Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 10 de noviembre de 2002
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Espectáculos
Decenas de fans femeninas lograron buena entrada en el Metropólitan

El soul-pop de Darren Hayes despertó el culto por el cantante galán

El ex integrante de Savage Garden mostró fuerza interpretativa en el escenario

ARTURO CRUZ BARCENAS
darren hayes-1
La noche del pasado viernes la ciudad tuvo una amplia oferta de espectáculos. En el área de conciertos se podía ir al Salón 21 para ver a Charly García, a Genitallica en el Hard Rock, y a Darren Hayes, en el Metropólitan. El primero no metió ni a 600 personas; el segundo llenó porque había barra libre, y el tercero tuvo una asistencia más que buena.

El de Darren parecía el menos fuerte de los tres, pero largas filas de adolescentes esperaban entrar al foro de la calle de Independencia para ver al ex Savage Garden. Compraban programas con infinidad de fotos de cien pesos, discos originales y piratas de Spin, su primero y único disco como solista, más innumerables imágenes donde posa para ellas.

Con Darren regresa el culto al galán, al muchacho agraciado por la naturaleza, rubio, barbado, labios carnosos, nalgoncillo, melena alborotada, chamarra de mezclilla y lentes oscuros. Más actitudes, por supuesto, tipo Robert Redford en sus mejores días. Grupos de fans en el Metropólitan gritaban y silbaban exigiendo el comienzo. A las nueve se apagaron las luces y una gritería invadió hasta los rincones del teatro.

No salió Darren, sino un par de diyéis llamados Specificus, desconocidos por la concurrencia. "¿Y esos qué onda?". Como si se hallaran en un antro de Cancún o Ibiza, el par de tecladistas y tornamesistas tocaron unos 15 minutos de dance, "música orgánica". Más allá de los punchis-punchis, demostraron ritmo y fuerza y lograron la reacción de los jóvenes acostumbrados a antrear y ligar, o a andar de free (al me gustas, presta y ahí la vemos; sin compromiso, pues).

Acabada la onda discotequera se prendieron las luces del escenario y Darren, entre gritos de "papacito" y adláteres, interpretó Good enough. Un rayo de luz envolvió al muchacho rubio y los suspiros de ellas hicieron su aparición. I want you y Crush, Miss you, What you like?, Affirmation, Cool, hasta Spin, una tras otra y Darren demostró que el disco de estudio titulado Spin es una cosa, pero en vivo se escucha diferente. El soul del ex Savage Garden adquiere una fuerza interpretativa, a pesar de que las melodías no son complicadas y se digieren fácilmente. Ha trabajado con algunos productores exitosos, quienes han colaborado a la fama de Ricky Martin, Madonna, Dido o Mariah Carey, así como con creadores de música electrónica experimental.

El público coreó los temas, centrados en contenidos románticos, el abandono, el deseo sexual y la traición. Las letras alientan la honestidad en las relaciones personales.

Tuvo razón cuando en la rueda de prensa del pasado jueves aseguró que el público ya no vería sólo a un ex Savage Garden y que el periodo con su amigo Daniel Jones es ahora una fase superada. Savage Garden quedó atrás; ahora Darren habla y canta por sí mismo.

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