Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 2 de abril de 2003
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Sin justicia social no hay democracia, dijo el gobernador en su cuarto informe de labores

Llama Núñez Soto a asumir responsabilidades y costos

Pachuca, Hgo., 1º de abril. Hablar de un renovado federalismo no obedece a consideraciones coyunturales ni a un afán de posicionamiento político sino a un ejercicio de responsabilidad al que estamos obligados todos los sectores, afirmó el gobernador de Hidalgo, Manuel Angel Núñez Soto.

En el contexto de su cuarto informe de labores, remarcó la necesidad de un federalismo en el que se conjuguen simultáneamente relaciones centrales y descentralizadas y donde el ideal sea una conjunción balanceada de poderes que garanticen la diversidad política y cultural para salvaguardar la unidad nacional e impulsar el desarrollo.

Hidalgo pagaAnte dirigentes partidistas, legisladores y representantes de todos los sectores agrupados en el Consejo Consultivo Ciudadano, planteó también una reforma hacendaria de gran visión que considere ingresos, gastos y deuda.

Consideró que la descentralización y colaboración administrativa y la homologación de los sistemas hacendarios estatales y municipales resulta impostergable para dar viabilidad al país.

Demandó transformar el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal en un sistema nacional de coordinación hacendaria.

Con ello, subrayó, se crearía un nuevo ciclo regenerativo de la economía nacional al equilibrar los factores y potenciales productivos con los regionales, promoviendo nuevos polos de desarrollo y desplegando estrategias de largo plazo con políticas de estado y no de acuerdos administrativos de gobierno.

Para Núñez Soto es hora de asumir nuestra responsabilidad, pagando los costos que esta transformación conlleva.

Es momento de hacerlo porque desde hace tiempo hemos venido reconociendo la necesidad de incrementar el gasto en diversos rubros, pero no así la manera de generar los recursos capaces de financiarlo.

En ese reconocimiento, "en la responsabilidad de proponerlo y asumir los costos desde nuestras respectivas trincheras estatales y federal, está el renovado federalismo que México y sus 32 entidades requerimos con urgencia", expuso el gobernador hidalguense.

Destacó que asume su responsabilidad en el ámbito de sus compromisos y teniendo como interés al estado que gobierna. Lo hago por Hidalgo, por su presente y su futuro. No tenemos derecho a perder el rumbo ni aflojar el paso, sostuvo.

En su discurso convocó a avanzar con mayor velocidad en un proyecto de progreso que no sólo se mida en cifras abstractas de crecimiento económico, sino en acciones que beneficien particularmente a aquellos sectores de la sociedad que aún no han sido plenamente incorporados al progreso.

En Hidalgo se acabó la política del hoy y la promesa infundada del mañana, expresó. En la entidad "estamos construyendo políticas de estado, de gran visión y sustento, basadas en el esfuerzo del ayer, conjugadas con las oportunidades del presente para tener la certeza de un mejor futuro".

Núñez Soto expresó su enorme satisfacción de servir a los hidalguenses, no sólo por los resultados alcanzados en los últimos cuatro años, sino por el enorme orgullo que significa trabajar al lado de un pueblo que no escatima esfuerzos, que no regatea la entrega y para el que no hay imposibles.

Tras manifestar que sin justicia social la democracia se vuelve inviable, el mandatario hidalguense puntualizó que México demanda más que políticas coyunturales de asistencia social y desarrollo comunitario, un verdadero estado de bienestar moderno y sostenible, competitivo e incluyente. Un estado que genere los instrumentos y las redes sociales que permiten captar, compensar y redistribuir la riqueza para beneficio de la gente.

Se refirió a la crisis del agro y dijo que no es nueva, como tampoco lo son los modelos de producción y desarrollo.

Aseguró que el problema no deriva tan sólo de un Tratado de Libre Comercio bien o mal negociado, ni de los ciclos económicos tradicionales: es estructural.

Necesitamos más que una nueva política gubernamental para el sector, un nuevo modelo de desarrollo rural y regional como proyecto de Estado, reconoció.

Pugnó por un nuevo modelo donde el desarrollo social no se convierta en una política de modas sexenales, sino en el proyecto de país al que aspiramos.

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