Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 10 de noviembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Editorial
UN ATRONADOR NO A LA GUERRA

En el Foro Social Europeo que se realiza en Florencia resonó la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que, en la interpretación de la Casa Blanca, acerca mucho la guerra contra Irak y, por consiguiente, una acción israelí para buscar una "solución final" al levantamiento palestino, expulsando de sus tierras a cientos de miles de personas y al mismo presidente Yasser Arafat. La respuesta fue inmediata: al día siguiente de aprobada esa peligrosa y ambigua resolución (que aunque no satisface totalmente a Estados Unidos abre importantes brechas a su aventura bélica) desfilaron por Florencia, la bella y progresista capital de la Toscana, entre 500 mil personas, según la policía, y un millón, según los organizadores, o sea, una multitud que casi duplica el número de florentinos adultos.

Esa gigantesca marcha europea no sólo fue una dura respuesta a las posiciones de los gobiernos (comenzando por el gobierno derechista italiano, totalmente alineado con Washington y que trató de impedir el ingreso a Italia de contingentes de pacifistas). Fue también la expresión clara y abierta del repudio a la guerra que George W. Bush se empeña en desencadenar y dio también voz y expresión a los millones de estadunidenses (la mayoría según las encuestas) que se opone a una guerra unilateral declarada por Washington y a 65 por ciento del electorado de Estados Unidos que no fue a votar a pesar de los llamados patrióticos y belicistas con los que Bush y su partido de la guerra trataban de engatusarlos.

Por supuesto, las manifestaciones, por grandes que sean, no modifican las decisiones ya tomadas por la Casa Blanca y sus acólitos ni detienen la preparación material de la guerra por el Pentágono, que es muy anterior a la resolución de la ONU. Pero sí desinflan la guerra sicológica y la guerra de propaganda de los belicistas, que pretenden demostrar que hay unanimidad mundial en lo que respecta a una guerra contra Irak (que será una campaña por el dominio del petróleo mundial, para hacer bajar su precio, destruir la Organización de Países Exportadores de Petróleo y reanimar la desfalleciente economía de Estados Unidos, una batalla contra todos los países árabes, para someterlos aún más, un intento de reafirmar la declinante hegemonía de Estados Unidos debilitando la política y la economía de su princiupal competidor, la Unión Europea).

Este atronador No a la guerra del Foro Social Europeo, que es también un no a las políticas neoliberales, marca igualmente un nuevo hito en las protestas masivas: los 600 mil en Génova, contra el Grupo de los 8; los 500 mil en Sevilla, y ahora en Florencia una cantidad de manifestantes aún mayor que esas dos enormes marchas anteriores marcan el crecimiento de la protesta y un avance en la organización, unificación y conciencia de quienes luchan contra la mundialización dirigida por el capital financiero buscando otra mundialización que excluya la guerra, el hambre, la pobreza, las necesidades que la primera implica y desarrolla. Ese es también -aunque no se exprese abiertamente- el sentimiento mayoritario del pueblo mexicano y ha hecho muy bien el gobierno al no ceder a las exigencias belicistas de Estados Unidos. El No del Foro Social Europeo ayudará sin duda en México a redoblar los esfuerzos para impedir que, en abierto desafío a la opinión mundial, Washington siga organizando una aventura que, entre otras cosas, será lesiva para los intereses de los mexicanos.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año