Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 14 de abril de 2003
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Sociedad y Justicia

A casi 4 décadas de haberse instalado en México, la inestabilidad es su característica

Maquiladoras, lejos de propiciar el desarrollo económico nacional

La investigadora Cirila Quintero llama a poner freno al modelo impulsado por Miguel de la Madrid en los años 80 En sus procesos productivos, sólo emplea 3% de insumos locales

FABIOLA MARTINEZ

La industria maquiladora de exportación cumplirá en breve cuatro décadas de operar en México y hasta ahora no ha contribuido de manera significativa al desarrollo económico del país. Por el contrario, el constante traslado de plantas hacia zonas en las que se explota con mayor intensidad la mano de obra dejará en la ruina a poblaciones enteras, advirtió la doctora Cirila Quintero Ramírez, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte.

Considerada una de las principales especialistas -a escala nacional e internacional- en torno al sindicalismo en maquiladoras fronterizas, Quintero Ramírez señaló que los casi 40 años de proliferación de ese tipo de empresas refieren una realidad concreta: el único resultado positivo es la generación de miles de empleos con alto grado de inestabilidad y no alientan las cadenas productivas domésticas, porque el nivel de insumos nacionales -utilizados en los procesos productivos- no ha rebasado el 3 por ciento.

ƑMotor de la industrialización?

Por ello, dijo, el gobierno federal no puede seguir viendo a la industria maquiladora como motor de la industrialización del país ni repetir ese modelo hacia el sur, en esquemas tipo el Plan Puebla-Panamá; debe, en cambio, ponerle un freno a los empleos que aun cuando muchos cumplen con los requisitos laborales mínimos han demostrado altísima inestabilidad.

En entrevista con La Jornada, Quintero Ramírez, doctora en sociología por El Colegio de México e integrante del Sistema Nacional de Investigadores, aseveró que es una "gran mentira" la opinión difundida por algunos funcionarios en el sentido de que si se imponen más obligaciones a los empresarios éstos saldrían mañana mismo del país.

Está demostrado, agregó, que México ofrece múltiples ventajas comparativas para esta industria, en especial por la cercanía de sus proveedores y del mercado estadunidense, por lo que aquellas compañías cuya tendencia siempre ha sido buscar las regiones en las que pueden pagar salarios más bajos (Centroamérica o Asia), como única ventaja comparativa, son justamente las que han salido del país a partir de octubre de 2002.

De acuerdo con cifras oficiales, en la fecha referida se alcanzó el mayor nivel de empleo en la industria maquiladora con un millón 389 mil plazas y se calcula que a partir de entonces esta cifra se ha reducido en 200 mil puestos directos y 600 mil indirectos, en especial en las industrias electrónica y textil.

El desarrollo de la maquila aparentemente siempre ha ido a la alza, aunque es necesario aclarar que por su alto rango de inestabilidad y los bajos costos de instalación, las plantas pueden desplazarse fuera del país o moverse hacia el sur de un día para otro y, meses después, aparecer nuevamente en las zonas preferenciales.

El origen del modelo fue el Programa Industrial Fronterizo, promovido por el gobierno federal a mitad de la década de los años 60, el cual fue pensado como un esquema transitorio para impulsar el empleo en Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros.

Para los empresarios, la maquila no es otra cosa que la posibilidad de insertarse en un esquema especial que les permite importar y exportar sin pagar impuestos, un régimen de exención fiscal que a partir del gobierno de Miguel de la Madrid fue extendido a otras zonas de país con la idea de que podría reactivar el mercado interno y establecer enlaces en la industria local.

Sin embargo, al paso de los años, pasó de un programa transitorio a un modelo nacional de presunto desarrollo en el que además de la tradición de explotación de la mano de obra, ampliamente documentada por diversos investigadores, se ha convertido en la única alternativa de sobrevivencia de decenas de ciudades y municipios.

El caso más grave derivado de la reciente crisis en la maquila, señala Quintero, es Nogales, Sonora, donde se perdieron 40 por ciento de los empleos generados años atrás por empresas trasnacionales. Lo mismo ocurrió en zonas de Aguascalientes y Chihuahua.

-ƑQué pasaría si mañana se fueran de México todas las plantas maquiladoras? -se le pregunta a la investigadora.

-Eso sería sumamente preocupante. De hecho, los efectos de la presente crisis aún están por verse. ƑDónde se colocará ese 25 por ciento de los trabajadores que perdieron su empleo si sus comunidades, dependientes de una sola actividad, están convertidas ahora en pueblos fantasma?

Por ello, afirma, es necesario "ponerle desde ahora un freno a ese modelo, que si bien proporciona empleos en la economía formal, son sumamente inestables. Eso es lo importante, se debe aprender la lección y analizar qué ventajas comparativas tiene una maquila, por ejemplo, en tecnología y de apoyo a otros sectores. Y, por supuesto, cómo hacer que esa empresa de primer mundo tenga empleados con mejores salarios, superior a los 70 pesos diarios que se pagan actualmente en promedio.

Lo anterior se pone en evidencia en entidades como Baja California, donde su principal actividad era la rama electrónica. Así, el promedio de empleos perdidos en la zona fronteriza es de 25 por ciento, efecto similar reportado en Puebla o Yucatán.

Otro hallazgo importante, agregó, es que en todas las empresas que se han ido existían lo mismo "sindicatos subordinados" o vinculados a la empresa que sindicatos preocupados por el bienestar de sus afiliados. De igual forma, otro rasgo de la actual crisis es que algunas que decidieron irse a China ya regresaron, porque saben que México es una zona estratégica para obtener ganancias.

El papel de los sindicatos

Respecto al nivel de sindicalización dijo que hace cuatro décadas oficialmente estaba sindicalizado 30 por ciento de los trabajadores, aunque la mayoría no tenía idea de estar afiliado a alguna organización. Sin embargo, existen zonas como Matamoros, Tamaulipas, en la que todos los trabajadores pertenecen a una organización, la mayoría de la Confederación de Trabajadores de México, primera región en la que se consiguió jornada de 40 horas con pago de 56 y prestaciones adicionales.

Actualmente se calcula que se encuentra sindicalizado 50 por ciento del personal de la maquila, casi todos ellos en gremios "oficiales" en el noreste del país y, fuera de esta zona, se reduce el nivel a 25 y 30 por ciento, aun cuando los trabajadores no sepan que alguien los representa. En Ciudad Juárez sólo 10 por ciento de los obreros están representados por sindicatos "blancos o de empresa".

En el contexto anterior, la conclusión sigue siendo que la mayor aportación de la maquila ha sido la creación de empleos y que no se logra aún el enlace con industrias locales. Por ello podemos afirmar -advierte Cirila Quintero- que el futuro para esta industria se prevé "bastante difícil". Continuarán desplazándose las empresas a otros lugares dentro del país, y cuando el nivel salarial ya no les satisfaga se moverán a Centroamérica y otras regiones... Y Ƒmás allá de los empleos, qué queremos de la maquila, qué pasará con la industria nacional? Esa es la gran pregunta que debe responder nuestro gobierno.

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