Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 13 de octubre de 2002
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Cultura

Carlos Bonfil

Festival de cine alternativo (BBC)

on una difusión muy escasa en la prensa, arrancó la semana pasada, y hasta mediados de noviembre, el Festival de Cine de la BBC (British Broadcasting Corporation), integrado por diez largometrajes, de 1992 a la fecha --una retrospectiva de lo que produce en cine la cadena televisiva británica. Esta iniciativa novedosa la promueve en México el Urban Fest. (festival de cine alternativo), una asociación independiente que organiza semanalmente funciones gratuitas de estrenos con temáticas arriesgadas, que van desde el cine de la diversidad sexual hasta las expresiones más variadas del cine independiente. El Urban Fest representa, como un eco a la labor de algunas distribuidoras, un esfuerzo por difundir comercialmente en México un cine al que hasta hace poco se le negaba toda posible rentabilidad en la cartelera nacional.

El esfuerzo es notable, pero sería una lástima que en México se frustrara por problemas técnicos y de organización, y perdiera en su primer año la credibilidad que requiere para subsistir en nuestro medio. Señalo de entrada una limitación importante: la calidad de la proyección. Las cintas se proyectan por el momento en las salas Cinemex, no en copias de 35 mm., sino en formato digital (DVD). Esto no representaría problema alguno, si dichas salas estuvieran equipadas con un proyector de video tecnológicamente avanzado, y colocado a una distancia adecuada respecto de la pantalla. Esto no sucede así. En salas con una proyección por lo general óptima, el festival muestra imágenes de calidad muy mediana (el símil inevitable, una copia de copia de video). A los espectadores se les advierte sobre el cambio de formato, pero no sobre la mediocridad del resultado. Lo realmente desafortunado, sin embargo, es mantener a cambio de estas proyecciones deficientes, el mismo precio de entrada, cuando lo lógico sería ofrecer una tarifa reducida, dados los inconvenientes, y dada la perspectiva para el espectador asiduo de tener que pagar diez veces un costo tan alto como injustificado.

Son pocos los festivales de este tipo capaces de ofrecer una selección óptima de películas, y el de la BBC no es una excepción. La calidad artística de las cintas es desigual, y oscila entre el drama televisivo y la propuesta temáticamente novedosa. De las ocho cintas hasta hoy vistas, destacan cinco que han gozado de muy buena recepción. Aspirando completamente desnudos en el paraíso (Vacuuming completely nude in paradise), del realizador británico Danny Boyle (La vida en el abismo/Trainspotting) es una comedia formidable, una suerte de relato lleno de furia y misantropía sobre las manías de un aceleradísimo vendedor de aspiradoras (Timothy Spall, el marido engañado en Intimidad, de Chéreau). El comentario sobre una sociedad de consumo, generadora de frustraciones colectivas, es implacable, y a él se añaden viñetas melancólicas sobre la vida cotidiana de la clase proletaria, y su aprensión permanente: la pérdida de empleo. Una escena notable: la muerte de una anciana en una habitación sombría donde se apilan periódicos de varias décadas. Parábola del desencanto existencial en sociedades neoliberales de selección y exclusión gremial programada, y del vacío afectivo que en varios personajes de la cinta se añade a la merma de oportunidades.

Otra cinta, El lenguaje perdido de las grúas (The lost language of the cranes, 1992), de Nigel Finch, resume en dos narraciones paralelas un conflicto familiar: una mujer descubre sucesivamente la homosexualidad de su hijo y de su esposo. Inspirada en la novela del estadunidense David Leavitt, la cinta se concentra en las reacciones de la mujer madura, y en su perspectiva de rehacer su vida, "esa broma de mal gusto" en la que la homosexualidad de sus familiares parece ser la nota culminante. Una observación social fina, donde la desmitificación del rol materno se acompaña de un cuestionamiento de la generosidad moral en la familia, y su sorpresiva reivindicación final.

En Energía descarriada (Nervous energy), la temática es similar. Un joven gay, infectado con el VIH, y en fase terminal, visita a sus parientes y viejos amigos en Escocia, sólo para percatarse del enorme recelo que provoca en ellos su padecimiento y su orientación sexual. Prejuicios de la familia tradicional, por un lado, y aceptación incondicional, por el otro, de la "familia de elección" del joven (su amante -Alfred Molina--y sus amigos londinenses). Formalmente, la cinta no tiene mayor atractivo, en particular en sus abrillantados flash backs melancólicos; sin embargo, es una de las pocas cintas que abordan con franqueza la fase terminal del sida y el brutal estigma social que suele acompañarla. Sexo y chocolate, de Gavin Millar, y 24/7, de Shane Meadows (comedia y drama, respectivamente), son cintas eficaces; la primera, muy entretenida; la segunda, con una recomendación de sí elocuente: la actuación polifacética y muy mesurada de Bob Hoskins.

El Festival se exhibe, del 18 al 24 de octubre, en el Cinemex del World Trade Center.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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