgetown, Washington; su amiga y otrora segunda en el ministerio, Adelina Dalesio de Viola, titular de la filial argentina de MASTEC, una de las empresas de Mas Canosa, y el ex embajador argentino en Panamá, Juan Bautista Yofre, vinculado a la Secretaría de Información del Estado (SIDE), uno de los servicios de inteligencia argentinos.

Pero los vínculos entre Menem y Mas Canosa se habían iniciado en 1990, con un encuentro (al que siguieron otros) en la Quinta Presidencial de Olivos. La comunión de intereses e ideología con los anticastristas de la fundación llevó a Menem a protagonizar un sonado episodio en el contexto de la Cumbre de las Américas de Miami, en 1994. El 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, y tras ponerse bajo la advocación de la Virgen, el siempre exagerado Menem dijo en un acto organizado por la FNCA, en el ayuntamiento de Coral Gables, que estaba dispuesto "a dar la vida para que Cuba vuelva a la democracia". En medio de un coro que gritaba "Menem corajudo" y "Cuba sí, Castro no", Mas Canosa le entregó la medalla "Apóstoles de la libertad", por su prédica anti-Fidel. Como simple dato anecdótico, Menem se alojó en la suite del piso 13 del Biltmore Hotel, en la misma habitación que usó durante un año Al Capone como residencia.

El 6 de septiembre de 1995, la revista El Economista de España denunció que Supercanal Holding, SA, del grupo Vila-Manzano, que controlaba medio centenar de televisoras por cable en Argentina y en el que participaba Mas Canosa con 18 por ciento de las acciones, se había beneficiado de nuevas inversiones en la televisión por cable en España junto con Unión Fenosa, STET y Endesa. En enero de 1996, el Diario de las Américas informó que Mas Canosa y Montaner fueron invitados al 12 Congreso del Partido Popular de España. En junio siguiente, la misma fuente anunció la creación del Fondo Aznar Pro Democracia en Cuba, con la aportación de 25 hombres de negocios del sur de la Florida. Los recursos estaban destinados a propaganda en diferentes medios públicos y a demostrar al Parlamento español el apoyo que el exilio anticastrista daba a Aznar. Los millonarios cubanos Raúl Alarcón y Jorge Mas Canosa aportaron 5 mil dólares cada uno.

El 22 de octubre de 1997, la agencia francesa AFP reportó desde Buenos Aires que la carrera política de Aznar había sido financiada, presuntamente, con "fondos reservados" argentinos de la Secretaría de Información del Estado (Side). La fuente, Ricardo Natale, ex subjefe de la Side y de la Central Nacional de Inteligencia (CNI) argentinas, dijo a las radios Del Plata y Mitre que la "operación clandestina" de trasiego de fondos había comenzado en 1994 y se prolongó hasta 1996, año de los comicios españoles. Natale, quien actuó en la cúpula del espionaje argentino entre 1986 y 1989, identificó a dos diplomáticos y a un funcionario de la Side destacados en la embajada de Argentina en Madrid, quienes presuntamente participaron en la operación. El ex agente destacó la "coincidencia" entre las políticas de centroderecha de los gobiernos de Aznar y Menem y los privilegiados vínculos de ambos mandatarios con el magnate anticastrista Mas Canosa. Cabe mencionar que el embajador Yofre, ex miembro de la SIDE, era uno de los socios de Mas Canosa en Argentina.

Rompecabezas para armar: la trama entre la FNCA, Aznar, Menem y Alemán

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