Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 2 de noviembre de 2002
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Política

DESFILADERO

Jaime Avilés

Fox tiene a Bush en sus manos

EU no va a provocarnos un huracán financiero porque debería repararlo con el dinero que necesita para su guerra contra Irak

FALTAN ALGUNOS DIAS para los comicios legislativos en Estados Unidos y el gobierno de George W. Bush continúa buscando como un perro de presa el aval del Consejo de Seguridad de la ONU para lanzar la guerra contra Saddam Hussein. El gran impostor que vive en la Casa Blanca gracias al fraude electoral de noviembre de 2000, necesita ser proclamado pública y oficialmente como líder supremo del mundo para impactar a sus votantes y lograr que los candidatos del Partido Republicano obtengan la mayoría de los asientos del Capitolio, porque si no alcanza tal meta le resultará muy difícil relegirse dentro de dos años.

Habituado a la política exterior bananera del gobierno de México, Bush llegó el sábado pasado a Los Cabos, Baja California, soñando que la cumbre de las potencias económicas mojadas por el Pacífico se convertiría en el glorioso escenario donde Vicente Fox -ante los ojos del presidente de China y del representante del jefe de Estado de Rusia- le daría todo su respaldo para emprender la cruzada contra Irak.

Pero, oh sorpresa, Fox le planteó su interés por construir una mesa de negociaciones para definir un acuerdo bilateral sobre el tema migratorio y, de paso, le refrendó la adhesión de México a la postura adoptada por Francia en el Consejo de Seguridad. Bush abandonó el encuentro "decepcionado" y con las manos vacías.

Dos días más tarde, en un lujoso edificio de Manhattan, los directivos del Wall Street Journal redactaron un editorial de primera plana, que unirá para siempre el nombre de ese diario al concepto de ignominia. En un lenguaje llano, directo y venenoso, el rotativo se refirió a los "aliados de Saddam Hussein al sur de la frontera", insinuando con ello que Fox podría quedar encuadrado dentro del llamado "eje del mal".

Asimismo, destacó la incapacidad de Fox para remontar la mala situación económica de México, lo pintó como un gobernante indeciso y vulnerable, y en el colmo de la histeria lo acusó de haberse afiliado a la "charlatanería izquierdista de los pasados 70 años". Ese mismo día, pero en Washington, una oficina del gobierno de Bush prohibió, en forma repentina e inexplicable, la importación de melones mexicanos, actividad por la cual, en 2001, nuestro país captó 136 millones de dólares.

ƑCuáles han sido hasta ahora las consecuencias de estas medidas? ƑHubo por ventura una súbita fuga de capitales de la Bolsa Mexicana de Valores? ƑSe nos fue el dólar a 12 pesos? Desde luego que no. El diario que representa los intereses de los brockers de Nueva York criticó al Presidente de México en forma grosera y absurda, porque Fox utilizó una reunión internacional para oponerse a la conquista de Asia Central por los petroleros de Texas. ƑY? En cualquier otra región del orbe, la repercusión lógica habría sido un ataque de nerviosismo en los "mercados". Pero eso, aquí, no sucedió, pues, Ƒquiénes son los "mercados" sino los propios tiburones de la Bolsa de Nueva York, o sea, los dueños del Wall Street Journal?AVILES-1 ƑCuál es entonces la moraleja de la fábula? La más evidente: Fox tiene a Bush en sus manos...

Se deslinda Castañeda

No por iniciativa propia sino a petición de una estación mexicana de radio, el subsecretario de Estado para América Latina, Otto Reich (un fanático de ultraderecha, de la misma calaña que Condoleezza Rice), dijo el martes, día en que apareció el editorial del Wall Street Journal: "Yo no creo que México tenga mejor amigo que el presidente Bush".

Consultado por otra emisora nativa sobre el mismo tema, Jorge G. Castañeda también le restó importancia a la opinión de aquel periódico antes de pintar su calavera: "Hay quienes consideran que México debe mantener una posición opuesta a la de Estados Unidos, y quienes estiman que no nos conviene enfrentarnos". Con esas palabras, el señor de Tlatelolco informó a sus patrones de Washington que él, personalmente, no está de acuerdo con la nueva posición mexicana ante Bush, porque, semanas atrás, durante una entrevista, había expelido esta sentencia: "Nosotros no podemos olvidar que, a los países que chocan con Estados Unidos, siempre les va mal".

ƑEstamos en los albores de la diplomacia post-Castañeda? ƑSe asustó "nuestro" canciller y dejó a Fox colgado de la brocha? No lo sé, pero es lo que parece. Por desgracia, el pánico del secretario de Relaciones Exteriores se ha contagiado a nuestros empresarios, quienes -así lo reflejan algunas columnas especializadas en los asuntos del dinero- desearían cerrar los ojos y no abrirlos sino cuando hubiese quedado atrás este momento que se les antoja pavoroso. Ellos también olvidan que Fox tiene a Bush en sus manos. Vea usted.

El propio martes de esta semana, en un mitin a las puertas de la Secretaría de Economía, algunos luchadores sociales vinculados con los sectores productivos del campo, exigieron al gobierno de Fox que, para 2003, doble el presupuesto de egresos de la Federación en ese rubro -habida cuenta de la catástrofe en que viven nuestros campesinos- y convoque a Estados Unidos y Canadá a renegociar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

ƑSe imagina usted lo que ocurriría en el escenario electoral de Estados Unidos si Fox aceptara esa demanda y la hiciera pública? No digamos que declare la suspensión del capítulo agropecuario del tratado -como pide el comité ciudadano promotor de la Consulta sobre Prioridades Nacionales, que se llevará a cabo el próximo 20 de noviembre-, sino que, nada más, la mencione como mera sugerencia.

Es claro que, para ello, Fox tendría que poner las cosas en contexto. Recordar, por ejemplo, que por disposición del TLCAN, México ha eliminado todo tipo de subsidios a la producción agrícola y ganadera y enfrenta, sin embargo, enormes dificultades para exportarla a Estados Unidos -la prueba más reciente de ello es el vengativo boicot a los melones-, mientras, de la manera más alevosa y trapacera, Estados Unidos subsidia con 180 millones de dólares anuales su producción agropecuaria y coloca en el mercado mexicano sus semillas transgénicas, sus frutas y hortalizas hormonadas y su carne de res, cerdo y pollo de desecho sin pagarnos un centavo de dólar de impuestos.

En virtud de este escandaloso desequilibrio, que aceptamos "voluntariamente" por decisión de Carlos Salinas de Gortari, el TLCAN ha arruinado a millones de campesinos y a miles de ganaderos, pero el gobierno de Fox tiene la obligación constitucional de tomar el toro por los cuernos y hacer algo al respecto, en la medida en que juró velar por los intereses del país.

Sabiduría de la historia

ƑCuál fue el eje central de la declaración de Otto Reich tras la agresión del Wall Street Journal contra Fox? "Yo no creo que México tenga un mejor amigo que el presidente Bush..." Ojo: Reich no desmintió al periódico neoyorkino en sus majaderas observaciones acerca de Fox, que fue pintado como un monigote. Sólo se limitó a elogiar a Bush y a subrayar su "amistad" con México. Quiso tal vez decirle al público mexicano: si ustedes tienen un gobernante incapaz, no se preocupen, porque Bush los ama.

El discursito, es obvio, no fue dirigido tanto a los mexicanos de aquí sino a los emigrantes de este país que viven en Estados Unidos y que muy pronto votarán allá en las elecciones legislativas. Pero el trasfondo del mensaje resultó más didáctico: México no sufrirá un nuevo terremoto financiero, provocado por los tiburones de la Bolsa de Nueva York, por la sencilla razón de que los estragos de un fenómeno de tal naturaleza tendrían que ser inevitablemente reparados, una vez más, con el dinero que a Estados Unidos le urge para invadir a Irak.

Fox, por supuesto, no hará nada que moleste a míster Bush, pero usted y quienes como usted comprenden que la situación del campo mexicano exige soluciones de emergencia, bien pueden salir a las calles por decenas de miles, llenar el Zócalo a reventar y plantarse frente al Palacio Nacional con demandas muy claras: que México suspenda por tres años el capítulo agropecuario del TLCAN, establezca un impuesto que oscile entre 10 y 30 por ciento a todos los productos agrícolas que vengan de Estados Unidos y Canadá, y eleve a 70 mil millones de pesos el presupuesto que se destinará al campo en 2003.

En el año que empieza a extinguirse, Fox programó un gasto de 35 mil millones de pesos para el campo que, al correr de los meses, fue víctima de los recortes en beneficio del Fobaproa y el pago de la deuda externa. Así, de aquellos 35 mil millones de pesos, sólo aplicó 34 mil, una suma ridícula frente a la miseria de la población rural, que no cuenta con ayuda para sembrar y no puede vender lo que a duras penas cosecha, porque el mercado está saturado de la basura de importación que nos llega sin pagar impuestos.

Si desde el Zócalo presionamos a Fox para que denuncie tamaña injusticia y hacemos ver a los mexicanos en Estados Unidos que Bush es el principal responsable de la bancarrota que los obligó a irse de aquí, mataremos tres pájaros de un tiro: incidiremos en las elecciones legislativas de nuestros vecinos, ayudaremos a evitar la relección de Bush y fortaleceremos la política exterior que, a pesar de Castañeda, se opone a la invasión de Asia Central.

Somos, por fortuna, hijos de una tierra que en el momento más difícil del siglo xix tuvo a un gigante como Benito Juárez, que se alió a Estados Unidos para derrotar la intervención francesa, y que 70 años más tarde contó con el genio de Lázaro Cárdenas para desafiar a Estados Unidos y, gracias a la expropiación petrolera, edificar la columna vertebral de nuestra economía. Aquellas decisiones históricas fueron tomadas cuando los conservadores, tal como ahora piensa Castañeda, recomendaban agachar la cabeza ante la adversidad. Pero al hacer exactamente lo contrario, nos consolidamos como país soberano. Eso no podemos olvidarlo. Hoy menos que nunca.

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